En el que una callejera guarda un secreto

8K 804 299
                                    

-¿Estas lista?-

L se acerca a mi silenciosamente y no puedo hacer mas que asentir.
Cierro los ojos esperando sentir sus labios entrando en contacto con los mios, pero los segundos pasan y el detective no hace movimiento alguno.
¿Que pasa ahora?

-¿Recuerdas la noche del 14 de abril, ____-san?-

Abro los ojos de golpe. ¿Que hace?
-Sí, la recuerdo. Fue cuando me contrataste...

-¿Recuerdas haber visto pasar, antes de que yo llegara a la escena, a algún individuo?- pregunta.

-Sí, por supuesto. No tenía nada de extraño pero le mire por un par de segundos. ¿Estas interrogándome?-

L asiente.
¡Así que de esto hablaba cuando dijo que comenzaríamos ahora mismo! Un interrogatorio.

¡Acaba de verme la cara! ¡Me ha estafado!

-¿Recuerdas alguna seña particular que este tuviera?-

-¡No lo sé!- grito molesta. -¿Que no pudiste hacer estas preguntas el día en que me llevaste contigo? Ya sabes ¿cuándo aun tenía el recuerdo fresco?- reprocho.

-Esa era mi intención en un principio, pero te encargarse de distraer mi mente con otros asuntos esa noche.- me echa en cara. -No podía dejar que te fueras estando ese asesino suelto.-

-¡Así que por eso me llevaste a la cama! ¡Era tu deber de buen ciudadano!- le grito sorprendida, y por que no decirlo, usada.

-Te habrías marchado de otra forma. Podría haberte retenido por la fuerza pero no quise hacerlo. Necesitaba ganarme tu confianza.- me mira -Ahora, por favor, limitate a contestar, planeaba desistir de interrogarte cuando fui a tu domicilio sin embargo, ahora que has revelado tener memoria fotográfica no desaprovechare la ocasión. ¿Que es lo que recuerdas de esa persona?-

Ojala te pudras en el infierno, L.

Le muestro los dientes y finalmente le doy lo que quiere.

-Era pelirrojo, con el cabello cortado casi al raz del cráneo, tenia un bigote espeso y mal recortado con unas cuantas canas esparcidas en él, portaba un traje lleno de pelusa, lo que seguramente indica que no vive en compañía de ninguna mujer (he aprendido a saber cuando un hombre es soltero con el paso de los años) y tenia el rostro muy muy rojo e hinchado, como si hubiese estado bebiendo. - me aparto un mechon de cabello pensando -La cantina mas cercana es la de Wendy Baker, pero no venía de ella, estoy segura. Sino de la de Pete Montgomery, lo sé por que tenía un par de pepinillos envinagrados ocultos en el fondo de su gabardina y esos solo se consiguen en la taberna de Pete. Balbuceaba cosas sin sentido en un idioma que no reconocí, y tenia la voz cascada, como la de un anciano. Y ¿sabes? Las voces suenan así cuando se trata de fumadores. Era alto y fornido, y temblaba, quizás sufriendo una intoxicación por el alcohol... No le calculo mas de uno ochenta de estatura. También había pisado una tachuela, podías escucharla si prestabas atención cada que daba un paso. Tenia arrugas alrededor de los ojos que lo hacían ver mas viejo de lo que supongo que era y dedos gordos como salchichas que terminaban en uñas redondeadas y astilladas. Unos cuarenta o cuarenta y cinco años, y pelo de gato en las perneras de los pantalones. Eso es lo único que recuerdo, L, ahora pudrete-

L abre los ojos como platos.
-¿Has grabado todo eso, Watari?- pregunta, y casi se ve mas pálido de lo usual.

La ventanilla baja con un sonidito automático y un hombre mayor mira en dirección nuestra, complacido por la información obtenida.

-Eso fue sorprendente, señorita- me congratula.

No. Fue terrible.
Frunzo el ceño.

-No me hagas hacerlo de nuevo, ¿esta bien?- pido. -Por favor-

L me analiza con curiosidad y finalmente asiente. -Te daré un bono cuando este caso este resuelto, ____-san. Tu cooperación ha sido muy valiosa.-

-No quiero un estúpido bono. Quiero que prometas que no lo harás otra vez.- le insisto con fiereza.

Me mira de esa forma de nuevo, como si estuviese con una adolescente tonta y caprichuda.

-Esta bien- se reclina contra el respaldo de cuero -Lo prometo. No te involucraré en ningún otro caso-

------------------------------------------------------

Soy conducida a un hotel que nunca antes había visto, y se me asigna una habitación con bañera y armario incluido, además de que se me permite recorrer la habitación mas grande a mis anchas.

-¿Sigues molesta?- pregunta L al cabo de un largo y tenso silencio.

-¿En verdad estas preguntándome esto?-

-Quiero que sepas que lo que hice contigo la otra noche no tiene nada que ver con el sentirme comprometido hacia mi deber de buen ciudadano. Hice únicamente lo que quería hacer. Ni más, ni menos. Y también cabe aclarar que mis intenciones no eran comenzar un interrogatorio al ir a buscarte a tu casa, _____-san, pero las circunstancias se volvieron propicias para ello y no podía pedirseme el desaprovecharlas-

-No tienes que darme explicaciones, ni siquiera tienes que tratar de ser bueno conmigo, he firmado un contrato y básicamente te pertenezco ahora. ¿No era eso lo que decía? Tu me alimentarías, me comprarías ropa, me sacarías a pasear y pagarías mi medico en caso de que me enfermase. Justo como a una mascota. Así que si ordenas que me desnude lo haré. Si ordenas que me recueste en la cama lo haré. Si ordenas que te describa a un sospechoso también lo haré.
¿Por que actúas como si las cosas fueran diferentes?- cruzo los brazos en actitud desafiante.

Se lleva a la boca un dulce de espiral y observa el techo conforme mastica.

-Por que eres mi amiga ¿no es verdad?- sus ojos me buscan dudosos y desvío la vista incomoda. -Disculpame si estoy en un error- añade con trazos de vergüenza en la voz -No soy bueno comprendiendo como funcionan las relaciones humanas y pude haberlo malentendido todo. Lo lamento, ____-san- repite.

Demonios.
¿Acaso nunca podre enojarme con él? ¿Por que tiene que hacerme esto?

Me acerco con recelo.Tomo asiento a su lado en el sillón y finalmente apoyo la cabeza contra su hombro, resignada.

-No tienes que disculparte, L. No puedo enfadarme contigo ¿sabes?- rio desganada -Ya lo he intentado pero... Tienes razón, somos amigos. Y los amigos no pueden quedarse enfadados todo el tiempo- murmuro.

Una leve sonrisa aparece en su rostro mientras ordena algunas hojas de la mesita que tiene en frente. Es una sonrisa de triunfo por haber tenido las ultimas palabras en esta discusión y aun así es suficiente para hacerme sonreír también. No importa que haya ganado. Pienso vengarme en algún momento cercano.

-Aunque...- añado reincorporandome para susurrar contra su oído -...he escuchado en alguna parte que el sexo fortalece los lazos de una amistad; no lo sé... Solo en caso de que no podamos reconciliarnos hablando- alzo los hombros fingiendo inocencia y río animada al ver su piel erizarse.

-¿Crees que voy a creer todo lo que salga de tu boca?- me pregunta seriamente antes de lamer con cuidado el glaseado de un bizcocho.

-No...- suelto un suspiro melancolico volviendo a sentarme sobre el mueble -Pero no se perdía nada con tratar...- admito.





The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora