Stole My heart- Ruggarol

Capítulo 66

Gaston: No se ve bien -Se acercó a pasos fugaces a ella, que aun seguía muy mal.
Paul: Hay que llamar una ambulancia
Jorge: Yo lo hago -Salió y bajó apresuradamente.
Me acerqué a ella, Gaston estaba sentado a su lado con su mano en la frente de ella, calculando su temperatura. No se veía bien, no la sentía bien, me destrozaba de a poco. La espera fue la más eterna de todas, creí que la ayuda no llegaría. Al llegar la ambulancia, me sentía extraño, no procesaba que sucedía. Pedí irme en la ambulancia con ella, que cada vez la notaba peor. Todos hablaban, cuando llegamos y bajamos de la ambulancia, los reporteros se amontonaron a preguntar cosas incoherentes en el peor momento, algunos preguntaban cosas como << ¿Qué hay entre tú y Ashley Tisdale? >> La rabia me invadía y los evadía para llegar a la entrada, tanta era mi desesperación que golpeé una de las cámaras apropósito, sería un caos mañana. Entré junto a los encargados del área de urgencia y la pasaron a una sala privada. Pidieron que me sentara en la sala de espera y eso hice, preocupado y asustado. Los chicos llegaron minutos más tardes, preguntaban cómo me encontraba, ni yo sabía cómo me encontraba.
Eran las 4 de la mañana, miraba el reloj cada 3 segundos, revisaba los mensajes en el celular. Medio mundo ya sabía lo de Karol. Lo que deseaba en ese momento era fumar, una y otra vez, debía calmarme, pero pensaba en que a ella no le gustaría eso, así que intentaba no pensar en eso.

Caminaba de un lado a otro, me afirmaba en las paredes, nadie tenía respuestas sobre el tema. No me di cuenta como ni cuando, pero estallé en llanto al no saber cómo estaba ella.
Mike se acercó a mí y me abrazó, respondí desesperado a su abrazo y en eso, se acercó un doctor, que a simple vista parecía ser inglés.
Dr: ¿Familiares de Karol? -Nos apuntó con expresión de duda.
Gaston: No, amigos.
Dr: ¿Algún familiar por acá?
Ruggero: No, nadie, pero yo soy su novio -Dije secando mis lágrimas con mi brazo.
Dr: ¿Me acompaña?
Ruggero: Si, claro que sí.

Le dejé mi chaqueta a Mike y avancé tras el doctor. El pasillo de la clínica era infinito y cuando llegamos a una puerta blanca, el se detuvo y pidió que también yo lo hiciera.

Dr: Aun no sabemos que tiene, por lo que no podemos inyectarle más que un calmante. Sus quejas han disminuido un poco, pero la fiebre no.
Ruggero: ¿Eso quiere decir que debe quedarse acá el resto de la noche?
Dr: Y del día también, en observaciones. ¿Cómo es que te llamas?
Ruggero: Ru...Ruggerl -Dije ansioso por abrir la puerta.
Dr: Escucha Ruggero, no sabemos a qué nos enfrentamos, hay dos posibilidades.
Ruggero: ¿Posibilidades de qué? -Confundido.
Dr: De que sea algo controlable y no tan grave, o lo contrario.
Ruggerl: ¡Pero como no va a saber! -Dije alterado- Usted es doctor, ¡Tiene que saber! -Grité.
Dr: Si no se calma tendré que correrlo de acá -Advirtió molesto.
Ruggero: Ella estaba tan normal -Sollocé bajando el tono de la voz.
Dr: Será nuestra prioridad saber que tiene, pero ya sabe, si no se controla olvídese de volver acá -Se retiró exhausto.

Esperé a que mis lágrimas cesaran y respiré hondo antes de entrar. Giré la manilla y abrí con ansiedad la puerta, ahí estaba ella, con una sonrisa adolorida al asomarme a la camilla. Me senté en una silla que estaba a un lado y cogí su mano.

Ruggero: ¿Cómo te sientes hermosa? -Acariciaba su mano.
Karol: Mejor -Dijo al cerrar sus ojos.
Ruggero: Te ves pálida.
Karol: ¿Si?, tengo mucha temperatura -Suspiró.
Ruggero: Los doctores están trabajando para ver que tienes -Sonreí.
Karol: ¿Crees que sea grave?
Ruggero: No, yo creo que no -Dije para darle más tranquilidad.
Karol: En la noche será el concierto, debemos ir a casa para que puedas descansar para la noche.
Ruggero: Am... No lo creo, es que... -Me acomodé- Tendrás que quedarte acá hasta saber que tienes.
Karol: Oh -Asintió sin ganas- ¿Cuándo será eso?
Ruggero: Yo... no lo sé aun -Suspiré apenado.
Karol: Pero...
Xx: Ya debe irse, estás no son horas de visita -Sugirió una joven enfermera. Al terminar de decirlo, se quedó parada inmóvil y boquiabierta- Ruggero Pasquarellu, de la Roller Band.
Ruggero: El mismo -Sonreí y Karol soltó una risa.
Xx: ¡Soy Amelia... y te amo! -Dijo muy energética, a lo que Karol volvió a reír.
Ruggero: ¡Y yo a ti! -Sonreí y me levanté a abrazarla haber si se movía.
Amelia: Oh dios, oh dios -Dijo al punto de casi llorar.
Ruggero: No llores Amelia -Me aparté y miré a mi novia, luego volví a ver la emocionada enfermera- ¿Sabes?, ella es mi...
Amelia: Tu novia, lo sé -Interrumpió con una sonrisa entre dientes.
Ruggerl: Ah, es que no quiero dejarla sola, me da pena irme y dejarla acá -Agaché la cabeza.
Amelia: Comprendo, no debes seguir -Rió a medias- Puedes quedarte unos minutos más, sino me matarán.
Karol: ¡Gracias Amelia! -Dijo sonriendo desde la camilla.
Amelia: Amy -Dijo al salir apresurada y cerrar la puerta tras ella.
Ruggero: Es como Ana -Caminó hasta la silla nuevamente.
Karol: Hace mucho que no sé de Ana, no contesta ni llama...
Ruggero: Oí por ahí que ya no está con Jorge, cambió de rumbo.
Karol: ¿ah?
Ruggero: Eso, no nos llama a ninguno de nosotros, no contesta ni responde en las redes sociales -Encogí los hombros.
Karol: Muy raro, pero bueno, volverá, ¿no?
Ruggero: Esperemos -Hice una mueca.
Karol: Creo que es mejor que vayas a casa a descansar.
Ruggero: No prefiero eso -Besé su mejilla.
Karol: Rugge, amor... hoy tienes un concierto, debes estar en buen estado, yo estaré bien.
Ruggero: No quiero irme, quiero quedarme contigo todo el tiempo que sea necesario -La miré directamente con los ojos brillosos.
Karol: No puedes hacerle esto a tus fans cariño -Sonrió y apretó mi mano.
Ruggero: -Suspiré- Bueno, pero dame un beso.
Karol: Todos los que quieras.
Ruggero: Quiero mil besos.
Karol: Ah entonces no -Giró la cabeza sonriendo.
Ruggero: ¿Por qué?
Karol: Porque terminaríamos mañana y debes dormir.
Ruggero: -Reí- Solo dos.

Respondió a mis 10 besos que le di seguido de esos dos. Abandoné la clínica apenado y todos lo notaban, era obvio.
Llegué y lo primero que hice fue dormir para evitar llorar. A la mañana fui a la clínica, pero me negaron la visita, Amelia no trabajaba ese día para ayudarme. Volví a casa preocupado, solo pensaba en que tendría, no recibía ni un llamado.
Luego del concierto, me avisaron que tenía una llamada, de un tal doctor Peyton...