Porque de elegir a alguien, te quiero a ti | Karmanami

"La cuestión"

La duda era aquella.

¿Por qué ambos opuestos estarían juntos?

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Luego de unas semanas del divertido viaje a la isla que tuvieron con Koro-sensei, una nueva pareja surgió, llenando al mundo de muchas preguntas. Sobretodo con la de;

¿Qué clase pacto con Satán hizo Akabane Karma para poder llegar a una relación con Okuda Manami?

Nakamura no había sido la única en preguntárselo, hasta al principio creyó que solo era una broma del pelirrojo, pero al ver que la azabache de verdad negaba cualquier índice de trampa o chiste, toda posibilidad de perdió, y se terminó aceptando la relación.

Apesar de esto...

No todos lo aceptaron así como así.

—¡¿De verdad no les parece sospechoso?!—Megu resopló, no es que fuera muy cercana con Okuda o Karma, pero no negaba su preocupación con la azabache. Y los que estaban a su alrededor no podían no apoyarla ahora.

—Es... Bastante raro que una relación así inicie tan de repente...—Asintió el ikemen.

—Sobre todo con alguien como Karma...—Hiroto se cruzó de brazos, con una confusa expresión.

—Estoy de acuerdo.—Hinata frunció el ceño.—No puedo evitar sentir incomodidad al verlos, es demasiado raro.

—Esto... Chicos...—Nagisa iba a aproximarse, pero una mano amiga lo detuvo.

—No, no, déjalos, quiero ver qué traman.—Nakamura le guiño un ojo, el peliceleste suspiro.

El grupo seguía sumido en la conversación, planeando, en eso fue cuando la proclamada pareja apareció entrando al salón de clases, juntos, de la mano.

—Buen día.—Soltó Karma, con normalidad, a su lado Okuda estaba sonrojada, pronunciando la misma frase, aunque mucho más leve, casi inexistente.

—Buenos días, Karma-kun, Okuda-san.—Nagisa y Kayano fueron los primeros en acercarse a la pareja.

—Veo mucho murmullo.—Habló el pelirrojo, dando una mirada y sonrisa al grupo de Megu.—Que interesante.

—E-Esto... Karma-kun... ¿Y-Ya podrías... T-tu... S-So... So... Soltar...—Okuda parecía trabada, incapaz de hablar bien. El pelirrojo se percató de lo que pedía, pues la mano libre de Manami apuntaba su otra mano entrelazada con la de Karma.

—Oh, si, lo siento, Okuda-san.—El pelirrojo la soltó, está mostró alivio, y fue rápidamente a su asiento, seguida de Kayano y saludando a Nakamura.

—Hey, Karma-kun, sobre...—Nagisa quiso hablar, pero callo bastante rápido ante el suspiro del pelirrojo.

—Si es sobre mí y Okuda-san, ahórrate las preguntas, Nagisa-kun.—El pelirrojo fue a su lugar, dejando al peliceleste pensativo. ¿Acaso la relación iba mal?, ¿Megu y los otros tendrían razón?

Nagisa sacudió la cabeza, solo Manami y Karma podrían aclarar eso, él no pensaba sacar falsas conclusiones.

No todavía.