The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)

En el que se forma una amistad de lo más extraña

-Escucha- digo tratando de controlar el nerviosismo en mi voz - ¿Qué pretendes? ¿Te desvistes y luego qué? Soy una bebé, según tú. Ni siquiera te pareceré atractiva.-

Suspira y casi veo como resiste el impulso de darse la vuelta para seguir con su trabajo. -Tengo seis años más que tú, a eso era a lo que me refería cuando dije aquello. Me pareces atractiva, sin duda alguna, el problema es que...-

-¡Bah! ¡Como si no hubiese visto muchos miembros como el tuyo!- refunfuño - Y ya que no tengo nada que hacer aquí, lo mejor sera que vuelva a mi calle. No me gusta que me paguen por no hacer nada. O que me tengan en una habitación por lástima. ¿Has entendido ya?- rezongo cruzando los brazos.

-Es peligroso andar allá afuera a estas horas. Si puedo evitarlo, no dejaré que salgas en toda la noche y menos con un asesino suelto - dice con frialdad, dando un par de pasos hacia mi.

Paranoico.

-Sé que es peligroso. Pero, por si no te has dado cuenta, ¡mi trabajo consiste en andar ahí afuera a estas horas! ¡Genio!- realizo un repliegue estratégico hacia la puerta para escapar de este sitio pero me detengo al escucharlo.

-¿Y qué si te contrato?-

-Se suponía que eso habías hecho- le escupo con recelo.

-Para un servicio, quiero decir.- específica.

Su voz es tranquila, modulada, pero lo que acaba de decir es extraño, increíble si tomamos en cuenta que se trata de el mejor detective del mundo, quien debería ser inmune a toda clase de deseo carnal hacia una mujer.

Casi puedo escuchar los engranes en su mente maquinando algo que no logro definir.

-¿Si te contrato te quedarás?- pregunta.

-¿Por que haces esto? Ni siquiera me conocías antes de esta noche, ¿en que puede afectarte si algo me pasa o no?-

-Si te contrato ¿te quedaras?- formula nuevamente, hundiendo las manos en los bolsillos de su pantalón -Di que lo harás- me mira expectante.

-No-

-Te pagaré lo que pidas-

-Adelante. Quiero seiscientos. ¿Me lo darás?-

-Si-

-Eres un mentiroso-

No me miren así. Lo es. ¿Que hombre en su sano juicio pagaría seiscientos dolares por una prostituta cualquiera?

- A veces. Pero no ahora.- dice acercandose a mi, como para darme un beso... O lanzarme una maldición.
-¿Tenemos un trato?-

¡Como me gustaría poder negarme! Pero esta hablando de mas dinero en una noche del qué gano en todo un mes y además es uno de los pocos clientes que he tenido que no es ni asquerosamente peludo, ni huele mal, ni tiene fetiches alarmantes, ni me da náuseas. Y que de hecho, es uno de los hombres más extrañamente guapos que he conocido.

Y... ¿Mencione que es L? ¿El mejor detective del mundo? ¡vamos! ¿Quien podría culparme?

Vacilo con el pomo de la puerta y finalmente lo suelto. Suspiro.

Me rindo. Ha ganado.

-Esta bien- musito -Esta bien- observo sus iris grises y dilatadas y me le acerco con precaución.

Asiente.

Hunde con cuidado el rostro entre mi clavícula y mi cuello, y siento sus labios recorriendo con una suavidad dolorosamente lenta tal extensión de mi piel.

Mis respiraciones luchan por mantenerse bajo control mientras reclinó la cabeza sobre la superficie plana de la puerta y cierro los ojos.
L muerde con cuidado el lóbulo de mi oreja y suelto un respingo.
Mis terminaciones nerviosas cobran vida propia con ese único gesto. Y me digo que esto no debería ser así, sino al revés.
Yo debería tener el control. No él.