Stole My heart- Ruggarol

Capítulo 48

Ruggero: ¿Lo dices en serio?, es una decisión difícil.
Karol: -Asentí- Estoy segura, quiero hacerlo.
Ruggero: Pero y si...
Karol: Rugge -Interrumpí- Estoy irremediablemente enamorada de ti...
Ruggero: -Sonrió y asintió mordiendo su labio- Te apoyaré en todo amor, si tú quieres eso, entonces cuenta conmigo.
Karol: ¿Cómo no amarte?, me haces tan feliz.
Ruggero: Y tú a mí -Me recosté colocando mi cabeza en sus piernas y mirándolo mientras hablaba- ¿Qué quieres tatuarte?
Karol: Nuestras iníciales, en mi muñeca.
Ruggero: Es tan especial que me digas esto... También tatuaré nuestras iníciales en mi muñeca, también quiero que estés en todo sentido para siempre en mi vida.
Karol -Reí- ¿Mañana?
Ruggero: Mañana no puedo, tengo que ir a un programa radial, M&G y más tarde tenemos el último concierto de Los Ángeles.
Karol: Wow, gran agenda. Yo pasaré el día con mi familia, los extrañaba mucho.

Cuándo ya el sueño se apoderó de nosotros, Rugge me cargó hasta la habitación principal. Por el sueño que me invadía no pude apreciar del todo la habitación, que por cierto Ruggero había preparado para ambos. Me recostó sobre la cama y quitó cuidadosamente mi calzado. Ayudé a cubrirme y luego besó mi frente con un cálido beso. No me di cuenta de cuándo se durmió él porque luego de eso caí en un profundo sueño.
Soñé pesadillas, soñaba que me iba, que me iba llorando, veía a mi papá intentando detenerme y no podía, aunque lo intentaba. Además, el recuerdo de mi mamá se metía en mis sueños. Pero peor aún, veía a Ruggero llorando y no lo podía consolar, me dolía verlo llorando, eso me mataba, lloraba de verlo así.
Desperté asustada, mis manos temblaban y lloraba desesperadamente. Sentí unas cálidas manos acariciando mis frías mejillas por las que corrían incontroladas lágrimas. Cuidadosamente me volteó para verlo a los ojos.

Karol: Tengo miedo, yo no quie..ero que su...sufras...
Ruggero: Tranquila amor, yo estoy aquí para protegerte.
Karol: Prométeme que te cuidarás, que no harás nada que puede dañarte -Permaneció en silencio, solo me miraba y limpiaba mi cara con sus suaves dedos- Rugge...
Ruggero: Lo prometo. No temas, duerme que yo estaré contigo y no te pasará nada malo amor.

Volví a voltear y esta vez me costó dormirme, intentaba no pensar en ese horroroso sueño, solo quería dormir y olvidarme de lo que había soñado.
A la mañana siguiente, desperté en la postura que había tomado antes de dormirme, solo abrí los ojos y permanecí ahí, sin moverme, pensando.
Ruggero entró a la habitación con el desayuno, se acercó a mí y de verlo sonriendo, sonreí también.

Karol: Pero si mi cumpleaños ya pasó...
Ruggero: No creerás que solo por ayer te iba a hacer o dar estos tipos de cosas, eres mi novia y te mimaré siempre.
Karol: -Reí- Gracias.
Ruggero: -Se recostó a mi lado- Luego te llevaré al hotel.
Karol: Todo esto ha pasado tan rápido y parece tan irreal, ¿En qué momento pasé de ser la chica de México a... tu chica?
Ruggero: "Tu chica" suena lindo -Sonrió- No lo sé, lo que sé es que no quiero pensar en eso, quiero vivir el presente y tener esperanzas para el futuro, en el que te veo a ti, conmigo.
Karol: -Lo miré y continuamente bebí un poco de café- Está rico.
Ruggero: -Soltó una carcajada y colocó una mirada tentadora- Por eso te amo.

Al acabar el desayuno, recordé que mi ropa estaba mojada y no traía otra prenda. Ruggero tenía todo preparado y había alquilado un auto por el tiempo que quedara de permanencia en LA. Fue al hotel por un vestido y lo demás, mientras que él se cambió de ropa ya que andaba vestido con ropa húmeda. Cuando llegó me vestí rápidamente y ambos ordenamos. Al terminar, salí para subir al auto pero antes de hacerlo Rugge me sugirió desde adentro que volviera porque se me olvidaba algo, revisé que me faltaba pero tenía todo lo que había traído. De todos modos entré y avancé hacía Ruggero, me paré frente a él con una sonrisa y acomodé su gorro que estaba mal puesto, me robó un pequeño beso y luego me entregó el polerón que había olvidado, reí y volteé para salir nuevamente pero me detuvo llamando mi nombre, lo miré y luego de su bolsillo sacó una llave diciendo que se me olvidaba esta, miré extrañada y sorprendida, ya que no era la llave de mi auto. Esperé unos segundos y luego se acercó más tomando mi cintura con una mano y enseñándome la llave con la otra.

Ruggero: Es tuya, de tú casa.
Karol: -Reí- No seas loco...
Ruggero: No lo soy amor, es tuya, esta llave y esta casa son tuyas.
Karol: -Mi boca se abrió en expresión de sorpresa- Buena broma... -Dije aún si creer, lo que causó una pequeña risa en él-
Ruggero: Amor, no es una broma, es un presente no solo de cumpleaños sino que también de nuestro amor.
Karol: Oh dios, no lo creo... ¡Wow! ¡Rugge!
Ruggero: -Esta vez rió fuerte- Me encanta cuando dices así mi nombre.
Karol: Dices que... ¿dices que esta casa es mía?
Ruggero: ¿Por qué te cuesta creerlo preciosa?
Karol: Es que... yo no me lo esperaba y... no debiste haber gastado dinero en la casa, con el auto bastaba y sobraba.
Ruggero: Hermosa, aunque me quedara un dólar para sobrevivir por el resto de mi vida, lo gastaría en ti. Porque tú eres mi vida y haberte comprado la casa que tanto querías, me hace feliz.
Karol: Ya está comprada... -Sonreí- Gracias, la cuidaré y la conservaré siempre y... no sé que mas decir, quiero llorar de felicidad, tengo el novio más hermoso del mundo
Ruggero: Eres tan dulce, sinceramente debo cuidarte de los chicos, una novia tan dulce y hermosa exterior e interiormente puede lanzar flechas de Cupido intencionalmente.
Karol: -Solté una risa- No te preocupes, esta dulce Cupida solo le lanzará flechas tencionalmente a su novio.

Salimos tomados de la mano y al salir, tomé la llave y cerré la puerta. Lo abracé y nos subimos al auto.
Era muy raro tener casa en Buenos Aires y en Los Ángeles y además un auto, aunque se sentía bien.
No tardamos mucho en llegar al hotel. Cuando llegamos al hotel entré apresurada para ver a mi familia. Estaban en la piscina, compartiendo con los chicos. Cuando nos acercamos los chicos nos miraron con esas miradas picaras que los caracterizaban. Me senté entre mi papá y Jorge, quité mis chanclas y coloqué mis pies en la gran piscina. Anita estaba conversando con Jorge y mi hermano, que estaba pegado a Jorgito ya que era prácticamente su ídolo.
Yo conversaba con mi papá, mientras Ruggero se divertía con las chicas y el resto de los chicos.

Karol: ¿Qué tal las cosas en casa?
Miguel: Todo está bien, el sueldo ha aumentado considerablemente y a tu hermano le ha ido muy bien en los estudios.
Karol: Y... ¿Has buscado, ya sabes... novia?
Miguel: -Rió- ¿A esta edad?
Karol: Si, eres joven, para mí lo eres.
Miguel: Para ti cariño, no para las mujeres.
Karol: No diga eso, a cualquier edad se puede encontrar el amor, jamás es tarde, ni temprano.
Miguel: ¿A qué te refieres con "ni temprano"?
Karol: Marie –Señalé a Marie que estaba en el agua con Tom- Tiene un año y ya tiene un apuesto novio.
Miguel: -Ambos reímos- Comprendo.

Papá actuaba raro, siempre lanzaba bromas o se reía constantemente y a veces sin razón alguna, similar a Gaston.
Decidí no preocuparme, puede que sea por el viaje.
Al rato los chicos partieron al programa radial. Valu, Caro, mi familia, Anita y yo fuimos de compras. Algunas chicas se tomaban fotos con mi hermano y no dejaba de reír, cuando se le subían los humos costaba bajárselos, aunque no siempre caminas por las calles y las personas te piden fotos.
Las chicas quisieron comprar pollo y las acompañé mientras papá y Chris fueron a comprar zapatillas.
La gente nos atendió súper bien, pedimos pollo para llevar y les compramos a los chicos para comer todos juntos después del concierto.
La tarde se nos pasó rápido, esta vez no fuimos al concierto para preparar una cena en mi casa, ya que en el hotel no podíamos. Mientras Ana y Valu cocinaban, papá y mi hermano fueron a comprar sodas y cervezas, Caro y yo preparamos la mesa y arreglamos la casa.
No tardaron mucho Chris y mi papá en llegar. Acomodamos las cosas y mientras los chicos estaban en el concierto vimos TV.
Los chicos llegaron cerca de las 00:30 Hrs. Cuando llegaron se sorprendieron de ver todo así. Era agradable pasar tiempos juntos. Las familias de Jorge, de Rugge y de Gaston habían viajado de vuelta a sus respectivos países. La de Mike y Agus llegaron junto con los chicos al igual que Katja y Tom, que habían dejado a Marie con una amiga de ellos.
Cada uno comía lo que quería y estábamos dispersos por el primer piso de la casa, era muy divertido y acogedor.
Me senté en la terraza a comer pollo con Ana, Jorge, Valu, Gaston, Christian y Rugge.
Comía de lo más bien hasta que el pollo me comenzó a asquear. En mi rostro se notaba la expresión de asco y Gaston me quedó mirando, lo solté y tomé un poco de jugo, pero me causó más asco aun. Limpié mi boca y luego corrí al baño, Ruggero corrió tras de mí. Cerré la puerta y Ruggero me esperó afuera. Voté todo lo que había comido y luego lavé mis dientes dos veces, pero me sentía un poco mareada.
Abrí la puerta un poco choqueada y vi a Ruggero parado ahí con un preocupado rostro.

Karol: Dime que, dime que tú si te cuidaste