Gaston: ¿A su cumpleaños?, ¿alguien como quien?
Karol: Aun no lo sé, pero tengo algunas personas en mente –Sonreí besando su mejilla y corriendo hasta la casa a hacer algunas llamadas.En la noche, llegó la familia de Ruggero. Pensaban quedarse en el departamento de Ruggero, pero mi casa era más espaciosa, así que ofrecí que se quedaran en mi casa.
Andrea: ¿Cómo le hiciste para tener una casa tan linda? –Observaba cada detalle de la casa, mientras yo preparaba un colchón de dormir en la sala de estar, para mí.
Karol: La compró mi padre antes de volver a Mexico.
Andrea: Está en verdad hermosa. Yo también pienso en venirme a vivir a Argentina en algunos años.
Karol: -Me detuve a mirarla y sonreí- Mi casa está abierta para ti.
Andrea: -Esbozó una gran sonrisa- Gracias. Yo creía que mi hermano y tú vivían juntos.
Karol: La verdad es que no, pero Ruggero se pasa la mayoría del tiempo acá.Ruggero y su padre dormirían en su departamento. Andrea y Sofia en una de las habitaciones. Irenne y Antonella en mi habitación. Y yo abajo.
Sofia dormía como un ángel, al igual que Andrea e Irenne. Antonella bajó las escaleras un tanto apresurada.Antonella: ¿Por qué no duermes arriba, cariño? –Me miró con preocupación.
Karol: No se preocupe, acá abajo dormiré bien. ¿O no le gusta la cama? –Corrí un mechón de mi cara.
Antonella: Nada de eso, es casi tan cómoda como la mía. Solo que, no puedo dormir pensando en que tú dormirás incomoda.
Karol: -Sonreí- Por favor, acepte dormir arriba, yo estoy bien.
Antonella: Pero solo por hoy, ¿bueno?
Karol: Tendré que pensarlo –Reí.
Antonella: -Sonrió y se acercó a mí, besó mi frente- Buenas noches, querida.
Karol: A usted –Sonreí.Volvió a la escalera. En el segundo escalón se detuvo y volteó a verme. Su cara reflejaba angustia y ansiedad.
Antonella: ¿Podría hablar contigo? –Preguntó desde la escalera.
Karol: Claro, cuando guste. –Sonreí levantándome del colchón y sentándome en el sofá, ella se sentó en este también.
Antonella: Verás, cariño. He notado a mi hijo tan feliz, tan enamorado, tan completo. Me habla de ti, me habla de lo feliz que es a tu lado. Me cuenta cosas que ni te imaginas, como un niño de diez años enamorado, quien quiere bajarle el sol y la luna a su amada -Reí- Nunca lo había visto tan así. Imaginé que al llegar vería a un chico feliz, pero al verlo abrazado de ti, superó todas mis expectativas.
Karol: El es muy dulce conmigo –Ruboricé.
Antonella: Lo sé, el es una persona de piel. El es mi único hijo hombre, por lo que es mi niño regalón -Rió- A lo que voy, es que si le sucediera algo malo, desearía que lo protegieras, lo cuidaras. Yo no estoy acá, tristemente. No sé todos sus problemas, no sé qué ha sucedido últimamente, a veces él no me quiere preocupar, no hemos hablado mucho por celular, ya que he llorado casi todas estas últimas llamadas. Yo quiero que mi bebé sea feliz, tú llegaste a él en el mejor momento. Por favor, prométeme algo.
Karol: ¿Qué? –Levanté la mirada, atenta.
Antonella: Prométeme que, estarás con él en las buenas y en las malas, le harás feliz y dejarás que él te haga feliz.
Karol: -Sonreí asintiendo- Lo prometo.
Antonella: ¿Palabra de mujer?
Karol: Palabra de mujer. –Volví a sonreír.
Antonella: Bien, ya debo dormir. Mañana iré con las niñas a comprar sus vestidos.
Karol: ¿Aun no tienen?
Antonella: Solo Irenne –Sonrió levantándose.
Karol: Yo... ¿puedo ir yo con ellas? –Apresuré a decir.
Antonella: Claro que podrías acompañarnos.
Karol: Hablo de, quisiera regalarles sus vestidos.
Antonella: ¿Qué?, no te preocupes de eso, querida. Tengo el dinero suficiente.
Karol: Quiero hacerlo, por favor. Me encantaría llevarlas de compras, tengo dinero.
Antonella: ¿Estás segura?
Karol: A mil por ciento –Sonreí.Al día siguiente, Rutgero y Bruno llegaron temprano a casa, yo dormía cuando de pronto escuché sonar el timbre muchas veces. Me levanté aun un poco dormida y abrí la puerta. Un sonriente Ruggero y un también casi dormido Bruno estaban parados frente a mí. Sentí sus brazos rodeándome fuerte en segundos. Apoyé mi cabeza en su hombro correspondiendo a su abrazo e instantáneamente me dormí.
Dos horas más tarde, estaba tendida en mi cama. Giré mi cuerpo mirando hacia mi otro lado. Ruggero se encontraba dormido. Tallé mis ojos con mis manos y corrí a la ducha. Al salir del baño del dormitorio, Ruggero ya no estaba tendido en la cama. Caminé hasta esta para tomar mi celular que estaba sobre. Sentí un agudo y sorpresivo "Boo" tras de mí.Karol: -Di un saltito y reí volteándome- ¿Cómo es que desperté en mi cama?
Ruggero: Cuando te abracé en la mañana, te quedaste dormida en mis brazos. Irenne y mi madre se levantaban, así que te vine a recostar. Luego de verte durmiendo, me entró sueño y me recosté a tu lado. Ya sabes el resto –Besó mis labios.
Karol: Último día teniendo diecinueve años, ¿qué se siente?
Ruggero: Corrección, tengo diecisiempre –Ambos reímos.
Karol: Mentira, mañana tendrás veinte y serás canoso con bastones.
Ruggero: ¿Así de viejito? –Preguntó haciéndose el ofendido.
Karol: -Asentí- Te hechicé para que luzcas así de viejito.
Ruggero: ¿Y hay alguna manera de quitar el hechizo?
Karol: Besando a la princesa.
Ruggero: ¿Y quién sería la princesa? –Rió.
Karol: La misma que te hechizó, tal vez. –Sus labios pronunciaron un suave 'quisiera', se acercó con lentitud y delicadeza a los míos y estaban a punto de llegar, cuando...- Oh dios casi lo olvido, debo salir –Corrí por mi celular y mi cartera, llegué a la puerta y lancé un beso antes de salir.
Ruggero: Cla... claro –Dijo ya estando solo.
Bajé rápidamente y vi que las chicas ya estaban listas, fuimos al auto rojo. Manejé con cuidado hasta el centro comercial, ya que aun me asustaba un poco conducir. Recorrimos muchas tiendas, las chicas se probaron muchos vestidos y al final, llegamos a casa con los elegidos, cuales fueron aprobados por todos.Bruno: ¿Tú tienes uno? –Preguntó al notar que todas tenían sus vestidos en manos.
Karol: -Asentí- Lo tengo de hace un mes.
Ruggero: Yo aun no lo he podido ver.
Karol: No lo verás hasta mañana, amor –Lo besé.
Sofia: Ugh.
Antonella: -Rió- ¿Quiénes más irán a la fiesta, hijo?
Ruggero: Los chicos, algunos amigos, las familias de los chicos, los guardaespaldas, otros amigos, Candelaria, Facundo... -Todos lo miramos sin dejar que siguiera.
Irenne: Espera, ¿hablas de... Candelaria? –Preguntó sorprendida.
Ruggero: Si... -El me miró y todos repitieron su acción.
Karol: Yo... -No sabía que decir, sus miradas me incomodaban.
Antonella: ¿Ustedes se siguen hablando con esa chica? –Nos preguntó a ambos, y asentimos con la cabeza.
Ruggero: Facundo es su novio, ya no es una ex novia acosadora.
Bruno: De todos modos, desde que esa chica hizo lo que hizo, no podemos mirarla de la misma forma.Pensé: ¿Hizo lo que hizo?, jamás le he preguntado a él por qué terminaron.
Sofia: ¿Jorge irá? –Todos reímos.
Ruggero: Si, le dije que irías y se puso muy feliz –Sonreímos.
Sofia: Mamá... -Miró a Antonella.
Antonella: Dime, dulzura.
Sofia: ¿Crees que Jorge esté enamorado de mí?
Antonella: -Asintió- Eres una niña linda e inteligente.Lo siguiente a eso, fue conversar por horas hasta caer la noche. Dos horas faltaban para que él tuviera veinte años. Ruggero decidió llevarme a dormir a su departamento, porque al parecer Antonella le dijo que no quería que durmiera en aquel colchón. Agarré mi pijama y ropa para la mañana, además de otras cosas personales. Me despedí uno por uno y subí al auto de Ruggero camino a su hogar. Encendí la radio y en la estación radial sonaba, esa canción que hace que un se erice por completo, en este caso, Forever Young de Alphaville.
Ruggero: ¿Estás bien? –Preguntó preocupado, pero no respondí. Mis lágrimas cayeron de la nada, en un abrir y cerrar de ojos.- Amor, ¿te encuentras bien? –No podía hablar, no mientras esa canción siguiera sonando, no en un auto, como la última vez. Se ganó en un lado prudente y estacionó el auto. Quitó la llave de este y la canción dejó de sonar.
Ruggero: ¿Qué sucede? –Me miró.
Karol: Esa canción –Sollocé.
Ruggero: ¿Qué tiene esa canción?
Karol: Recuerdo que esa canción sonaba -Pausé y lloré más aun- cuando tuvimos el accidente. –Me abrazó fuerte, por muchos minutos. Isa, extraño a Isa.Finalmente llegamos a su departamento a las once y media de la noche. Ya me encontraba mejor, aun con algo de pena, pero mejor. Poco a poco debía superar eso.
Fuimos a la cocina a preparar algo y conversamos de cosas sobre él, quizá lo hicimos porque el buscó la manera de olvidar la escena del auto. Terminé riendo a carcajadas, al igual que él. Sin control de mis ojos, miré el reloj de la cocina, 00:01. Esperé un minuto más para desearle feliz cumpleaños, ya que él lo hizo a las 00:02 en mi cumpleaños, debía coincidir y ser especial. Cuando el uno se cambió a un dos, me lancé a abrazarlo con toda la energía y emoción del mundo.
Karol: ¡Feliz cumpleaños!, ¡Felices 20, viejito canoso! –Reí.
Ruggero: Esto de que tengas diecisiete –Rió, lo besé inevitablemente.
Karol: Debía romper el hechizo, no quisiera regalarte un bastón como presente de cumpleaños –Reímos.
Ruggero: Amor –Sus ojos coquetearon con los míos.
Karol: ¿Qué?
Ruggero: Tengo un regalo para ti, ósea, de mi parte para ambos.
Karol: ¿Bromeas?, ¡es tu cumpleaños!
Ruggero: ¿Eso qué?, puedo regalarte cosa cualquier día del año, ven conmigo.
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Stole My heart- Ruggarol
FanfictionHay veces en la vida en las que sientes que todo te juega en contra, que pagas cada error que has hecho, que la vida nunca te volverá a sonreír, que dices "no puedo más", que nada ni nadie vale la pena. . . Pero en realidad, son solo pensamientos d...