Mamá, Soy Gay [MSG #1] ✔

Capítulo 36

CAPÍTULO 36

El interior del auto se había vuelto tenso en el momento en el que Ben dio un giro en la carretera en dirección al hotel. No sabía si era la mejor idea que fuera en dirección a su departamento, pero esto realmente parecía un sueño, simplemente no quería arruinar mi felicidad así se tratara de una simple ilusión. Mis manos estaban mojadas por el sudor que desprendían, pero, maldita sea, no era comparación al bochorno que había sentido por el momento tan acalorado que habíamos tenido hacía sólo minutos.

Miré a Ben por el rabillo del ojo esperando encontrar en su rostro una expresión similar a la que en ese momento yo tenía en mi rostro, sin embargo, él se veía bastante fresco, tanto como una lechuga. Mi mirada era incapaz de levantarse desde que me había pedido que fuera a su departamento, estaba demasiado apenado como para si quiera hablar.

Mentalmente no paraba de rezar esperando que esto realmente estuviera sucediendo. Había tenido ya demasiadas ilusiones, quizás una más ya no la soportaría.

—Estás muy callado —comentó Ben con una sonrisa echando una mirada hacia mí.

Tragué saliva con dificultad incapaz de verlo al rostro.

¿Qué rayos me pasaba? Nunca había tenido tantas emociones encontradas dentro de mí. Desde ese beso, me había convertido en no sé qué cosa, dispuesto a desnudarse en frente de él... ahora incluso mirarle la cara era un calvario.

—Hey —su mano tocó mi muslo izquierdo. Sentí una corriente eléctrica recorrer mi rostro pero traté de mantenerme firme ante su repentina caricia.

—Estoy b-bien —dije casi en un susurro pero lo suficiente fuerte para que Ben escuchara.

— ¿Seguro? Te vez más pálido que de costumbre —dijo y podía apostar mis testículos a que estaba sonriendo con malicia ¿por qué rayos tenía que ser así conmigo?—. Además, llevas varios minutos en los que ni siquiera has hecho el esfuerzo de darme la mirada.

—Me da miedo —dije sin vacilar casi al instante.

— ¿De qué? —preguntó él con el ceño levemente fruncido.

—De que si llegara a mirarte desaparecieras por completo y despertara de este sueño —dije en voz baja—. Tengo miedo que esto no sea real.

—Si lo que pasó hace unos momentos no lo hace real para ti, no sé qué lo hará —dijo él con una sonrisa comprensiva.

— ¿Otro beso tal vez? —pensé en voz alta pero las palabras habían salido de mi boca mucho antes de que si quiera lo hubiera previsto.

Ben detuvo una vez más el auto y enseguida mi corazón empezó a galopar como el motor de este automóvil. En ese momento sentí una mano acariciar la parte superior de la mía —Mírame entonces...