En el que hay una tosca despedida

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Narra _____:

Ha pasado tan solo un día desde la muerte de Light, no obstante, en lugar de solucionarse todo, se ha puesto de cabeza.

-¿L?- digo titubeante.

El detective deja de escribir el cheque y después de firmarlo, me lo entrega.

-¿Q-Que es esto?- balbuceo, aunque solo estoy haciéndome la tonta. Sí, es verdad que mi sistema sigue adormecido por la infinidad de narcóticos que me han puesto para arreglarme los huesos en el hospital. Pero estoy lo suficientemente consciente como para comprender esto al menos. Sé lo que es... Aunque me gustaría no saberlo.

-Tu paga.- declara, con una frialdad que me deja tiesa. -Hablo por todos al decir que tus servicios han terminado por resultar invaluables a todo el equipo para resolver este caso, ____-san. Y si necesitas algo, cualquier cosa, de hoy en adelante, te pido que no dejes de contactar conmigo.-

Observo el papel que me ha puesto en las manos. Tiene mas ceros de los que puedo memorizar (estoy exagerando. Aunque la verdad es que si son demasiados. Los suficientes para que pueda vivir diez vidas sin tener que trabajar un solo día hasta mi muerte)

Nunca había tenido tanto dinero, y aun así...

-¿Q-Quieres que me vaya?- pregunto, y al alzar la vista lo veo encogerse de hombros.

-Podrías quedarte si lo quisieras.- murmura echándose un dulce a la boca. -Pero no te gustaría. Se hablará con todos los gobiernos involucrados, se presentaran las pruebas de lo ocurrido, y se repetirá lo mismo cientos de veces.-

¿Es que ahora se avergüenza de que me vean junto al equipo? A nadie más le ha permitido que se vaya. ¿Por qué a mi si? ¿Es que soy tan poco importante? ¡Ayude tanto como el resto!

Dijo que te amaba...

Por supuesto que lo hizo. ¡Creyo que se iba a morir! ¡Solo exageraba! Es un hombre, al fin y al cabo.

-¿Y... Y qué hay del funeral de Watari? ¿Cuando será?- al menos esto no puedo perdermelo. A Watari le agradaba, y él me agradaba a mi. Y ya que no he podido evitar que muriese, cuando mucho...

-Ya esta siendo organizado. No es necesario que vayas.-

Me quedo ahí, quieta, lívida, y finalmente reúno fuerzas para asentir. Hijo de perra. Hijo de perra.

-Oh- es lo único que acierto a decir sin echarme a llorar. Debe de ser culpa de los narcóticos, que me han puesto sensiblera.

-____-san...-

-¿Si?- me odio a mi misma por sentir este pinchazo de esperanza. De añoro.

-Fue un gusto trabajar contigo. Podrías haber sido, en otras circunstancias, una agente muy competente.- dice, tal vez creyendo que se trata de un muy gran cumplido.

¡Ja!

-En otras circunstancias...- repito, y le sonrío con crueldad. -Sí, seguro que en otras circunstancias lo sería. Pero tu ¿que harás tú ahora que tu caso ha terminado? ¿Tomar unas muy merecidas vacaciones?-

-Me pondré a resolver otros casos que se han juntado en el tiempo que me ocupe del de Kira...- y como si creyera que aun no ha terminado de pisotear mis esperanzas de un futuro juntos, añade -Estaré bastante ocupado, así que no es probable que podamos vernos de nuevo-

-Venga, pues bien por mi.- me felicito a mi misma con ponzoña, y aprieto el cheque entre los dedos, arrugándolo. -Esto de andarse quebrando la cabeza por problemas ajenos no es lo mío. Aunque lo admito... La paga es buena.-

Doy un paso adelante pero me corrijo. He estado a punto de ir a despedirme con un abrazo. ¡Y eso habría sido terrible! ¿Que tal si él lo rechazaba? ¿Que cara pondría entonces? ¿Como recuperaría la poca dignidad que me había permitido poseer? ¡Ni hablar!

Me doy la vuelta y hago una casual despedida con la mano.

-¡Adios, L, querido!- digo con mi mejor acento de callejera barata. -¡Fue un gusto hacer negocios contigo!-

Pues esa era mi despedida usual para el cliente usual.

Narra L:

Así que observé como se marchaba, bonita como una rosa, y como una rosa, llena de espinas.

Sabía que sobreviviría. Siempre lo había hecho. Aun si se convertía en una despilfarradora incorregible ese dinero le duraría al menos para toda la vida, y si por el contrario, era sensata y lo invertía en algo de provecho, su familia (por que seguro formaría una familia) se vería beneficiada por al menos diez generaciones.

Tendría una buena vida, de eso estaba seguro en al menos un noventa y nueve por ciento. Se compraría una gran casa, al fin tendría esa mascota que nunca se había podido permitir, y seguro no tardaría en encontrar a un joven respetable que estuviera loco por ella. Un joven apuesto, inteligente, de buena estirpe, que la amase tanto como yo nunca dejaría de amarla.

No le sería difícil dar con él. Al fin y al cabo, todo hombre al que se acercaba terminaba irremediablemente enamorado. Era encantadora como ninguna otra.

Y graciosa.

E inteligente.

Y le encantaba el sexo mas que ninguna otra cosa en el mundo.

¿Que más se podía pedir? Yo mismo jamás le habría dejado separarse de mi lado de no ser por el peligro que habría corrido de quedarse.

¿Que tal que apareciera una amenaza aun peor que Kira? Ahora que conocíamos la existencia de fuerzas más allá del razonamiento humano nada nos aseguraba que no fuera a llegar algo más mortífero y malévolo que las death notes. Y ____-san, con lo valiente e impulsiva que era, sin duda se habría quedado a mi lado a intentar luchar con ello.

¿Y qué si le ocurría lo que a Watari y acababa fría, sola, muerta en una habitación silenciosa?

No era un secreto que ya se había puesto de carne de cañón antes para intentar salvarme. Una costilla rota y un brazo fracturado. ¿Y qué si la próxima vez era la columna vertebral? ¿O el cuello?

Y ese shinigami no siempre iba a estar ahí velando por ella. En cuanto considerara que ____-san había perdido el toque, en cuanto se le pasara por la cabeza que ya no era tan interesante, seguro que la dejaría a su merced.

Y entonces... Entonces se moriría. Y si ella moría el mundo se volvería oscuro ante mis ojos, y ya no podría seguir viviendo sin saber que ella estaba ahí, en alguna parte, siendo como solo ella podía ser.

No. No iba a permitir que se pusiera a si misma tan cerca de la linea de fuego. No por mi. No por nadie.

Aunque me doliera en el alma tener que alejarla, imaginar un futuro sin su compañía, ver como me miraba de esa forma: como si la hubiese traicionado, y como intentaba hacerse la fuerte, como solía hacer cuando más perdida se sentía.

-Adiós, ____-san...- dije por lo bajo. Pero ya se había cerrado la puerta.


The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora