Stole My heart- Ruggarol

Capítulo 41

Ruggero: Karol
Karol: ¿Qué?
Ruggero: ¿Preparaste ese pastel?
Karol: - Permanecí en silencio unos segundos – Ah... no, me lo dieron como presente de bienvenida
Ruggero: Coincidentemente es tu favorito – Dejó el pastel sobre la mesa –
Karol: Es que... me lo regaló Andrew
Ruggero: - Se detuvo y me miró sorprendido - ¿Andrew es tu vecino?
Karol: Algo así
Ruggero: Entiendo – Fue por los vasos a la cocina y yo me senté para cenar. Cuando volvió se sentó y permaneció callado unos segundos –
Karol: ¿Estás molesto?
Ruggero: No... - Comenzó a comer con la cabeza agachada –
Karol: Yo le aclaré a Andrew que te quiero a ti, que tú me gustas y que...
Ruggero: No es Andrew – Interrumpió –
Karol: ¿Ah no?
Ruggero: - Negó – Ocurrió algo... malo
Karol: ¿Qué cosa?
Ruggero: Tendremos que viajar antes a Estados Unidos
Karol: - Lo miré y un vacio me invadió - ¿Antes cuando?
Ruggero: Pues... 2 días antes
Karol: ¿Y por qué?
Ruggero: Problemas de organización
Karol: Ah – Dejé caer el tenedor suavemente y miré hacia otro lado evitando llorar –
Ruggero: ¿No... comerás?
Karol: - Negué con la cabeza – Ya no tengo apetito
Ruggero: Pero amor...
Karol: No tengo hambre – Lo interrumpí molesta –
Ruggero: ¿Necesitas dormir?, subamos
Karol: Quisiera... - Mi voz se quebró – estar sola
Ruggero: Me pone triste que estés así
Karol: Por favor
Ruggero: No te dejaré así
Karol: ¡Quiero estar sola! – Dije en tono alto –

Subí a mi habitación y me encerré en esta. Me senté en la cama y estallé en llanto, tallando mi cara con ambas manos. Intentaba no llorar pero me era difícil. Creí que estaba sola pero luego oí a Ruggero golpeando despacio mi puerta.

Ruggero: Vamos cariño, abre la puerta.
Karol: No.
Ruggero: Me duele saber que estás así, hablemos.
Karol: ¿Hablar de qué?, ¿De que te irás en dos días más y no te veré en un mes?, ¿De que no pasaras mi cumpleaños conmigo?, ¿Quieres que hablemos de eso?
Ruggero: No pienses que eso me da lo mismo
Karol: Es que eso parece
Ruggero: Entonces, si no quieres hablar, déjame abrazarte.
Karol: No quiero abrir la puerta, quiero pensar, quiero estar sola, sin ti.
Ruggero: ¿Por qué? – Oí que comenzó a sollozar –
Karol: Porque si, de todos modos estaré sola, deja que me adapte.
Ruggero: Karol...
Karol: Vete.
Ruggero: No me iré, no hasta que abras la puerta.
Karol: Pues entonces quédate ahí.
Ruggero: Bien, no pienso dejarte sola.
Karol: Haz lo que quieras.
Ruggero: Quiero abrazarte, besarte, déjame hacerlo.
Karol: No Ruggero, entiéndeme.
Ruggero: Amor
Karol: Que pases una linda noche.
Ruggero: Será una terrible noche, porque no podré darte un beso de buenas noches, no podré abrazarte.
Karol: Así será un mes entero, si es que no me reemplazas.
Ruggero: No seas así. Sabes que no te cambiaría.
Karol: Adiós.
Ruggero: Cariño...

Me metí en mi cama y apagué todas las luces, no podía dormir. Tenia mucha rabia con el, conmigo misma, con todos. Quería estar con mi papá, lo único que quería era no estar en esa situación.
No podía dejar de llorar, amo a Ruggero, no quería dejarlo ir.
Tenía mi celular en mano, de pronto comenzó a sonar y miré quien llamaba, era Ruggero. Dejaba que pasara a buzón de voz, tenía 4 llamadas perdidas de él y un mensaje en el correo de voz.
"¿Podría dormir contigo?, tengo frio."
Lo único que pensé fue en que aun seguía ahí y el suelo era helado. Pero podía bajar al sofá, así que ignoré su correo de voz. Hasta que volvió a llamarme y apagué el celular.
Sequé mis lágrimas luego de unos minutos, me destapé y me levanté de la cama. Esperé un poco, tomé algunas frazadas y algunas almohadas. Me dirigí a la puerta y la abrí. Ahí estaba, sin polerón, despierto y apoyado en esta.

Karol: Ten – Le pasé las cosas y luego me agaché – Te recomiendo que vayas a casa, ya abrí la puerta, era eso lo que querías.
Ruggero: - Negó – No solo eso
Karol: Ahora si tengo sueño Ruggero, vuelve cuando amanezca.
Ruggero: No es mi culpa que tenga que irme, tu me conociste así, este es mi trabajo.
Karol: Pues si, lo sé.
Ruggero: ¿Entonces?
Karol: Es que – Solté la puerta y me acosté en mi cama – Tengo miedo, aun soy una niña inmadura que tiene miedo a perderte.
Ruggero: ¿Una niña?
Karol: Eso dije. Todos me ven como una niña que lo que quiere es ser famosa y creen que me cuelgo de ti.
Ruggero: Pero no eres eso.
Karol: No, lo ultimo no, pero si soy una niña, la verdad no se si me aguantarás, hay veces en las que ni yo me aguanto.
Ruggero: Yo te quiero – Se recostó abrazándome por detrás – Y eso implica aguantarte.
Karol: Pero soy una niña, Candelaria es una mujer.
Ruggero: Ah... - Soltó una risa – Comprendo, es por Candelaria.
Karol: No solo por Candelaria, Rugge, sino que por todas las mujeres que puedes conocer allá.
Ruggero: ¿Por qué te cuesta tanto entender que tú eres mi mujer?
Karol: - Volteé quedando frente a el – Todo ha pasado tan rápido. Todo esto pareciera que no fuera una realidad.
Ruggero: Pero lo es, es nuestra realidad y disfrutémosla a cada momento.
Karol: Tienes razón, siempre tienes razón.
Ruggero: - Rió besando mi frente y luego bajó hasta mi boca – Eres tan especial, mi niña.
Karol: No me digas niña.
Ruggero: ¿Mi mujer?
Karol: Tampoco.
Ruggero: ¿Y como puedo decirte?
Karol: Mi amor, así está bien.
Ruggero: Bien. Mi amor...
Karol: ¿Si?
Ruggero: ¿Puedo confesarte algo?
Karol: Seguro
Ruggero: Yo...