En el que se rompió una taza y...

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Narra ____:

Y por segunda vez, aquí estamos.
L y yo en un restaurante caro, y aunque han pasado meses desde la ultima vez, ambos seguimos recordando el desastre de la pasada cita como si hubiese sido ayer.

Por fortuna, esta vez si que vengo arreglada para la ocasión, con un traje de gala de hombre, (es decir un saco y unos pantalones de vestir) debajo del cual no llevo absolutamente nada mas.

Y aunque mi escote no es el menos provocador del mundo, ni mi charla la mas conservadora (he estado provocando a L comiendo de forma sugestiva todo el rato, solo para ver si logro hacerlo sonrojar) nadie me ha mirado mal desde que hemos llegado, lo que ya es un alivio.

Además, como esta mañana he mandado a todas las chicas de mi clase a la mierda, no es como si me importara decirle sus verdades a otro par más.

No quisiera que nada estropeara esta noche. Por que es la mía. Y por primera vez, estamos celebrando algo que yo he hecho bien.

Me explico, pues seguro ustedes aun no lo saben: Esta mañana, he acabado las lecciones en el Wammys, en un lapso de tiempo que no se había visto en años. Desde la generación de L.

Por supuesto, me han dicho que seguiré con los entrenamientos, y todas esas cosas, pero ya me he graduado de lo básico. Ahora puedo resolver casos del mundo real, y entrar en acción si la ocasión lo amerita, y sobre todo, puedo seguirle el paso a L, y ya no limitarme a verlo trabajar sin descanso cada tarde (en la noche hace otras cosas, si saben a lo que me refiero).

Si ahora, por ejemplo, alguien secuestrara el restaurante, me siento lo bastante confiada para poder detenerlo, y eso ya es decir mucho respecto a mis nuevas habilidades.
¿Quien iba a decir que una callejera fuera ahora una estudiante prometedora? Yo no, sin duda.

L tal vez, pero eso por que es muy listo.

-¿L?-

-¿Si, ____-san?-

-¿No será esto una prueba?-

No menciono lo de la propuesta de matrimonio pasada, pues nunca hablamos de eso. Vivimos juntos, peleamos para salir de la rutina, y tenemos mucho, pero de verdad mucho, sexo, así que es como si al final si hubiera aceptado, aunque saltandome la ceremonia y yendo directito a la cama.

Además, si me lo propusiera de nuevo, sería bastante incomodo. Incomodo tomando en cuenta que llevo un anillo escondido en los bolsillos del saco, y que dos personas no pueden proponerse al mismo tiempo. Sería una situación muy extraña.

Sus ojos me inspeccionan por un largo instante y finalmente asiente.

-Sí, ____-san. Es una prueba.-

¡Ah! ¡Pues mierda! ¡Ahí van mis planes de hacerselo en el asiento trasero de la limusina y luego pedirle su mano cuando hayamos acabado! ¡Magnifico!

-Ah...- digo, sin mucho entusiasmo.

-¿Has terminado ya de comer?-

¡Hijo de perra! ¡Entonces yo bien pude dejar de comer de forma sugestiva desde hace un buen rato! Probablemente no estaba ni pensando en mi, sino en la prueba.

-Ya se me ha quitado el hambre.- contesto de forma golpeada.

-Bien. Pues a dos mesas a tu izquierda, hay un criminal bastante buscado por la policía. Lleva en su chaqueta una agenda con los datos de su itinerario de las ultimas diez semanas, y tu deber es quitársela sin que se de cuenta, memorizarlas, y luego ir al cuarto de baño del tercer piso a buscar detrás de uno de los azulejos el teléfono que da a la agencia. Cuando termines un vehículo te esperara afuera para sacarte tan rápido como sea posible- suspira, con pesadumbre y añade. -Tendrás que seducirlo para que se quite la chaqueta, me temo, pues de ninguna otra manera se apartara de ella.-

The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora