Stole My heart- Ruggarol

Capítulo 23

  Karol: Yo – se detuvo unos segundos, como si estuviera asegurándose de lo que diría – yo conozco este número Ruggero.
Ruggero: ¿de quien es entonces?
Karol: no, me equivoqué, creí que es de una amiga de Mexico pero no – guardó su celular y me sonrió –
Ruggero: vamos – coloqué mi mano en su espalda y caminamos hasta la cocina, ahí estaban mi mamá, Andrea y Jorge –
Antonella: que desorden mas grande que hay acá – rió mirándonos a Jorge y a mi –
Jorge: la dueña de casa no quiere ordenar – frunció el ceño cómicamente –
Karol: ¿hablas de mí?
Jorge: si preciosa
Antonella: ella no tiene porque estar ordenando – dijo defendiéndola, Karol rió y se incorporó a la opinión de mi mamá –
Ruggero: cambiando el tema, ¿Cómo haremos para acomodar a mamá y a mis hermanas si solo tenemos 3 habitaciones?
Jorge: Mike y yo podemos dormir en el cuarto de ustedes y tu familia en nuestro cuarto
Ruggero: esa, es una pésima idea – reí y proseguí – no quiero dormirme con el olor a pie de Mike
Jorge: ¡Hey! – Regañó tiernamente – no hables así de Mike – al terminar de decir eso hizo un puchero –
Ruggero: está bien, lo siento, llamaré a Mike – fui a afuera por Mike, estaba con los chicos y con Sofia jugando, luego nos dirigimos nuevamente ambos a la cocina –

Michael: Jorge y yo en nuestro cuarto, Karol, Gaston, Agus y tu en el cuarto de ustedes y tu familia en el cuarto de Karol.
Karol: ¿dices que tengo que dormir en el cuarto de ellos? – miró sorprendida a Mike –
Michael: será solo unos días
Karol: entonces, trasladaré mis cosas ahora – sonrió y se fue a la escalera, yo fui tras ella –
Ruggero: ¿quieres que te ayude? – Decía a la vez que la seguía –
Karol: claro – ambos subimos y entramos a su habitación, decidimos que solo trasladaríamos lo necesario, nos pusimos a conversar mientras sacábamos las cosas –
Ruggero: mañana estamos invitados a una fiesta de cumpleaños – se detuvo y me miro desentendida –
Karol: ¿igual yo?, ¿Quién está de cumpleaños?
Ruggero: Jimmy, el hermano de Candelaria – me incomodé mucho al decir eso –
Karol: ¿Candelaria Molfese? – Asentí con la cabeza agachada sacando las ultimas cosas – es un milagro, creería que toda su familia me odia
Ruggero: eso no es así, Emma es un poco rara, te tomó mala por cosas insignificantes, pero se le pasará luego
Karol: eso espero, sería muy incomodo no ser bienvenida ahí.
Ruggero: no te preocupes, todo estará bien, apropósito ¿necesitas algún vestido o algo con que ir?
Karol: ¿será algo muy formal? – Comenzó a ver la ropa que tenía en el closet a la vez que la sacaba –
Ruggero: no, a Jimmy no le gustan las cosas muy "formales", aunque a su familia si, no puedo darte una respuesta clara
Karol: entonces, iré así – me miro y tomó una falda negra ajustada y una blusa con tiras blanca, asentí tiernamente y ella se sonrojó –
Ruggero: te verás hermosa, como siempre
Karol: Estaba pensando que, en unas semanas entraré a estudiar y tendré que trabajar...
Ruggero: no es necesario que trabajes – la interrumpí y ella se mantuvo mirándome –
Karol: si, si es necesario, no pretendo vivir acá para siempre, a costa de ustedes, eso – se detuvo con la vista agachada – no se siente bien
Ruggero: - me acerqué a ella y me senté a su lado – pero, yo puedo pagarte la carrera que quieras estudiar, no tengo problema
Karol: no, no permitiría eso nunca, papá me pagará los estudios, aunque solo el primer año, los otros quiero pagarlos yo – la miré y al ver su dulce mirada sonreí –
Ruggero: pero, prométeme que te quedarás acá este año
Karol: Rugge...
Ruggero: promételo, por favor – la interrumpí –
Karol: juntaré dinero y me compraré una casa, ya lo tengo pensado
Ruggero: ah – agaché la cabeza y tomé mi cajetilla de cigarros, me levanté apresuradamente –
Karol: ¿A dónde vas? – le mostré la cajetilla y luego salí de su cuarto, bajé rápidamente la escalera colocándome el gorro de mi polerón, estaban todos en la cocina así que no me vieron salir, me fui directo a una de las bancas del patio trasero, fumo cuando estoy nervioso o me siento mal, en este caso la razón era la ultima, sentía que si fumaba todo pasaría, de esa banca podía ver la ventana de su habitación, sentí que iba a estallar en llanto, no solo por ella, sino que por todo.

Xx: Te enfermaras acá – miré sorprendido, se sentó a mi lado y me abrazó, comencé a llorar desesperadamente, un abrazo de mi madre bastaba para desahogarme – ¿Es por ella verdad?
Ruggero: si – dije entre lagrimas y con una voz rota –
Antonella: no llores mi vida, todo se soluciona, cuéntame que sucedió – aparté mi cabeza de su hombro y la miré aun llorando –
Ruggero: lo peor de todo, es que el problema es que no ha sucedió nada – mi voz estaba cortada, no podía tragar con tranquilidad –
Antonella: se nota hasta en tus ojos que la quieres, si solo pudieras ver de la manera en la que veo yo, te darías cuenta de muchas cosas cariño
Ruggero: ¿Cómo que? – tenía un nudo hecho en la garganta –
Antonella: como que ella también te quiere, su mirada, su forma de hablarte, ¿Por qué no te la juegas por ella mi vida?
Ruggero: no quiero herir a nadie, no quiero herir a Gaston, ni a mis fans, tampoco a ella mamá
Antonella: no vas a herir a nadie, se que eso te haría feliz y todos los que nombraste quieren tu felicidad
Ruggero: pero sería egoísta, no quiero ser una mala persona – ya estaba un poco mas calmado –
Antonella: A veces mi vida, hay que velar por la felicidad de uno antes que la felicidad de otros, por un tema de salud y paz consigo mismo
Ruggero: probablemente tienes mucha razón – besó mi frente – intentaré tomar tu consejo
Antonella: eso es bueno – sonrió y se levantó, comenzó a caminar hasta la casa y pocos segundos me levanté yo y me dirigí hacía la casa un poco más atrás de ella, al entrar me encontré con Gaston y Agus, los saludé y aunque me preguntaron que me había sucedido, omití comentarios y subí al baño a mirarme en el espejo, mi cara estaba roja y mis ojos hinchados, me bañé y luego me fui directamente a la habitación, cuando entré me encontré con Karol durmiendo en mi cama, la vi y reí, me senté a los pies de mi cama pensando en donde iba a dormir, hasta que el sueño me venció e intenté acostarme a la orilla opuesta de la que ella estaba en mi cama, poco a poco me dormí  

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