— Cerra la puerta, enana — me dice Marcos cuando todos entramos a su casa.
Cierro la puerta y me siento en unos de los sillones.
La fiesta se puso aburrida asi que mks propuso venir a su casa un rato y todos accedimos; Frijo, Dam, Martha, Midel, Ecko, Duki y yo.
Miro la hora de mi celular y dan las 5:34 de la mañana, suelto un bostezo y Marcos me da una sonrisa.
— ¿Queres ir a dormir? — me pregunta.
— Estoy cansada.
— Anda a mi cuarto — me dice y yo me pongo de pie.
— Cualquier cosa me despertas — le digo y le doy un beso en el cachete.
Saludo a todos y abrazo a Martha, subo las escaleras y noto la mirada de Ecko en mi espalda.
Abro la puerta del cuarto y me sorprendo al ver lo ordenado que esta, Marcos siempre tiene todo hecho un desastre.
Me saco las zapatillas y saco de mi mochila un short negro deportivo y me dejo la remera que tengo puesta.
Boludeo un rato con mi celular hasta que la puerta se abre y Matias entra con una sonrisa.
— Hola Mariposa.
— Hola — digo sonriendo — ¿Que necesitas?
— Quiero dormir, ¿Puedo? — dice señalando la cama donde estoy.
— ¿Y porque no te vas a tu casa?
— Que mala estamos — dice sacandose las zapatillas y la gorra — quiero acostarme un ratito.
No digo nada y cuando se mete abajo de las colchas conmigo trato de estar lo mas lejos posible de el.
— ¿Por que estas tan lejos? — pregunta.
— Dejame dormir.
Unos segundos despues me agarra de la cintura y me arrastra contra el.
Sus manos agarran los bordes de mi short y lo bajan lentamente hasta que me lo saca por completo.
Comienza a besar la parte de atras de mi cuello y pasa su mano por mi entrepierna con paciencia.
— Matias...
— ¿Que?
— No me tortures.
Termino de decir eso y me penetra con sus dedos de una manera salvaje.
Me muevo contra el y siento como su amigo crece de a poco. Sus dedos hacen magia conmigo y cada vez van mas rapido.
— ¡Nacho! — gimo cuando el orgasmo me invade y sonrie en mi cuello.
Juega un rato mas con mi cuello hasta que una de sus manos toma la mia y la coloca encima de su pantalon.
Se lo que quiere, bajo su cierre y su pantalón.
Mi mano toma su amigo y el suelta un gemido, aumento el ritmo y escuchó como gime mi nombre.
Unos segundos mas y respira salvajemente, y mi mano se moja cuando se viene en ella.
Los dos respiramos entrecortadamente.
— Resultaste ser todo un diablito — me dice sonriendo y dejando un beso en mi mejilla.
— Tengo que... limpiarme — digo y el asiente sonriendo.
Voy hasta el baño y cuando vuelvo el se esta poniendo las zapatillas.
— ¿No te quedabas?
— No — dice y se acomoda la gorra — tengo otras cosas que hacer.
se pone de pie y cierra la puerta.
Y yo me quedo parada en el medio de la habitación.
— ¿Que paso? — dice Lautaro entrando en el cuarto y se acerca a abrazarme cuando rompo a llorar.
Me alsa y me acuesta en la cama.
— Shhh — dice acariciandome la cabeza.
— ¿Porque es asi conmigo? — digo entre lagrimas — Despues de que se divirtió se fue a la mierda. ¿no se da cuenta que me duele?
— Es un imbécil — dice y me abraza — dormi que mañana te llevo a tomar un helado¿si?
— Si.. — susurro calmando un poco mi llanto.
— Te amo... — escuchó que susurra antes de quedarme dormida.
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dulces besos ; ecko ©
Fanfiction"Ojalá se te cansen los miedos, ojalá las dudas te abandonen, ojalá cruces los mares y te quedes" |LENGUAJE ARGENTINO| Esta prohibida la copia parcial o completa de esta novela. #69 fanfic. 2/3/18