𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐏𝐄𝐓𝐄𝐑 ↯ Peter Parker/Tom Holland.

Twelve.

1 semana después.

—Estoy seguro de que May te amará, tranquila —acomodó el cabello de la peli-negra poniéndolo fuera de su chaqueta.

—Espero verme presentable para conocer a la chef de las extraordinarias galletas que no te comes, Peter.

—Por favor no le vayas a decir —suplico poniéndose delante de ella y juntando sus dos manos.

—¿Para que te deje de enviar? Obviamente no, me encantan esas galletas. —sonrió abiertamente y él la imitó. —Te ves de lo más tierno sonriendo Pete. No lo hagas.

Él frunció su ceño, confundido.
¿Insulto o halago?

—Camina, se nos hace tarde.
El chico asintió siguiéndole el paso.

Peter la había invitado a cenar la noche del viernes en su casa, según el, ya era tiempo de presentarle a su tía después de todo lo que habían pasado.
Pronto sería Navidad, estarían de vacaciones y lo menos que quería era que Amelia se quedara sola mientras que su hermano estaba en el hospital. May lo ayudaría a convencerla de que los dejara visitarla a menudo.

Ella se encontraba más tranquila, en la escuela dejaron de molestarla y varias chicas se acercaron para brindarle apoyo. Era difícil que en la escuela nadie se enterara de nada. Peter era la excepción con el asunto de ser un súper héroe.

—¿Cómo te has sentido, Am? —el castaño rompió el silencio después de varios minutos caminando, ella había insistido en ir a pié, ya que trabajaba en su "ejercicio diario".

—Pues —posó su vista en el suelo —Estoy triste. Pero a pesar de eso, no me siento demasiaaado mal.

Peter sonrió un poco.

—¿Y tú? —preguntó tomándolo desprevenido.

—¿Yo? —preguntó una vez más, ella asintió.— B-bien, es decir, todo normal, ni bien, ni mal.

Amelia puso una mano en el hombro de Peter.

—Tranquilo. Estoy contigo.

El chico se sintió perdido por un momento en los ojos de la peli-negra, cohibido bajó la cabeza y sintió una electricidad recorrer por todo su cuerpo.

—Es aquí —se detuvo frente a un callejón —entraremos por detrás, en verdad me da mucha pereza darle la vuelta.

Minutos después de haber subido las escaleras de emergencia, se detuvieron en la puerta trasera del departamento de Peter. Él la abrió con sus llaves.

—¡May, ya llegué!

—¡Estoy en la cocina! —exclamo May Parker.

—Vamos —él tomo la mano de la chica, guiándola por la casa hasta la cocina.

—Huele delicioso —comentó a espaldas de la tía May, en la entrada del lugar.

—Nadie cocina como yo, absolutamente.

Peter hizo un gesto de que no era así, y Amelia soltó una pequeña risa.