Febrero había iniciado su curso y, de alguna manera, Jacqueline se sentía liberada, ella nunca había querido ocultarle algo a Joey y, muchas veces, se había sentido mal por ello. Ahora, podía disfrutar más su tiempo con Joey pues, ahora, como con Cristine, ninguno de los dos debía fingir. Cristine, por su parte, se había enfadado mucho con ella por haberse expuesto con tanta mentira y testarudez de por medio y, todavía seguía sermoneándola, advirtiéndole que su actitud solo le traería problemas y que también debía pensar en Joey.
Janick prefirió ignorar por completo su existencia, por el bien de ambos, tanto así que, ni siquiera le encomendaba ningún quehacer, ahogando sus penas entre los brazos y besos de las mujerzuelas y volviendo inclusive a la voluptuosa Tamara. A Jacqueline le dolía todo aquello, mas, trataba de disimularlo como pudiere; solo por las noches y de forma ocasional, se permitía algún llanto porque entendía que no tenía derecho alguno siquiera a sufrir.
—Este año nos iremos antes, Erick —Blaze comentó a su amigo, una vez a solas.
—¿Cuándo? —cuestionó intrigado.
—Dentro de una semana.
—¿Algún motivo en especial?
—Sí. Dejaré a Jack aquí —confesó apesadumbrado, ya de espaldas al otro.
—¿Qué...? —se horrorizó—. ¿Estás bien de la cabeza? ¿Cuánto piensas que se mantendrá a salvo aquí sola? ¡Y con Tamara, nada menos!
—Tamara no será problema, la llevaré conmigo y Cristine se encargará de cuidar a Jack.
—¡Es la segunda estupidez más grande que he escuchado en mi vida! ¡Dejarás a la muchachita en un burdel! ¿Y qué se supone que sucederá luego, eh?
—¡Ya está decidido, Erick! —Se dio vuelta para verle—. ¡No puedo permanecer junto a esa porfiada niña y no quiero hacerle daño! ¡Maldigo el día en que llegué a Devon y maldigo el día en que posé mis ojos en ella! ¡Es como un destino nefasto, como un castigo toda su persona!
—Entiendo... —se lamentó tratable—. Pero, creí que tendrías las fuerzas necesarias para resistir sus... "encantos". —Janick rió con amargura.
—Tú mismo lo dijiste una vez, Erick. Somos hombres y eso es más que suficiente y, como si no alcanzara, somos piratas, acostumbrados a tomar lo que deseamos... Estuve dispuesto a ser... estoico, perseverante... Mas, no puedo cuando ella me desafía con tanta renuencia... El solo ver el fuego de sus ojos detrás de ese hielo... me tienta, Erick; me tienta a llegar a ese fuego y quemarme... Sus ojos, su pelo... son como abismos invitándote a arrojarte sin pensar en qué será de ti... Y... prefiero morir antes que lastimarla...
Erick quedó sin habla; nunca pensó que su amigo llegaría a tales extremos, creyó que solo se trataba de un simple amorío o un poco más allá, pero, no en semejantes dimensiones.
—Te... apoyaré en lo que sea... —Irrumpió el silencio—. Solo... no hagas algo de lo que, después, te puedas arrepentir.
—No te preocupes, Erick... Quizás, con suerte, en la temporada siguiente, las cosas cambien.
—Espero que no. —Se marchó con sosiego de la habitación, dejando a Blaze pensativo.
Al anochecer, Jack bajaba de la alcoba de Cristine, parecía algo molesta, seguramente hubo una nueva reprimenda junto con el baño y, después de un tiempo, creyó oír "su nombre" en labios de Blaze, mas, la segunda vez, pareció tan real que se detuvo, segura de que él estaba detrás de ella, a tan solo unos pasos.
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El Legado del Capitán Rooth
عاطفيةJacqueline Renoir, es una niña que desconoce sus verdaderos orígenes, no conoce a su madre ni siquiera en alguna pintura y se rumorea que su padre no es tal. Criada entre la indiferencia y el odio, de su padre, el Barón Renoir, y de una sociedad de...