Mi Mundo Bajo Tus Alas (Daryl Dixon)

26.❤El amor de una madre.

El día había empezado con buen pie, todos habían madrugado para seguir trabajando en su nuevo hogar y poco a poco ir construyendo su vida en aquella prisión.

_ ¿Donde están Maggie y Gleen? _pregunto Angi mientras se colocaba al lado de su novio._

_ Están en la torre de vigilancia. _le contesto su chico._

_ ¿Otra vez? Estuvieron allí anoche. _dijo Rick._

_ ¡Maggie! ¡Gleen! _grito el cazador a la espera de que contestaran._

_ ¿Que pasa tíos? _dijo Gleen sin camiseta._

_ ¿Se está calentito? _dijo Daryl haciendo reír a los presentes._

_ ¿Que? _le pregunto confundido el coreano._

_ Anda bajad, tenemos cosas que hacer. _les dijo Rick._

Y cuando Gleen y Maggie ya estaban listos y arreglados, bajaron a ayudar a sus compañeros. Pero se detuvieron al ver cerca de su pabellón a los dos reclusos que habían dejado quedarse en otro.

_ ¿Que hacéis aquí? _les recriminó Grimes._ Os dijimos que no volveríamos a tener ningún contacto.

_ Por favor señor, allí hace frío y hemos tenido que enterrar a nuestros amigos. _Axel parecía realmente horrorizado por aquello._

Rick reunió a su grupo para discutir aquel asunto, T-Dog defendía a aquellos hombres con la esperanza de que les dejarán quedarse con ellos, pero no todos parecían de acuerdo con aquella idea.

_ Vamos yo conozco a esos tipos, yo era como ellos. _hablo Daryl._

_ ¿Entonces estás conmigo? _pregunto T-Dog._

_ Diablos no, es mejor no involucrarse con ellos.

_ ¿Y tú Angi? _él moreno miro a la rubia esperando algún tipo de apoyo en ella, pero una cosa era dejarles vivir y otra que vivieran con ellos._

_ Creo que deberíamos asegurarnos antes si son de fiar o no.

_ Entonces de momento los dejaremos donde están. _Rick finalizo la conversación._

Tras aquello Rick, Daryl y Gleen salieron a buscar troncos de madera para que pudieran reforzar las rejas mientras Angi y los demás se quedaban en la prisión a esperarles.

_ Muy bien Hershel, lo estás haciendo genial. _ánimo Angi al anciano que empezaba a caminar con las muletas que le había conseguido Carl._

_ Hershel ¿Hacemos una carrera? _le pregunto Carl sonriendo._

_ Dame unas semanas para que me acostumbré a ellas y por supuesto que sí.

Angi sonrió y desvío su mirada hacia las rejas por donde entraban su padre, su novio y su mejor amigo, los tres cargados con troncos. Pero cuando su mirada se encontró con la de su querido cazador inmediatamente ambos sonrieron, era ya algo que no podían evitar.

Sus ojos se encontraron con los de ella y algo inexplicable se produjo en ellos cuando aquello ocurrió, sintieron que el mundo se detenía y solo eran ellos dos.

Pero entonces ocurrió otra desgracia.

_ ¡Caminantes! _grito Carl al ver la pequeña horda que caminaba a paso lento hacia ellos._