Subimos de intensidad, ahora lo tomaba del cuello y él de la cintura. Nos separamos por falta de oxígeno.
— Sigo pensando que esto esta mal—bajo la mirada, lo volví a besar.
— En un año más sere legal y podremos estar juntos sin ningún problema, aparte mi mamá preferiría que estuviera con alguien que papá y ella conocen, te tienen mucha confianza. Y si mamá acepta, Robert también tendra que hacerlo—sonreía, en serio lo quería a mi lado. Asintió.
— Tienes razón—me beso.— No recuerdo a que venia.
Rei, claramente está bromeando.— Ah ya recordé. Monica está abajo dice que si le mandas su vestido.
— Ves que si recordabas—jugando tome el vestido de Monica y se lo di.
— Gracias preciosa—me beso y bajo.
Seguramente en esté momento sonreía como una tonta.
Cuando baje todos me miraron sorprendidos más que la primera vez cuando baje con el vestido celeste. Los alagos sobraron, igual debo admitir que ellos se miran guapos, y Rose parecía una pequeña princesa.
A la media hora comenzaron a llegar mis amigos y amigos de ellos, y estaba bien. Realmente me hacía falta socializar, pero había un chico llamado Matias que era realmente pesado. Se la pasaba detrás de mi intentando besarme, pero no le dije a Robert por que se que se pondría como loco, y no me quiero ni imaginar lo que haría. Los chicos y mis padres estaban en la terraza bailando y bromeando, según prefieren dejar a los jovenes a solas para que no se sientan vigilados y puedan gozar de la fiesta. Pero yo creo que lo hicieron por que mis amigas los estaban acosando, aburrida sin nada que hacer solo esconderme de Matias subi con ellos a la terraza. Ninguno estaba ebrio, a excepción de Robert, los demás habían tomado con moderación.— ¿Qué haces aquí enana? ¿Se fueron tan pronto tus amigos?—me pregunto mientras me sentaba a su lado.
— No es eso, la fiesta está de flojera. Cada quien está en su mundo, aparte hay un chico que sólo anda detrás de mi—suspiré mientras miraba a Scarlett y a Chris bailar, la verdad es que ella no me provocaba celos ni nada.
— ¿Quieres qué lo mate?—bromeó y rei.
— No gracias, no quiero que te metan a prision solo por un chico molesto—me levante y me recargué en el barandal de la terraza mirando el mar. Si no fuera por la música y los gritos de mi padre todo sería perfecto.
— Hola preciosa—me susurro alguien a mi lado, se exactamente de quien se trata.
— Hola—le sonreí y se quedo a mi lado, ninguno decía nada solo mirabamos el mar.
— Danik, ¿podríamos ir a caminar a la arena?—me pregunto Rose gritando sobre la música, asenti y le dije que le preguntara a su mamá si la dejaba—. Si me deja, le dije antes a ella y me dijo que te preguntara si podias.
— Ire con ustedes, no quiero que les pase algo—nos dijo y asentimos, así que salimos. Matias me miró con Chris y vi como lo miraba con odio, pero Chris ni se había dado cuenta de su existencia.
Chris y yo tomamos a Rose de las manos y la levantábamos jugando como si diera saltos. Por un momento me imaginé asi con él pero con nuestra hija, era un pensamiento apresurado pero lindo, al menos de mi parte realmente deseaba que se cumpliera. Caminamos alejándonos un poco de la escandalosa casa, nos sentamos ambos en la arena mirando como Rose se acercaba al mar y cuando las olas llegaban a la orilla corría alejándose de ellas, su risa desesperada por que sus pies no fueran salpicados en momentos nos hacía reir a nosotros, senti el brazo de Chris en mis hombros, me acerque más a él pegando mi espalda en su pecho, ahora me rodeaba del vientre, me sentía realmente protegida, aunque ninguno dijera nada para mi seria un momento inolvidable.
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Niñero en problemas [Chris Evans]
أدب الهواةElla una niña consentida que hace lo que quiere y él un amigo del padre que acepta cuidarla. Después de todo Danik termina confundida por las sensaciones que se provocan cuando está cerca de él.