"Una maid para llevar, por favor"

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Para sorpresa de muchos, Isogai no había sido el único con un trabajo de medio tiempo.

¿Manami-chan?, ¿Como maid?, ¿Hay algo más adorable?

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Karma dió un suspiro, entrando descuidadamente al salón, con aparente cansancio, tal vez.

—Karma, buen día.—Nagisa lo saludo con una sonrisa. El pelirrojo resopló.

—Buenos, Nagisa.—Contesto.

—¿Huh?, ¿Sucede algo?—Nagisa mostró extrañeza ante el poco ánimo del muchacho.

—Nada especial, solo...—Karma medito.—Me preguntaba que falda te sentaría mejor.—Sonrio burlonamente, Nagisa palideció.

—¡K-Karma!

—¡Buenos días, Manami-chan, Yukiko-chan, Rio-chan!—Kayano con ánimo saludaba a sus amigas.

—Buenos, Kaede-chan.—Sonrío con gentileza Kanzaki.

—Hola.—Fue Rio junto a un amor y paz.

—Buenos...—Termino la de gafas en tono cansado, llamando la atención de las otras tres.

—¿Manami-chan?, ¿Dormiste mal?

—N-No es nada, tan solo... Estos días han sido algo cansadores.—Sonrío, convenciendo a las muchachas.

Karma y Nagisa miraban desde sus lugares la plática de las chicas, el pelirrojo claramente más interesado en Okuda.

—Desde hace un tiempo, Okuda-san se muestra cansada, ¿No?—Comento Nagisa.

—Si...—Por motivos desconocidos, el ambiente entre el peliceleste y pelirrojo no mejoro. Cosa rara, pues Nagisa sabía que Karma gustaba de hablar de la muchacha.

—K-Karma, ¿Seguro estás bien?—Cuestiono preocupado.

—Lo estoy.—Desvío la vista. Nagisa no creyó ni una palabra.—Solo...—La vista del pelirrojo viajo a la de trenzas.

—¡Okuda-san!—Para sorpresa de Nagisa, Isogai se acercaba con suma... ¿Confianza?, Si, eso, a la susodicha, dándole una sonrisa y unos buenos días.

Curioso alzó una ceja, iba a comentarlo con el pelirrojo, pero ante la iracunda mirada de Karma prefirió callar. ¿Acaso...?

—Karma... ¿Estas ce-...?

—Llega a decir esa palabra y subiré las fotos de ti y Kayano-chan a la parte oscura de internet.—Corto el pelirrojo.

—...—Nagisa, sonrojado, cortó por completo su voz, sumándose en aquel molesto silencio, donde karma veía fijamente al ikemen del salón hablar amenamente con Manami.

—¡Buen día, alumnos míos!—Un día normal más, Koro-sensei llegó con su eterna sonrisa.

Nagisa fue a su lugar. Karma, se mantuvo en su asiento con la vista fija en su nuevo objetivo. Isogai tuvo un escalofrío, algo le decía que iba a ser asesinado.  Al voltear su cabeza, se topó con una mirada cobre. No pasaron ni 4 segundos para que el castaño miraba fijamente al frente, ignorando ese suceso, convenciendose a si mismo que Karma solo lo miro por casualidad...

"Es un error, es un error, es un error..." De aquello se convencia. "No moriré, no moriré..."

—Nadie olvide traer el trabajo listo.—Hablo Koro-sensei, esquivando varias balas anti-sensei.

Porque de elegir a alguien, te quiero a ti | Karmanami Donde viven las historias. Descúbrelo ahora