En el que hay una lucha cuerpo a cuerpo

3.2K 331 19
                                    

-____-san...- antes de que pudiese decir otra cosa, sintió como de una patada lo derribaban al suelo. Por supuesto, _____ solo podía tener un par de meses entrenando, y por la forma poco profesional en que la miraba el entrenador, seguro que le dejaba hacer lo que quisiera. Estaba colado por ella. ¿Quien no lo estaba?

¡Por supuesto que no se harían la reverencia inicial, ni se estrecharían las manos! L había sido bastante imbécil por solo pensarlo.

-Me lo merezco- dijo, sobandose el sitio agravado con sumo cuidado. -Pero...-

_____ ya se había vuelto a lanzar contra él, y no solo eso, sino que a pesar de que pesaba menos que nunca (aun no había recuperado del todo el peso perdido en las torturas) se las arregló para entrelazarse con el cuerpo del detective de tal forma que antes de que este lo supiera, ya le había dado una voltereta en el aire.

Cuando se recuperó del dolor ocasionado por el caer de espaldas, L no pudo evitar pensar en la ultima vez que aspiró su aroma, que estuvo a esa proximidad de ella, siendo rozado por su cabello. Piel con piel, mismas respiraciones, moviéndose al mismo ritmo. Siendo una misma persona.

Le había hecho el amor entonces. Pero ahora, ahora más bien parecía que ____ deseaba asesinarlo.

Y no la culpaba.

-Defiendete- le siseó esta.

-Necesito que me escuches...-

____ le dio un cabezazo digno de un macho cabrío, que dejó al detective viendo estrellas y con el labio reventado, cubierto todo de sangre. Jamas, en todo el tiempo que llevaban de conocerse, se le habría ocurrido que su chica pudiese tener tanta fuerza. ¡Vaya necio había sido!

-____-san...-

Y ¡pum! Recibió un puñetazo de lleno en la manzana de Adán de su garganta, (____ estaba jugando sucio a todas luces, aunque era tan bonita que nadie iba a decirle cosa alguna) puñetazo que le dejó sin respiración y le impidió decir lo que fuese que se hubiera propuesto decirle.

Luego del puñetazo, sin espacio intermedio, siguió un rodillazo en la entrepierna que le hizo doblarse de dolor, y si ____ hubiese tenido un estilo de pelea en especifico (que no lo tenía, eso quedaba claro) habría sido el estilo de un perro bravo.

L trato de sacudirsela de encima, pero en vano. La chica ya se había abrazado a su cuello, y como una cobra constrictora le impedía el paso del aire a sus pulmones. Finalmente, cuando comenzaba a asfixiarse, logro darle la vuelta y atrapó sus muñecas a ambos lados de su cabeza.

-¡Basta!- le dijo -¡Basta, ____-san! Necesito que me escuches...-

Pero esta pronto se hubo liberado, antes siquiera de que el pelinegro comenzara a sentir el inmenso dolor en su antebrazo, ocasionado por el mordisco que su chica adorada le había proporcionado en un ataque de salvajismo poco propio de ella. O al menos, de la ____ que el conocía.

¿Que le habían hecho esos hijos de perra a su chica?

La sangre no tardó en aparecer en una decena de marcas de dientes que se le habían gravado en la superficie de la paliducha piel, y ____, ya de pie y mas furiosa aun, le atrapó la cabeza y sin darle tiempo a reaccionar, le dio un rodillazo en la frente que lo dejó fuera de combate. Casi.

L era más fuerte de lo que aparentaba, justo como ella. Le atrapó la rodilla en el acto y la atrajo al suelo, derribándola debajo suyo y apoyando todo el peso de su cuerpo en sus brazos y piernas para inmovilizarla.

-Por favor, ____-san... Dejame explicarte...-

Ella miró al público que los observaba casi con pánico. Ahora tenía una reputación que mantener. Ahora era una chica dura. ¡La chica dura! Que soportó toda clase de torturas sin resquebrajarse un ápice. ¡Y L no iba a llegar a arruinarlo todo otra vez!

Se incorporó un tanto para alcanzar sus labios y le besó, aunque el beso sabía a la sangre del detective y a la bilis de ella. Le dejó tomar confianza, como un gato fingiendo ser el amigo de un ratoncito, y en cuanto sintió que el detective se relajaba sobre su cuerpo, que se hundía mas y más en su boca para profundizar aquel acto de supuesto cariño, le mordió otra vez, con fuerza, y se soltó en cuanto él se apartó para detener el sangrado de su labio, poniéndose a gatas y luego volteando se rápidamente para sacudirselo de una patada llena de ferocidad.

Ahora si había entrado en calor, y ese beso la había conmocionado mas de lo que le habría gustado admitir nunca. Pero eso solo logró ponerle mas enfadada.

Bien, pensó L entonces, mejor así. Si _____ se enfurecía, cometería algún error, y en cuanto lo cometiera él la derribaría (Esta vez definitivamente).

Pero eso no llegó a ocurrir nunca, pues de pronto, vio como algo reflectante brillaba en el puño cerrado de la jovencita, y no pudo evitar llegar a la conclusión de que era un cuchillo.

_____ quería hacerlo defenderse. No. Quería mas que eso. Quería hacerlo encabronar. ¡Que le gritara! ¡Que le dijera que no siguiese comportándose como una perra! ¡Que no solo se limitara a detener el daño que causaba, sino que también se lo infligiera! ¡Ella podía soportarlo! ¡Ya había soportado mucho más!

Pero no. L seguía ahí, hablando con esa voz descorazonada, moviéndose de forma precisa, calculada, poco pasional. Mirándola con esos ojos... Esos ojos llenos de lastima.

¡Maldición! ¡¿Por que seguía tratándole como si fuese un objeto frágil?! ¡¿Como si temiese romperla?! ¡¿Que no le había probado miles de veces que no era así?!

¡Por eso la había alejado en primer momento ¿no?! ¿Por que temía que algo fuera a ocurrirle?¿Por que temía que fuese demasiado débil? ¿Que acabase muerta?

Si así era ¡¿Que derecho tenía a decidir por los dos?! Si ella quería arriesgar su vida para estar con él, ¡Pues bien! ¡Era su elección! ¡Ella podía hacer lo que se le pegara en gana! ¡Él no podía privarla de ello! Y sin embargo ¡lo hizo!

¡Quería pelear! ¡Pelear de verdad! ¡Hacerle doler tanto como a ella le había dolido el ser abandonada! ¡Demostrarle que podía con todo lo que se le pusiera enfrente! ¡Hasta con él! ¡Que podía hacer cualquier cosa que se propusiera! ¡Que no era débil, sino todo lo contrario! ¡Era fuerte, y lista, y mortífera,! Y...

En cuanto alzó el arma, el maestro y una decena de sus pupilos se le arrojaron encima para detenerla.

The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora