"Sayonara, Koro-sensei"

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"Si... Adiós"

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Todos lloraban. Sus ojos, al igual que los de toda la clase, no dejaban de sollozar.

"Si... Adiós"

Las últimas palabras que Koro-sensei dió antes de que el cuchillo atravesará su pecho. Provocando más dolor en la clase que en ese estúpido pulpo...

—K-Koro...sensei...—Jadeos, sollos, gritos.

Okuda cubrió su rostro repleta de sentimientos encontrados.

Koro-sensei...

Su sensei...

El de todos...

Se había ido. Para siempre.

¿Por qué era tan doloroso?, ¿Por qué?

Seco sus ojos en vano, estos volvieron a humedecerse. Su cabeza estaba llena de recuerdos con ese ser con apariencia de pulpo.

"Ni siquiera... Pude darle las gracias correctamente..."

La azabache callo sus sollozos, viendo a Karma a su lado. Este también lloraba, sorprendiendola levemente. El chico apretaba los dientes, aguantando, o intentando, callar sus sollozos. Sus ojos nuevamente se humedecieron. Su mano tocó la de Karma, dándole una comprensiva sonrisa, provocando que este apretara la mano de esta y bajará la mirada, igual o más dolido que cualquiera de allí.

—Gracias... Koro-sensei...—Eso fue lo poco que su rota voz le permitió soltar. Apretado la mano de Karma, apretó los dientes, no podía soportar ese gran dolor que su pecho cargaba.

Ese estúpido pulpo estaba en la mente de todos... Y no se iría.

No por ahora.

OoOo

Okuda sonrió ante la guía dejada por aquel entrometido pulpo.

"¡Estoy seguro que lo conseguirás, Okuda-san!, Pero creo que en cuanto a envenenar, deberías dejarlo, ya sabes que no podré probarlos"

Podía imaginar a Koro-sensei decirlo, y por ello sonrió, mientras una pequeña lágrima caía por su mejilla.

—Koro-sensei...—Susurro, apretando su pecho.

Miro de roejo la ventana, había amanecido, y junto a la mañana su graduación los esperaba. La graduación que en ese segundo se le hacía demasiado insignificante comparada con su graduación de la clase de asesinato.

Como pudo se levantó, yendo con el resto de su clase a cambiarse para su gran día. Debían quitarse ese uniforme que ahora solo sería otro recuerdo más del pulpo.

A su lado vio de reojo a Karma. La imagen de ella tomándole la mano volvió y no evitó sonrojandose, desviando la mirada.

Sería su último día junto a la clase 3-E y era incapaz de ver a Karma en ese momento. Suspiro, frustrada consigo misma. Mínimo deseaba decirle adiós...

Porque de elegir a alguien, te quiero a ti | Karmanami Donde viven las historias. Descúbrelo ahora