Capitulo 61

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  Ignoré eso con una sonrisa y avancé tras Mike. Noté como Ruggero abría y cerraba la bolsa donde estaba el disfraz cada 3 segundos. Reía disimuladamente e intentaba desconcentrarme con otras cosas. Gaston a lo lejos se veía en una tienda de música, mirando guitarras. Jorge desesperaba por no encontrar las zapatillas que él quería y yo no sabía para que lado ir, así que me senté en una de las escaleras del centro comercial sosteniendo un par de bolsas. Las chicas me miraban y al instante se alocaban mirando a todos lados esperando ver a los chicos por ahí, unas que otras se me acercaban a pedir fotos o que les contara cosas sobre Ruggero, era divertido. Estaba con la vista pegada en un pensativo Ruggero que caminaba por una tienda de ropa masculina y hacia poses raras intentando imaginar cómo se vería con cada prenda que cogía. La pista acústica de mi canción favorita comenzó a sonar como si la melodía bajara la inmensa escalera. Gaston bajaba tocando la guitarra, una guitarra nueva, reluciente y muy linda. Llegó a mí y me pidió que la cogiera por unos segundos, accedí con el miedo de arruinar su guitarra otra vez. Volvió a subir las escaleras y lo seguí con la mirada. En menos de 5 segundos bajaba nuevamente, con dos cafés en la mano. Se sentó a mi lado, dejó su café a un lado, me ofreció el otro y lo cogí a gusto mientras él cogía su guitarra y volvía a tocar esa canción. La gente se acercaba admirando el talento que tenía tocando esas cuerdas. Las adolescentes se derretían ante la dulzura que él derramaba y yo disfrutaba oír el ritmo de la canción.
Ruggero se asomó por un espacio cómodo que había entre unas rubias americanas. Me notó ahí y me saludó con una sonrisa a la que respondí con tan solo ver sus ojos miel combinando con esa sonrisa. Una de las chicas lo abrazó y él ascendió a abrazarla también. La otra pidió una foto y una de ellas buscaba a alguien con la mirada quien pudiera tomar la foto. Yo que estaba muy atenta, dejé mi café junto a Gaston y me iba a dirigir a sacar la foto pero Gaston me habló terminando justo en ese momento la canción. Miré a Gaston y al oírlo me volví a sentar junto a él a escuchar las interesantes y divertidas cosas que decía, olvidando completamente la foto.
Al recordar a Ruggero y buscarlo desesperadamente lo vi entrando a una de las tiendas nuevamente, me acerqué a él siguiéndolo sin que se percatara. Entró a una tienda de juguetes y luego salió de ahí misteriosamente entrando a la tienda de en frente, que era para bebés y futuros padres. Al acercarme al ventanal de la tienda, una mezcla de sentimientos me invadieron, sentí de todo en mi estomago, desde mariposas hasta un gran dolor.
Él cogía unos pequeños zapatos rosados de lana y los observaba, corría su vista y cogía más y más cosas. Era inevitable sonreír al verlo con una sonrisa viendo todas esas pequeñas y adorables cosas. Su celular sonó y contestó, no oía nada de lo que hablaba, luego colgó y siguió mirando ropa de bebé. Iba a atreverme a entrar pero vi a Kendra entrando sin que ella me viera y se acercó a Ruggero a decirle algo. Suponiendo que ya debíamos ir a casa, caminé buscando al grupo. Pocos minutos después los encontré y me uní para no perderme en tal lugar.


Ruggero Pasquarelli.

Kendra me sacó de pensamientos, me dijo que la ayudara a escoger un regalo para uno de sus amigos que estaría de cumpleaños luego, así que eso hice saliendo de ahí y entrando a una tienda varonil.
Ruggero: Cuéntame cómo es él, para tener como una idea.
Kendra: ¿Físicamente?
Ruggero: Cómo sea.
Kendra: Ah pues, es un poco obsesionado con su apariencia, ya sabes, se irrita cuando se encuentra algunas imperfecciones.
Ruggero: Wow -Dije en un tono bajo y viendo las cosas de la tienda.
Kendra: Tiene un gusto parecido a ti, los comics, la música, los tatuajes.
Ruggero: Entonces... -Rosé mi mano por mi barbilla mirándola- Yo escojo algo que me guste y tu se lo compras.
Kendra: Si, básicamente eso.
Ruggero: Bien.
Kendra: ¿Tienes algo en mente?
Ruggero: No... bueno, si... la verdad es que no lo sé. ¿Le gusta nirvana?
Kendra: Si, si le gusta -Sonrió.
Ruggero: Podrías regalarle una camisa de Nirvana y la colección de discos o algo por el estilo, pienso yo.
Kendra: Cla... claro -Dijo tartamuda al mirarme.
Ruggero: ¿Mala idea?, es que no sé que más...
Kendra: No, no, para nada -Interrumpió.- Es una perfecta idea.
Ruggeri: ¿Te encuentras bien?
Kendra: Am... yo creo que -Miró hacia la salida de la tienda- Iré por agua, nos juntamos en la tienda de música.
Ruggero: Pero... -La miré con el ceño a medio fruncir.
Kendra: Me esperas allá, ni tardo -Dijo alejándose.
Fui a la tienda de música cómo ella había propuesto, ahí llego luego de unos minutos. Se encontraba diferente, la miraba y corría intencionalmente su vista tal como si no quisiera verme a los ojos, pero lo dejé pasar.
Salí un poco ansioso de ahí para encontrarme con mi hermosa chica. Siempre sonriendo, la sorprendí y ella lanzó uno de esos agudos gritos que provocaban un deseo de besarla instantáneamente.
Llegamos a casa y nuevamente teníamos habitación juntos, con una maravillosa vista. Un par de horas antes de partir a la prueba de sonido del concierto, me acurruqué con ella a dormir. ¿Dormir?, no eso exactamente.
Karol: Amor, tu frente está ardiendo -Exageraba en broma.
Ruggero: ¿Ya ves?, necesito atención médica.
Karol: Esto de acuerdo con eso...
Ruggero: ¿EN SERIO? -Me senté rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja.
Karol: Ajá, llamaré al servicio médico del tour, espera que no tardo.
Ruggero: ¿Qué? -Quité mi sonrisa- No, amor no...
Karol: Pero no te puedes quedar con esa fiebre horrible, llamaré al doctor.
Ruggero: ¡No, el doctor no! -Fingía llorar- Me da miedo el doctor, me pondrá una inyección.
Karol: -Reía- Está bien, solo porque no me gusta verte llorar.
Ruggero: ¿Qué tal si vas por una enfermera?, que sea... -La describía y ella se sonrojaba.
Karol: Me temo que ella no trabaja hoy.
Ruggero: Uh, mal muy mal -Dije negando con mi cabeza- ¿Mañana trabajará?
Karol: Tampoco, lamentablemente.
Ruggero: ¿Por qué? -Pregunté con un puchero.
Karol: Te contaré algo sobre ella, pero es un secreto.
Ruggero: Sé guardar secretos -Sonreí.
Karol: Oí por ahí que ella -Se acercó a mi oído- Se ha enamorado de un paciente -Dijo en susurro.
Ruggero: -Abrí los ojos como expresión de sorpresa- ¿Y cómo es él?
Karol: Pues, él es moreno, tiene los ojos más hermosos que ha visto, de seguro. Tiene una voz encantadora, una sonrisa que la mata y una personalidad que hace que su cuerpo se dejé caer con total seguridad en sus protectores brazos -Mi corazón se aceleró considerablemente.
Ruggero: Y yo que me he enamorado de ella... ¿No sabes si tiene alguna hermana gemela?
Karol: Me han dicho que me parezco a ella, o que ella se parece a mí. ¿Tú qué crees?  

Stole My heart- RuggarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora