"Poción de amor"

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¿Nagisa y Manami?, ¿Juntos?, ¿En una relación?

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Karma y Kayano miraban la escena más extraña que en sus años de vida alguna vez verían. Ese era Shiota Nagisa, Era él. Definitivamente era él. Estaba sentado en su asiento como cada miércoles de escuela. Todo normal, casual, hablando con alguien. Allí el problema. Allí la causa de la confusión del pelirrojo y la peliverde.

Nagisa hablaba con Okuda Manami.

No era extraño, lo sabían, lo extraño en si, era el modo en que hablaban. Con Okuda sonrojada mientras jugaba con las coletitas de Nagisa. Si, eso era lo extraño.

—N-Nagisa-kun, M-Manami-chan...—Kayano sonrojada intentaba expresarse. No le agradaba mucho el acercamiento que Okuda tenía con Nagisa.—¿Q-Qué hacen...?

—Kayano-chan, buen día.—Okuda le sonrió amablemente como siempre, abrazando así a Nagisa del brazo.—Karma-kun, buenos días también.—Saludo al pelirrojo.

—B-Buen día...—Murmuró un apenado Nagisa.

Kayano quería gruñir de envidia, ella jamás había podido abrazar de ese modo a Nagisa. Pero no pudo, puesto que la risa psicópata de Karma la hizo temblar.

—¿Por qué de repente están tan juntos?, ¿Es una broma?, ¿Un intento de asesinato?, ¿Perdieron una apuesta?, Vamos, díganme, confíen en mi.—Su voz se oía tranquila. Pero su mirada llena de ira y sed de sangre dirigida a Nagisa no lograba que el chico pudiera responder.

—No perdimos ninguna apuesta, Karma-kun.—Sonrío dulcemente Manami. Karma se alivio de verla sonreírle como siempre.—Solo que...—La chica se sonrojo un poco.—Quisiera estar lo más posible con el chico que me gusta.

Y con esa oración y su juego de dedos, Kayano tuvo que detener a Karma de un posible asesinato hacía Nagisa quien tragó sonoramente.

—¡¿E-El chico que te gusta?!—Kayano, dejando a Karma de lado, fruncio levemente el ceño. Okuda sabía sus sentimientos por Nagisa, ¿Por qué ahora de repente esto ocurría?, ¿Paso algo ayer?, ¿Okuda no estaba interesada en alguien más?

—Si.—Okuda asintió, para así, sonrojada, tomar el rostro de Nagisa.—Me gustas mucho, Nagisa-kun.—Dicho aquello, lo beso en los labios. Karma y Kayano quedaron congelados ante aquel acto. Nagisa sonrojado no hizo movimiento alguno. Duro unos segundos, un minuto maximo. Okuda apenada sonrió tiernamente.—Lo siento, me deje llevar.

Kayano y Karma no soltaron ningún sonido, estaban en un posible shock, necesitaban saber como, cuando y porque había pasado eso, ¡Ahora!

—K-Kayano, Karma, Y-Yo les...—Nagisa intento hablar, en vano, Okuda lo abrazaba, posicionado el brazo del chico muy cerca de... Su pecho. Provocando nerviosismo en el peliceleste.

—No te preocupes, Nagisa.—Karma sonrió.—Muy pronto podrás explicar esto.—Susurro, en un tono de voz atemorizante.

—¡K-Karma!—Nagisa se rindió al ver al pelirrojo ir a su lugar con una fuerte sed de sangre.—Kaya-...

—Espero trates bien a Manami-chan.—Dicho aquello de modo forzado, lo ignoro. Okuda seguía abrazándolo.

Nagisa suspiró sin saber bien que hacer. ¿De qué modo podría explicar la sus amigos lo sucedido?, Por no mencionar a Okuda-san... Seguramente Koro-sensei lo castigaría y Karma intentaría matarlo. Sin mencionar que Kayano podría pensar cosas que no eran... En conclusión, estaba perdido.

Porque de elegir a alguien, te quiero a ti | Karmanami Donde viven las historias. Descúbrelo ahora