dulces besos ; ecko ©

02

Desde que empezó esto no puedo despegar mi vista de Ecko, voy admitir que desde que lo vi por primera vez no pude despegar mi vista de el. Trato de ir a todas las fiestas a las que el vaya para poder encontrarmelo, obvio que siempre lo veo pero el ni siquiera me mira. Es como si fuera un fantasma para el.

sonrio triste.

Creo que debería calmarme y dejar de "seguirlo" por asi decirlo, parezco loca. Ayer fue la primera vez que cruzamos palabras y no fue muy amable que digamos.

- Deja de mirarlo - me susurra Martha y yo me hago la tonta.

- ¿Que?

- Dale boba, no te hagas - dice tomando de su vaso; estamos en la fiesta de Marcos Mansilla y de Damian Mansilla.

- No se de que hablas.

- Hace mas de dos meses que lo venis mirando y no solamente en el quinto... no soy tonto, ¿o te pensas que no me doy cuenta que preguntas cada vez que salimos si va a estar el? - dice - Ayer no te trato muy bien y estaba mirando, por eso me acerqué a hablarte. No es de ser muy amable, le gustan mucho las chicas y es re agrandado.

Lo miro y se que tiene razon, cada noche esta con una chica distinta y eso me molesta. ¿pero que puedo hacer?

- Me gusta - admito por primera vez en voz alta. - No puedo avitarlo, estoy segura de que algo voy a lograr.

El rie.

- Seguro si, sos muy linda pero se que te gusta para estar con el mucho tiempo y si se da, no creo que te quiera para mas - dice y siento que mi corazon se aprieta - No quiero que te lastimen amiga.

Le sonrió y el hace lo mismo.

- No va a pasar nada...

Unos minutos después Lautaro encuentra a una chica y se va con ella para arriba.

Veo a Matias subir y no puedo evitar seguirlo, lo sigo de cerca y noto que no hay nadie en el pasillo... ¿Donde se metio? paso por frente de una puerta y alguien me toma del brazo metiendome al baño.

Mi corazón comienza a latir fuerte al darme cuenta de quien es.

- ¿Porque me estas siguiendo? - pregunta.

- Buscaba el baño - miento y ecko me mira fijamente.

- Mentirosa.

- ¿Que?

- Mentirosa - repite y suelta mi brazo.

Se acerca peligrosamente y yo retrosedo dando mi espalda contra la puerta. El coloca un brazo al costado de mira cara y me mira sin ninguna sonrisa.

- No estoy para pelotudeses de nenitas chiquitas - dice seriamente - ¿Porque mierda me seguías? O mas bien ¿Por que me miras siempre y vas a donde yo voy? - pregunta - no soy estupido.

Me quedo impacatada cuando dice todo eso y no se que mierda responderle.

Acerca mas su cara a mi y me da una sonrisa llena de egocentrismo.

- ¿Que? - dice - ¿Pensaste que no me daba cuenta?

- No de que carajo hablas - respondo - estaba buscando el baño y lo encontré.

- Se que estoy muy bueno - dice sonriendo - ¿Pero tanto para que nenas como vos me sigan y mueran por mi?

Su cara muestra alto nivel de victoria, como creyendose la gran cosa. El enojo se apodera de mi y decido responderle de la mejor manera.

- Si te seguía ¿y que? - Respondo y el me mira sorprendido. Por supuesto que no se esperaba eso.

El se separa y me mira.

- ¿Que? ay no... me digas que no te esperabas eso - me burlo y cruzo mis brazos.

El vuelve a mirarme mal y también se cruza se brazos.

- ¿Se puede saber por que? - pregunta - ¿O acerte cuando dije que lo haces porque estoy muy bueno?

- Veo que no sos muy inteligente eh - digo - Me gustas.

Su cara de egocéntrico en estos momentos pasa a una de confusión.

- ¿Y me lo decís asi?

- Aja - digo sonriendo.

El vuelve a acercarse y me toma de la cintura.

- Pense que eras timida - dice y con todo el auto control del mundo trato de no darle un beso justo ahora - ¿Entonces queres? ¿garchar? eso se puede arreglar.

Suelto una carcajada y el vuelve a mirarme confundido. Se que después voy a morir de vergüenza pero que mas da, la vida es una y si no vivo cada minuto no voy a poder vivirlo después.

- No quiero eso, quiero lograr que yo te guste.

El empieza a reír y mi dignidad esta por el suelo en estos momentos.

- Que graciosa sos...

- Flor, me llamo Flor.

- Bueno, Flor, que graciosa sos eh - dice riendo - Estuve con minas mas lindas y no llegaron a gustarme ni un poco y te pensas que vos - me señala - ¿Vas a ser la exepcion?

- Si - respondo - Con el tiempo veremos.

Salgo del baño y lo dejo ahí dentro, camino hasta abajo con una sonrisa de victoria en mis labios y por supuesto mi dignidad por el piso.