En el que Light Yagami da una tutoría

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No me gustan las escuelas, menos las preparatorias. Están llenas de chicas consentidas y chillonas con vidas perfectas que se quejan si se les rompe poquito una uña. Están llenas de chicos que se te quedan mirando, que te lanzan notitas en la que te piden reunirte con ellos al final de clases y hablan de ti con sus amigos, o hacen apuestas para ver cual lograra llevarte a su cama.

Pero, lo peor del caso, es que esta llena de chicos y chicas que son de mi edad. Que nunca han sentido lo que es no tener dinero para comprar comida ni que sus padres no los consideren lo mas valioso del mundo. Nunca han tenido que trabajar para conseguir nada.

Y luego, esta Light Yagami.

Recuerdo aquella vez en que L me habló de él por primera vez. Me llamó a la sala y poniéndome una taza de chocolate caliente en las manos, me señalo la pantalla de monitor que tenía en frente.

-Bien ¿que te parece?- preguntó.

-Es un muchacho bastante impecable...- observé los expedientes que descansaban sobre la mesita de a lado. Se trataba de un joven castaño, con peinado de cantante canadiense, cuyas calificaciones eran tan impecables como su persona.

Cuando terminé de informarme y dejé a lado los papeles, noté que finalmente había captado la atención del detective.

-¿Qué?- lo interrogué. No solía mirarme con tanta fijeza, mas que cuando lo había irritado o cuando... Le interesaba mucho mi opinión al respecto.

-¿Qué piensas acerca de él?- insistió.

-Bueno, casi me atrevería a afirmar que él no me dejaría tooooda una noche sola, sabiendo que le tengo ganas.- gruñí incriminandolo. A pesar de que L pareció no darse por enterado de que la indirecta estaba dirigida a él -Además, miralo, es demasiado perfecto para ser real. Su mente es brillante. Y su padre es el jefe Yagami. Y sus horarios son los de un estudiante, los mismos en los que mataba Kira las primeras semanas antes de cambiar las reglas del juego. Y Kira tiene acceso a la información de la policía. De hecho, creo que comparto tus sospechas... Solo una cosa parece fuera de tono ¿Por que me lo preguntas a mi? Haz preguntas mas lógicas, recuerda con quien estas hablando, pregunta si me lo cogería o no y te respondere a eso de inmediato.-

-¿Lo harías?- preguntó mirándome con la misma intensidad de antes.

-¿Te molestaría si lo hiciera?- sonreí burlesca.

L apartó la mirada casi como si le hubiesen quemado mis ojos. -No, no me...- suspiró -...molestaría-

-Claro. Y por eso te fue tan fácil decir aquella simple frase.- continué riendo. Adoraba que se pusiese celoso de otros chicos. Era encantador.

Light Yagami también era encantador. La mayor parte de las chicas estaban locas por él, y no era de admirarse, el resto del salón estaba lleno de idiotas, literalmente idiotas. Y entre ellos, por supuesto, me encontraba yo.

Bien, tengo conocimientos básicos ¿si? Se sumar, restar, multiplicar y dividir, y ahí acaban todos mis conocimientos en matemáticas. De no ser por que le decía a L que fingía ser así de mala para que funcionara su plan de las tutorías, creo que se hubiese dado cuenta de que en realidad, aunque trataba de esforzarme mi mente no daba para más.

Afortunadamente, era tan mala que dos semanas adentro y la maestra ya me había encomendado a su alumno estrella.

Narra Light:

-No habíamos tenido tiempo de presentarnos- le digo a la chica con una sonrisa llena de galantería mientras la conduzco a mi casa aquella tarde. -Soy Yagami...-

-Lo sé. Todas las chicas hablan de ti.-

-Todos los chicos hablan de ti también, ____-san.- digo, galante -Dicen que eres la criatura mas bella que haya pisado la preparatoria, no sabes lo que muchos de ellos darían por estar en mi lugar.-

En realidad, no se equivocan. Tiene esa cintura estrecha, esas caderas amplias y ese pecho que lleva la ajustada camiseta de la preparatoria a la perfección. ¡Cielos, hasta hace lucir bonitas las horrendas calcetas que lleva, teniendo las piernas que tiene!

Además se mueve de tal forma, con tal gracia y tal sensualidad, que es capaz de poner duros a mis compañeros de clase con solo recargarles un brazo en el hombro o susurrarles una palabra al oído.

Las chicas ya la odiaban, al menos. Decían que no era más que una coqueta, con aquella falda tan corta, el cabello claro y ondulado tras la espalda y esos labios tan carnosos y obscenos llenos de brillo labial. Decían que solo buscaba una cosa, y esa era sexo.

Pero a mi no me lo parecía. Una espía también podía ser así de coqueta.

-No trates de ganarme con esas mentiras, Light Yagami- se ríe, hasta su voz es atractiva, dulce y rasposa, y terminada en un suspiro. Casi un quejido. Como el que soltaría una mujer cuando le hicieras el amor. -Seguro que de lo que hablan es del cacahuate que tengo por cerebro.-

Por supuesto, algún defecto había que tener. Sí, era una diosa del sexo en carne y hueso, aunque las clases simplemente no se le daban.

Supongo que cuando estas tan ocupada siendo la seducción en persona y teniendo a todos los jóvenes de una clase atentos a cada golpecito que te des en el muslo con aquella pluma, no puedes concentrarte en algo tan banal como las formulas matemáticas.

-Tan solo es falta de practica.- le digo -Y yo voy a ayudarte, ¿recuerdas? Haremos un buen equipo.-

Ryuk camina tras de mi en silencio. Podría estar burlándose, pero no lo hace. Supongo que también se siente algo intimidado por la belleza de esta chica. Aunque nunca antes me había planteado el que a un shinigami pudiese gustarle una humana. Eso debe decirte algo en cuanto a _____ Lovett.

-Sí, seguro que encajaremos como dos piezas de un rompecabezas.- ronronea.

Me tenso un segundo, al pensar en el doble sentido que podrían tener sus palabras, pero pronto sigo mi camino como si nada hubiese pasado. ¡Maldicion! ¿Quien iba a decir que a mi también iba a afectarme?

La dejo adelantarme solo un instante para reponerme, pero la sola vista de aquel trasero redondeado oculto bajo su falda tablonada me hace desistir de mi intento, y la alcanzo en un segundo.

-Por cierto... Lamento que tener que importunarte en tu casa. Ofrecería la mía, pero mi padrastro es... Un completo patán... No querrías conocerlo.-

En cuanto dice esto, mis sospechas vuelven y ya no tengo que preocuparme de tener una erección aquí mismo. Sino de recibir más información acerca de su dudosa procedencia.

-Tal vez querría, solo para aplacar sus preocupaciones.- murmuro - Que sepa que soy de fiar. Supongo que no le agradaría saber que su hija visita la casa de un desconocido cada tarde sin decirle nada.-

Veo sus ojos, grises y bonitos llenarse de tristeza, y su voz suena mucho menos sensual cuando escupe.
-No. En verdad, no quieres conocerlo.-
Como si cada una de dichas palabras le supiera a vinagre.

Cuando por fin llegamos a casa, la cara que le dirige mamá me basta para saber que no la aprueba. Me dice que tenga cuidado (y no me dice que no vaya a embarazarla o arruinaría mi futuro, pero se infiere con su barbilla temblorosa) y que deje la puerta abierta.

Mierda, ¡hasta mi madre sabe que la chica en cuestión es una maldita bomba sexual en potencia!

-Lo lamento.- le digo al llegar a la parte superior de las escaleras. -No suelo traer muchas visitas. Y menos unas tan bonitas como tú.-

Se ríe y me da un codazo (hasta los codazos los da de una forma en que te haría pensar en que quiere acostarse contigo) y me dice que deje de halagarla tanto, o comenzara a creerselo.

Yo opino, por la forma en que me ha comenzado a latir el corazon dentro del pecho, que ya debería de saberlo.

The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora