El asesino había escapado.En la oscura y retorcida calle no habían mas que charcos de aceite sobre el asfalto, y amarillentas luces en lo alto de los postes.
Puertas y ventanas estaban completamente cerradas, la gente dormitaba ajena a la encrucijada que existía en el exterior, no había ahí ni un alma a la cual interrogar. Ni un alma capaz de ayudar en uno de los casos mas importantes que había en todo el mundo.
No. L se llevó un pulgar a los labios al notarlo.
Había una chica. Había una chica ahí, debajo de una farola a unos diez metros de él, con los brazos cruzados y un vestido rosa chillón pegado al cuerpo como una segunda piel, que dejaba ver sin problema sus torneados muslos, su busto pequeño, su trasero redondeado, su cintura estrecha, y el innegable hecho de que se trataba de una prostituta. Y su única testigo.
L había arrestado a un par de ellas antes.
Se acercó hasta estar frente a frente con su la chica y pronto se sintió ligeramente turbado.
No solo era joven sino que también era la mujer mas bonita que hubiese visto. Era una verdadera lástima que se dedicara a lo que se dedicaba.
-¿Cuál es tu nombre?- le preguntó con voz fría, totalmente desprovista del deseo o la atracción que ella hubiera esperado.
-____... Pero puedes llamarme de cualquier forma.- dijo con una voz dulce, pero rasposa y llena de suspiros. Lo observó con curiosidad y formuló la pregunta que el detective había estado a punto de hacer. -¿Qué haces aquí tan noche? Pude ver tus ojeras desde hace un kilómetro. Deberías estar en tu casa, descansando.- repitió mientras balanceaba su peso de una pierna a otra y metía con precaución una mano en la diminuta bolsa que llevaba en un costado. Seguramente en busca de un gas pimienta.
Claro, pensó el detective, no debería haberle parecido muy confiable por su aspecto.
-Lo cierto es que soy detective, señorita _____. Estoy persiguiendo a un individuo que asesinó a una gran cantidad de personas a lo largo de todo el país y me temo que necesitó su cooperación en el asunto.- L volvió a analizarla de arriba a abajo en busca de cualquier rasgo sospechoso y la chica entrecerró sus encantadores ojos con escepticismo a la vez que ensanchaba su adorable sonrisa.
-Claaaro, detective- se burló haciendo con la mano un saludo militar. -Ya he jugado a esto antes, pero no jugare contigo, cariño. Lo siento.- le guiñó un ojo -No quiero que tú y tu amiguito se desmayen de cansancio en pleno acto... Ya sabes- rió -tengo amor propio-
"Tonta." Pensó L. Aunque en el fondo, sabía que la razón de que hubiese dicho tal cosa era que no quería arriesgarse con ser asesinada por un maniaco con olor a café y ojeras enormes. Sería más complicado el convencerla de haber hablado con la verdad que el seguirle el juego.
-¿Cuanto quieres por una noche?- preguntó con seriedad.
La sonrisa de oreja a oreja que tenía la chica se desdibujó levemente.
-No creo que puedas resistir una noche entera, amigo- Sentenció juguetona.L puso los ojos en blanco, aunque era verdad que no le habría desagradado tener que tocarla. No le desagradaría en absoluto.
Era demasiado bonita como para resistirse a tal pensamiento, y a final de cuentas, él era un hombre. En menos de un instante pudo imaginarla debajo suyo, gimiendo dulcemente contra su oído, con las manos aferradas fuertemente a su espalda; cálida y dulce.
Su cuerpo se tensó de pronto.
Tenía que dejar de lado sus fantasías. Tenía que concentrarse en aquel caso.En realidad querría hacerlo si las circunstancias fuesen otras, pero no lo eran.
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The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)
Fanfiction¿Quien habría imaginado que el mejor detective del mundo terminaría contratando a una joven y preciosa callejera para su propio uso, cuándo nadie hubo sospechado nunca que L fuese capaz de tener incluso las necesidades humanas mas básicas? ¿Quien ha...