Porque de elegir a alguien, te quiero a ti | Karmanami

"Incomprensible"

Okuda cambia su actitud repentinamente.

¿A qué se deberá?

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Koro-sensei esquivaba con rapidez y gracia las balas dadas por sus alumnos. No era un ejercicio complicado, y le resultaba divertido, claro que solo a él. Por lo cual, mientras las clase disparaba, este se puso a analizar los avances de sus chicos. Pudo notar como Chiba y Rika habían logrado mejorar su puntería al notar como apuntaban lugares clave. Nagisa y varios más habían podido acostumbrarse al peso e impacto de sus armas. Sus ojos fueron a un alumno en particular que no parecía con interés de siquiera apuntarle o disparar.

Okuda Manami.

Su expresión parecía ida, triste y algo fría. Nunca espero ver es expresión en una chica como ella. Se preocupó.

Al término de la sesión de balas, hizo su típico monólogo arrogante, haciendo enfadar a la clase. Sus ojos no se fueron de Okuda, quien en todo lo que continuó de Japonés, parecía desinteresada a lo que decía.

Al toque de receso se le acercó, preocupado, aunque tal parece Kayano y Kanzaki se le adelantaron.

—Manami-chan, Yukiko-chan y yo íbamos con Hinata-chan y Megu a planear una estrategia contra Koro-sensei, ¿Te unes?—Con una sonrisa cuestionó.

—Lo siento, pero no gracias.

—¿Estás segura?—Kanzaki hablo.—Con tus conocimientos serías una gran ayuda.

—He dicho que no tengo tiempo.—Un suspiro soltó la joven.—Si quieren mis conocimientos solo tomen un libro de química, será más útil que yo.—Sin más que decir se levantó y salió del salón.

Kanzaki y Kayano mostraron sorpresa y confusión. Koro-sensei sudo, aquello no era normal en Okuda.

—Kayano-san, Kanzaki-san, ¿De causalidad no saben que pasa con Okuda-san?—Se acercó un poco más a las chicas, quienes seguían absortas con lo presenciado.

—Ah... No.—Kayano parecía preocupada.

—Okuda-san nunca se comporta así.—Kanzaki mostró extrañeza.—No comprendo el porque de su comportamiento.

—¿No les ha dicho nada?—Koro prefirió hablar primero con ellas antes que con la azabache.

—Okuda-san nunca menciona nada de su familia...

—Nadie lo hace enrealidad.—Soltó Kayano.

El pulpo suspiro.

—Supongo que como sensei tendré que intervenir.—Sonriéndole a ambas chicas atino a decir.—No se preocupen, Sensei lo arreglará.

Kayano y Kanzaki asintieron, yendo donde Megu y Hinata.

El de amarillenta piel pensó que lo mejor sería esperar al final de clases para entablar conversación con Okuda, así todo sería más tranquilo. Aún así, le inquietaba el comportamiento, ¿Estaría en ese día del mes?

Lo dudaba. Hubiera pasado antes.

—Koro-sensei, hola.—Miro de roejo a Karma.