Six.

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2 semanas después.

Todas las miradas se posaron en ella en cuanto cruzó la puerta, incluso algunos detuvieron su paso durante unos segundos. La chica bajó la cabeza, cohibida, Peter tomó su mano para llevarla por los pasillos y sacarla de la perspectiva de las personas. Ya habían pasado dos semanas desde el incidente de la bola de papel y los estudiantes se rehusaban a querer olvidarlo.

—¿T-todo bien? —preguntó una vez que estuvieron más lejos.

La chica asintió por lo bajó con una pequeña sonrisa.
—Es un poco difícil, pero lo entiendo.

Peter levanto las comisuras de sus labios. Había quedado en verse con ella justo en la entrada de la escuela para cruzar juntos el campus, tenía un extraño instinto en querer protegerla. Su hermano lo miro de una forma amistosa, pero a la vez amenazante. No lo entendió pero logro ponerlo nervioso, decidió simplemente tratar de sacarlo de su cabeza.
—Voy a mi casillero, necesito sacar algunos libros y cuadernos, ¿vienes conmigo? —preguntó la chica.

—Claro. Dejó salir Peter.

Aunque el transcurso a su casillero fue corto, ellos lograron una vez más entablar una de sus peculiares conversaciones de distintos temas cruzados. Tanto a Peter como a Amelia les encantaba poder hablar de cualquier cosa y que al menos uno de ellos tuviera algo concreto que decir u opinar. Sin duda los chicos inteligentes como Peter valían oro.

Hablando sobre animales de colores exóticos, casi logrando llegar al casillero de la chica, Peter sintió un par de ojos clavados justo en su nuca.
Miró discretamente hacia los lados tratando de encontrar al dueño o dueña de dichos ojos.

—...Tengo una gran obsesión últimamente por las guacamayas, yo sinceramente creo que son unas aves muy...

Sin tratar de ignorar lo que decía la chica, miro hacia atrás, topándose con un azul-grisáceo.

Recargado justo en la vitrina de vidrio en donde estaban los logros y trofeos de la escuela se encontraba aquel tipo nuevo de bastón y pierna sintética, con una mirada retadora directamente hacia él. Peter frunció su ceño un poco sin lograr comprender dicha acción de aquel chico.

El oji-azul, percatándose de la clara confusión del castaño, cruzo sus brazos con una sonrisa picara y un tanto maliciosa, de repente apartando su mirada de Peter y dirigiéndola justo hacia arriba de su propia cabeza; como si estuviera señalando algo con los ojos.

Y Parker siguió su mirada, encontrándose con algo que lo dejo atónito y con los pelos de punta. Su boca se secó y poco a poco se fue formando un nudo en su garganta.

El rubio se escabulló en uno de los pasillos, saliendo de ahí, con una sonrisa plantada en el rostro, dejando a un Peter sin aliento.

¿Conocía la historia? ¿Acaso él sabía algo sobre el hombre araña? ¿Por qué había echo algo como eso si nunca en su vida se habían topado? ¿Lo conocía desde antes? ¿Tenía idea de quien realmente era? O mejor dicho ¿quién era él realmente?

Todos sus pensamientos se esfumaron en el momento que Michelle llego y cerro de un portazo la puerta del casillero de Amelia, haciéndolo sobre saltar. Ella colocó su brazo izquierdo en medio de ellos dos, acorralando de alguna forma a la chica de ojos verdes.

—Michelle- la nombro.

—Shh.

—¿Q-qué haces?

—Sólo quiero charlar con Blanca Nieves. Lárgate de aquí.

Al ver que Peter no se movió, decidió tomar del brazo a Amelia y se la llevo más lejos de ahí.

—Escúchame bien por que no te lo voy a repetir dos veces.

¿Qué es lo que hace? Pasó por la mente de la chica más baja.

—Seré directa y clara. —cruzó sus brazos —No sé como fue que de un momento a otro lograste colarte en nuestro pequeño grupo y hasta sentarte con nosotros a la hora del almuerzo. No sé en que momento Ned y Peter decidieron incluirte a nuestras salidas al Gotcha, y mucho menos sé como ahora te das el lujo de usar el código rojo con Peter cuando sólo era nuestro; pero te diré algo, una cosa que sí sé es que tú no sabes nada de él, tú no sabes nada de Peter. No tienes idea de todo lo que ha pasado, de lo que le ha costado llegar a donde esta ahora, en simples palabras no tienes idea de quien es él; pero para tu mala suerte, yo si sé quien eres. Eres un peligro tanto para él como para todos.

Amelia frunció su ceño.
—¿Qué?

—No creas que he olvidado lo que paso hace dos semanas, nadie lo ha olvidado. Tú no eres normal. Eres peligrosa, y por lo tanto también un peligro para Peter. Yo soy su mejor amiga, lo conozco como la maldita palma de mi mano y tú lo único que harás es traerle problemas, así que te pediré un favor, si realmente te importa Peter o te importa su bienestar; aléjate de él. Peter ya tuvo suficiente de tanto dolor y preocupaciones.

Y se fué.

~

Holaaaaa, buenas. Estoy muy feliz de publicar un capítulo nuevo, y también por que me he dado cuenta de que las visualizaciones van en aumento. ¡Muchas gracias a las personas que demuestran su apoyo con sus votos y/o comentarios!

Un beso, Line.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐏𝐄𝐓𝐄𝐑 ↯ Peter Parker/Tom Holland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora