Capítulo 5

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CAPÍTULO 5




Los ojos de Ben examinaron mi cuerpo de arriba para abajo, menos mal tuve tiempo de estirar la camisa y ocultar mi entrepierna para que no la viera a través de la prenda mojada. Sin embargo, esto era más complicado que sólo eso, sin duda, él sabía lo que estaba sucediendo y por qué me estaba comportando de esa forma, seguramente lo vio antes de que yo me diera cuenta... o tal vez ¡él estuvo viendo mientras pasaba! Sí, claro.

—Estuve viendo mientras pasaba —dijo con una sonrisa burlona en su rostro. Mi mandíbula tocó el suelo por el asombro y el apeno—. ¡Nah! ¡No es verdad!

Bajé la cabeza desilusionado y apenado al mismo tiempo. Ben encendió la luz — ¡Oye, no! —protesté usando la camisa para que no me viera.

—Uhu, simplemente quiero buscarte ropa limpia, eso es mejor que la deseches. Ve a la ducha y lávate, yo te llevo algo para que duermas —me guiñó un ojo mientras se ponía de pie y se dirigía a su armario.

Empecé a caminar en dirección al baño cuando escuché la risa de Ben Izzon atrás de mí. Le dirigí una mirada aún sin dejar de cubrirme.

—No te preocupes —dijo simplemente—. Es normal, a todos nos ha pasado alguna vez. Sólo, controla tu sueños, así va a estar bien.

Le di una media sonrisa mientras entraba al baño.

Cerré la puerta y me recosté sobre ésta mientras golpeaba la parte trasera de mi cabeza para despertar mis sentidos y se dieran cuenta de lo que habían logrado conseguir en mí.

Mi cerebro no fue mi mejor aliado esta noche, haberme mostrado esas imágenes tan... ¿reales? causó más de una reacción en todo mi cuerpo. Incluso estaba sudando y acalorado, no por el hecho de que Ben Izzon me descubriera, sino por haber tenido el sueño más mojado de toda mi vida.

Tener sueños húmedos con Ben Izzon era algo que jamás tuve en mente, ni siquiera con cualquier otro hombre, menos un sueño en que diera una mamada tan intensa y deseosa como la que le di a él. Sin embargo, tal vez ese deseo que Ben despertó en mí cuando me habló por primera vez durante el partido, sin duda ocasionó que otras cosas despertaran con respecto a él. Además, tenerlo semidesnudo justo a un lado mío, disponible para darle toda una mamada que nunca olvidara, no era que ayudara mucho en la situación.

Dejé atrás tantos pensamientos agobiantes y me limité a quitarme la ropa.

La camiseta que Ben me había prestado estaba intacta, seca y no había rastro de humedad en ningún lado. Tal vez no sucedió porque me había tomado la molestia de subirme la camiseta para acariciarme los pezones imaginando que en realidad era la boca de Ben Izzon. Es increíble, todo mi cuerpo contribuyó en hacerme pasar un mal rato, aunque en verdad disfruté ese sueño a cada segundo que pasó.

Todavía no estoy seguro de que sea homosexual o si estoy confundido, pero de una cosa si estoy seguro. Ben Izzon se ha convertido para mí en más que una fantasía; un amor platónico.

Mamá, Soy Gay [MSG #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora