Mamá, Soy Gay [MSG #1] ✔

Capítulo especial

CAPÍTULO ESPECIAL 

Sacado del diario de Ben Izzon

Este fragmento se remonta a la primera noche que Tomas pasó en mi habitación.

El frío era molesto, sin embargo, a su lado permanecía más caliente que cualquier volcán y no sabía la razón pero tenerlo acostado justamente al lado mío, después de saber que se había corrido en mis bóxer, me brindaba una extraña sensación de ternura, excitación y muchas emociones al mismo tiempo. De alguna manera el sólo hecho de haberlo visto ese primer día, me hizo pensar "me gusta ese chico, debería hacerlo mi amigo" así que cuando la oportunidad se me presentó no dudé en aprovecharla.

Sin duda era un tipo especial. No todos tenemos la misma torpeza que él, dejar las llaves y no pedir ropa interior... de alguna forma eso terminó atrayéndome mucho más a él. Simplemente estaba observando su rostro definidamente, ya se había cambiado el bóxer y le había prestado otros.

Su cabello negro despeinado lo hacía lucir bastante atractivo. Al principio creía que era un tipo de esos insoportables y a los que cualquier chica llamaría "patán" pero desde que cruzó la puerta me di cuenta de que era bastante divertido, creo que no me equivocaba con respecto a mi pensamiento de que parecía genial. Además, sabía que tenía potencial para el fútbol. Estuve viendo las audiciones para la selección del instituto y cuando lo vi supe que tenía talento, el único problema era su falta de trabajo en equipo, sin duda alguna esa no era su defensa.

Sonreí cuando recordé su torpeza en ese primer partido. Negué con la cabeza y entonces noté que la sábana le cubría de la cintura para abajo, mientras sus hombros levantados lo hacían lucir una posición bastante cómoda. Pensé que tal vez tendría frío, así que llevé mi mano a la sábana, antes de si quiera hacerlo me detuve a observar su pecho... sus tetillas se marcaban encima de la camiseta, de alguna forma sentí un extraño movimiento en mi entrepierna. Sacudí la cabeza y observé su abdomen, no se le marcaba en la camiseta, pero si se notaba que era plana y bastante dura y fuerte.

Siempre me gustaron las chicas con abdomen plano... sin embargo, observar el de un chico tan cerca de mí era totalmente diferente. A dar a ese punto, literalmente me lo estaba comiendo con la mirada.

Es cierto, me habían llegado a gustar algunos hombres, pero siempre acercaba que se trataba de simple envidia o admiración por su complexión física y eso... sin embargo... al ver a este chico semidesnudo al lado mío, las cosas cambiaban.

Mi mirada vagó más allá de la sábana preguntándome qué tan grande lo podría tener. Cuándo se levantó de la cama y vi que estaba totalmente empapado, traté de mirar el tamaño, sin embargo, estaba posicionado a contra luz, así que no pude verlo. Lo miré fijamente unos cuantos segundos preguntándome si estaría bien lo que iba a hacer a continuación. Negué con la cabeza y me di cuenta de que no habría otra oportunidad y que siempre había que vivir el momento por más extraño o inapropiado que sea.

Metí mi cabeza por debajo de la sábana y observé sus piernas. Tenían un poco de vello sólo de las rodillas hacia abajo, por lo que determiné que posiblemente era lampiño de todo el cuerpo. Mis ojos observaron el bulto que se le formaba en aquel bóxer que le había prestado. Tragué saliva con dificultad y aún con la cabeza bajo la sábana, observé el mío.