En el que hay una transmisión en vivo

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Días después:

-Watari ¿sabes en donde esta L? No lo he visto desde hace horas, y comienzo a aburrirme, así que lo estoy buscando para insinuarmele un poco...- hago una pausa y añado. - Además en este piso hay una puerta cerrada y yo no sé la contraseña para entrar ¿Tu la sabes?- pregunto mientras el hombre vacía algo de té en tres tazas.

-Sí, señorita, la sé- dice con amabilidad - y ya habrá adivinado que L se encuentra tras esa puerta, pero ha sido claro en sus instrucciones... No puedo dejarla pasar por que conoce sus intenciones y esta en un importante trabajo para la investigación de Kira. Transmitirá en directo en televisión para localizarlo.- me mira con lástima -lo lamento-

-No hay problema, Watari...- me abrazo a mi misma, tratando de hacer que se apiade y me diga la contraseña -Es solo que... No lo comprendo... ¿Por que me tiene aquí si ni siquiera me mira? En realidad, hasta me pregunto si no le pareceré atractiva o tan solo me ve como vería a una chiquilla-

-Me temo que... L la ha colocado en un concepto tan grande que no se atreve a hacerlo. La admira. Y eso es bastante inusual.- me entrega una de las tazas y añade -Si en verdad desea saber que esta haciendo en estos momentos encienda el televisor.-

Eso hago.
En la pantalla habla el empleado de un noticiario.

-A continuación verán una transmisión en vivo a nivel mundial desde la interpol.- la imagen cambia, y en ella aparece un hombre debajo el cual esta la etiqueta Lind. L. Taylor.
-...también conocido como L- son sus palabras.

Observo a Watari y suelto una risotada. -¡ese hombre no es L! ¡Jaja! ¿Acaso no ven que tiene cejas?- me detengo al notar que quizás he sido grosera. -lo siento, Watari, no se lo cuentes- sonrió.

-Kira voy a cazarte. Te encontraré...- amenaza el sujeto. -[...] lo que estas haciendo es malvado [...]- unos cuantos segundos después veo al hombre retorcerse con una mano en el pecho y morir.

Y con solo pensar que ese podría haber sido L... Se me revuelve el estómago.

-Watari, por favor, dejame ir con él. No diré nada y mantendre las manos quietas... Solo quiero... Quiero verlo...- solo por...

El anciano me mira y se debate, hasta que finalmente me suelta la contraseña.

-¡En verdad te lo agradezco!- exclamó levantandome y corriendo hasta la puerta cerrada.

La abro. Las luces están apagadas. L esta hablando por un micrófono a la pantalla de una laptop.

-Pero una cosa te aseguro.- dice -L es real. Yo existo. Ahora, trata de matarme. Date prisa. Vamos matame. ¿Que te pasa? ¿Que sucede? ¿No puedes hacerlo?-

Maldición L. No lo provoques...

Corro hacia él y le abrazo la espalda. -Detente L, no juegues con esto...- suplico.
Apenas se inmuta.
Aunque se que por interferencia mía se molestara con Watari y siento un pinchazo de culpa.

-Bien, Kira. Parece que después de todo no puedes matarme. Hay personas a las que no puedes matar... Me diste una pista útil. Te devolveré el favor, te diré...- me acerco para besarle el cuello. Esta bien. No esta en riesgo. Esta vivo, vivo, y Kira no va a matarlo.

-algo que creo encontraras interesante.- continua -A pesar de que esta se anunció como una transmisión mundial la verdad es que solo estamos transmitiendo en la región Kanto. Pensaba transmitir este mensaje en cada región del mundo hasta encontrarte. Pero parece que eso ya no será necesario [...]-
Introduzco mis manos bajo su camiseta y siento su piel estremecerse conforme recorro su abdomen y bajo a una distancia peligrosamente cercana al botón de metal de su pantalón, a pesar de que el pelinegro apenas si parece turbado por mi presencia. -obviamente estoy muy interesado en saber como cometes estos asesinatos sin estar presente, pero no me importa esperar un poco más. Podrás responder todas mis preguntas cuando te atrape. Volveremos a vernos pronto, Kira...- sentencia y de pronto -¡Agh!-

Aparto las manos casi en cuanto logro sacarle aquel jadeo. Empalidezco.
Ahora sí estoy en problemas.

L va a matarme.
Soy chica muerta.
Acabo de hacerlo gemir en televisión nacional.
Oh no.
¡Oh no!

Apaga el micrófono y solo entonces...

Solo entonces se gira a encararme.
Sus ojos grises no podrían mostrar más ira.

-No fue... - trato de alejarme hacia la puerta y tropiezo con mis propios pies de puro nerviosismo.

Todas y cada una de las alarmas de mi cuerpo se disparan. Me comienza la mas tonta de las risas nerviosas.

-No fue mi intención tocar de más, L...- intento pasar saliva en vano -lo siento... No creí que... No creí que fueras a... Seguramente nadie se dio cuenta...- Mentira. Todo Kanto debió haberse dado cuenta. -¡Que suerte que no era una transmisión mundial! ¿cierto? ¿L?- realizo un repliegue estratégico a la puerta para salvar mi vida, pero lo único que logro es terminar en el suelo, mirando hipnotizada un par de orbes dilatadas que no se alejan de mi ni un instante.

Con un par de ágiles movimientos L inmoviliza mi cuerpo bajo el suyo y yo quedo completamente indefensa.

-¿Watari?- mi llamada de auxilio no logra atravesar las paredes. No me queda más que un hilo de voz y no es factible que el hombre lo haya escuchado.

-Estas en problemas- dice L con voz queda.

Y se me ocurre el extraño pensamiento de que no es bueno hacer enojar a una persona pacífica y templada... por que una vez están molestos contigo son mas escalofriantes incluso que el mas temible matón de todos.

, estoy frita.

-De verdad lo siento- pregunto sin aliento. Resignada a no hacer nada para quitarmelo de encima. No contesta.

Su pecho sube y baja con violencia.

-¿Puedo decir algo?- formulo ligeramente aterrada.

Me observa, casi con odio.
-¿Te ves bastante guapo enfadado?- tanteo con voz temblorosa.

-Le dije que no te dejara entrar por que sabía bien lo que harías- gruñe con la voz parecida a un ronroneo, y me muerdo los labios para dejar dentro las estupideces que pugnan por salir de mi boca. -¿Tienes idea de lo que pasará ahora?-

De pronto me asusto, me asusto realmente. ¿Y si quiere romper nuestro contrato? ¿Y si me devuelve a mi callejón?

-L...-

No obstante sus labios me acallan, presionándose contra los mios con tal lujuria y tal violencia que de inmediato todo mi cuerpo se ve envuelto en llamas. Y, por una vez, me agradezco a mi misma el ser tan estúpida.






The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora