dulces besos ; ecko ©

13

El timbre empieza a sonar y miro la hora, las 3 y 37 de la madrugada.

¿Quien carajo jode a esta hora?

Me levanto por que si no, no me va a dejar dormir quien sea que esta afuera.

Abro la puerta despacio y me sorprendo al ver a Matias.

— ¿Y abris asi la puerta? — pregunta — mira si no era yo, tenes que tener cuidado.

— ¿Que queres? — digo secamente.

— ¿No me vas a dar un beso?

— ¿Que queres? — repito.

— Te queria ver...

— ¿A las 3 de la mañana? — pregunto y el ríe.

— Si ¿algún problema? — dice — Llame a Dam y me dijo que tu papa no estaba.

Ese hijo de puta...

— ¿Y eso que?

— Nada — responde — ¿Puedo pasar?

— ¿Porque mejor no te vas a dormir?

— ¿Un ratito? — dice y hace puchero.

— Bueno... — accedo y el entra.

Cierro la puerta y lo miro.

— ¿Que necesitas? — pregunto.

— Queria hablar — responde.

— Te escuchó.

El suspira y hasta aca me llega el olor a alcohol, genial esta borracho.

Solo a mi me pasa esto.

— Te tengo un rencor — dice mirandome enojado.

Un nudo se forma en mi garganta, creo que lo esta por decir no me va a gustar.

— Antes podia acostarme con cualquier chica... mis sentimientos estaban controlados, nada me preocupaba — dice — pero llegaste vos y me pusiste el mundo de cabeza, arruinaste todo.

Siento que en cualquier momento voy a llorar. ¿no se cansa de hacerme sentir mal?

— Andate Matias por favor...

— ¡No! — grita — todavía no termine.

— ¡ME IMPORTA UNA PIJA SI TERMINASTE O NO, ANDATE!

— Solo... escuchame.

No respondo.

— Despues de Rocío me prometí no volver a sentir algo hacia una chica, todo iba bien — dice y yo suspiro — pero tuviste que llegar y entrar aca.

Señala su corazón.

Mi corazón se acelera y trato de respirar bien.

— ¿Si te hice todo eso porque no te alejas de mi? — respondo.

— ¡LO INTENTE! ¿te pensas que no? — dice soltando un suspiro — no puedo... no puedo.

— ¿Y por que no?

El me mira y se queda en silencio.

¿Como fui tan tonta? pense que iba a decir lo que siente... si el supiera lo enamorada que estoy a pesar de todo.

— Estoy... enamorado — me susurra — me tenes muy loco.

Mi corazón parece que dejo de latir y solo se escuchan nuestras respiraciones.

— ¿Por que me hiciste esto? — susurra — no quiero sufrir de vuelta, no quiero.

Me acerco a el y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo.

— Yo no soy Rocío — le digo — Nunca te haria nada malo.

— ¿Lo prometes? — dice.

— Lo prometo — afirmo y el me abraza mas fuerte.

— Perdóname — me separó y lo miro — Perdóname por tratarte mal todo este tiempo y por tardar en decirte que me gustas.

Me besa lento y delicado, le devuelvo el beso.

Nos quedamos asi unos minutos hasta que su celular suena y el nombre DAMIAN BEBE aparece en la pantalla.

— ¿Damian bebe? — pregunto riendo.

— El se agendo asi — dice.

— Si seguro...

Atiende y hablan unos segundos, hasta que Ecko corta.

— Eh... dios me haces poner tonto — dice — ¿queres que lo intentemos? no se que hago asi que necesito ayuda...

— ¡FLOR! — el grito de mi hermanita me asusta.

— Carajo me olvidé de la enana — digo.

— ¡QUINTA CARITA ENOJADA! — me grita.

— Dios es insoportable — le susurro a Ecko — ¿Mañana vas al quinto?

El asiente.

— Entonces nos vemos allá — digo y lo empujo a la salida.

— ¿Te confieso mi amor y me echas? — dice riendo — Estas loca.

Suelto una carcajada y lo acompañó afuera.

— Chau, Mariposa — me dice y intenta darme u beso.

Corro la cara antes de que llege y termina en mi mejilla.

— Todavía me debes muchas — le digo.

— Sos mala — dice y me sonríe — nos vemos.

Lo saludo con la mano y lo veo subir al auto, dobla la esquina y me meto a la casa.

— ¿Puedo dormir con vos? — pregunta Mora.

— Si veni — la alzo y la llevo a mi cuarto.

Duermo con una bola de mariposas en mi estómago recordando lo que me dijo Matias.