En el que el detective se entera de todo

3.2K 374 68
                                    

Narrador omnisciente:

-Pareces un cadáver andante.- comentó Mello al ver llegar al detective. -¿Que te ha pasado?-

L siempre hacia al menos una visita anual a los huérfanos del Wammys, y aunque por lo general, su llegada llevaba esperanzas y llenaba de coraje a los pequeños, ahora solo parecía una mala broma.

-Hola Mello. Matt. Near.- les saludó con un casi imperceptible movimiento de cabeza, y se sentó de cuclillas en el sillón mas cercano. -Por favor, no se fijen en mi presencia. Watari habría querido que viniese y...- en momentos parecía perderse, y sus ojos se cristalinizaban, en momentos solo parecía ser una sombra de lo que había sido -Por eso... Solo... Pretendan... Que no estoy aquí.-

Todo parecía dolerle, desde hablar hasta respirar, y a nadie le gusta observar a alguien que sufre. Es un sentimiento humano básico.

-¿Es por una chica?- le preguntó Mello, con una sonrisa inocente.

L suspiró, y aunque trató de negar con la cabeza, aquel esfuerzo pareció requerir demasiadas energías. Energías que no tenía para dar.

Su versión de la historia había sido bastante distinta. Como una semana después de que ____ dejase de llamarle por teléfono, se dió cuenta de que era un infierno estar lejos de ella. Tomó el primer avión que salía en dirección a Japón y al llegar, se encontró con la carta en su antiguo departamento.

Si es que a eso podía llamarsele carta.

"Ryuzaki, si lees esto... Bueno, no sé a que has venido, pero no te preocupes por mi. No quiero que vengas a buscarme. ¡Estoy mejor que nunca!
Te tengo maravillosas noticias, ¡he conocido a alguien! Iremos a vivir juntos, ¡tal vez nos comprometamos! ¡seguro te agradaría!

P.D. Gracias por el dinero."

Eso era todo, y si L hubiese tenido la mente mas en claro, el corazón menos destrozado y la vista libre de lágrimas que no iba a permitir salir, se habría dado cuenta de que, aunque de forma casi imperceptible, aquella letra era un tanto distinta a la de su chica, en las "r" y las "e".

Pero no lo hizo, no pudo, y había pasado toda una tarde atiborrandose con helado, pensando en ____, _____ recibiendo un anillo, _____ vestida de blanco, caminando hacia el altar a los brazos de otro hombre. _____ riendo con él, paseando con él, dándole una luna de miel que jamas iba a olvidar. ¿De verdad se casaría? ¿Por que no esperar unos cuantos años? ¿Por que no terminar sus estudios antes?

¿Tan fácil lo había superado? ¿Tan fácil se había olvidado de L?

Ya han pasado seis meses desde la ultima vez que la viste, no seas idiota.

Y aunque no podía culparla, tampoco podía dejar de pensar.

_____, _____, _____ con el vientre henchido, _____ en una ecografía tomada de la mano de su esposo, _____ con un bebé en brazos. _____ envejeciendo a lado de aquel hombre afortunado, _____ con nietos... ¡Oh, por todos los cielos! ¿Como había podido dejar que se fuera? ¡Él quería ser a quien eligiera, lo habría sido si no fuese tan idiota! ¡Él habría pasado por todas esas cosas si significaba que ella pasaría el resto de su vida a su lado! ¡Lo habría hecho! ¡Y ahora... Ahora la había perdido!

A partir de aquella tarde de miseria y arrepentimiento, L se había convertido en esa sombra que ahora visitaba el orfanato, resolviendo casos como una máquina y apenas permitiéndose tener tiempo para pensar en si mismo. Y en lo mucho que dolía.

-Ajá...- contestó.

-Haces bien. ____ Lovett es una buena chica. Bastante leal ¿eh?-

Todos miraron a Matt, quien recién terminaba de soltar aquella frase. Este, demasiado drogado como para que le importara, ni siquiera reparó en lo que acababa de decir. O en frente a quien lo dijo.

-¿A que...- L trató de controlarse, pues, quizás, no era lo que él había comenzado a sospechar. -¿A que te refieres?-

-Matt ¡callate!- vociferó Mello mirándolo como enloquecido. -No sabe de lo que esta hablando, L. No le hagas el menor caso.-

-¡Sí que sé de lo que hablo! ¡Tu estabas ahí, M. ¿Lo recuerdas? Es más, tu sugeriste esa tortura, la de...-

-¿Qué?- L había cobrado una palidez aun mayor de la que acostumbraba llevar siempre.

No es verdad. Que no sea lo que estoy pensando. Por favor, ¡que no sea lo que estoy pensando!

-Genial.- gruñó Near por lo bajo. -Miren lo que han hecho, par de bobos.-

L ya se había reincorporado, y había atravesado la mitad de la habitación a zancadas, para ponerse frente a frente con el muchacho de gafas.

-Explicate. Ahora.-

-No se lo digas, Matt...-

-¡Silencio!- L se volvió al joven, con los ojos llameando. -Habla.-

-Bueno...- este se removió en su asiento - Ya sabes... Se corrió el rumor de que ahora que Watari esta muerto, que una chica... Ya sabes, averiguó tu nombre. ¡Y era la única en el mundo que lo sabía! Pero a ti no te importaba. Dijiste que la dejaran en paz y que hicieramos como que no... Que no había participado nunca en el caso. Así que... Todos dijeron ¡eso es una locura! ¡Ni siquiera sabemos si es de fiar! ¿Y que si vendía la informacion al primer grupo de seguidores de kira que se le pusiera en frente? ¡Sería una locura! Así que... Así que nos encargaron la tarea de... ¿De que era, Near? ¿De poner a prueba su lealtad?-

Este asintió, luciendo de verdad miserable. -Sí...-

-¿Que...- la voz de L temblaba de pura rabia. -¿Que le hicieron?-

-No, Matt...-

-¡Callate la puta boca, Mello!- L, quien nunca les había alzado la voz, ahora parecía querer asesinarlos. -¡Dime lo que le hicieron!-

-Bueno... Ya sabes... Las torturas de costumbre. Frío, calor, electricidad, golpes, estrangulamientos, drogas, y umm... Supongo que fueron más, pero... Ummm... No lo recuerdo.- se interrumpió. -¡Vaya chica! En ningún momento reveló nada, L... Ni cuando, ya sabes, le amenazamos con la muerte. Llegó hasta el final sin decir una palabra acerca de ti.-

-¿Ustedes... Ustedes... Ustedes la... La...-
¿Estaba muerta? ¿____ estaba muerta? ¿Es que de eso se trataba todo? ¿De acabar con la ultima persona que conocía su secreto?

¡¿Era eso?!

-Oh no...- lo interrumpió Near, apenas antes de que el detective terminara por derrumbarse hecho una montaña de sollozos sobre el suelo -No la hemos asesinado. Solo fingimos que lo hacíamos. Le inyectamos un suero para hacerla dormir y cuando despertó hablamos con ella para hacerle una propuesta.-

L les miró.
-¿En donde?- tragó saliva, con una mirada asesina, como de desquiciado en los ojos. -¿En donde?- era incapaz incluso de terminar la frase, por la rabia, la bilis, las ganas de hacer que ese grupo de niños imbéciles sufriera lo que le habían hecho sufrir a ella.

Y les había considerado casi como...

-Esta aquí mismo, L.- contestó Near encogiéndose de hombros. -A esta hora, ya debe de estar acabando su entrenamiento.-

The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora