Edmond se dejo caer al suelo, recostándose boca arriba, con las rodillas flexionadas y los talones sobre el piso, con la mano derecha se frotaba la frente y con la izquierda sujetaba sus costillas; el cuerpo le dolía y la punzada de dolor del cardenal que le saldría en el rostro, el sabor de la sangre le asqueaba en la boca, mientras que el ojo izquierdo se le cerro por la hinchazón. La cabeza le daba mil vueltas, y el eco del llanto de sus criadas,junto con la exclamación de horror de los hombres, eran susurro en sus oídos, mientras que en su mente no dejaba de dar vueltas la imagen de Maurice con la mirada perdida y ensombrecida... muerto y ensangrentado al pie de su escalera. Podía sentir como las sombras del infierno lo envolvían con su maldad, no sabia que hacer, ni que pasaría... y por segunda vez en su vida el mundo se le caía encima.
-¿Mi...milord que... que hacemos?- pregunto Louis a su señor que no hacia mas que contemplar el techo sin expresion alguna - ¿milord?
Edmond dirigió la mirada al hombre que tenia enfrente, lo observo durante una largo minuto sin contestar a su pregunta, luego cerro los ojos y aspiro profundamente soltando el aire muy lento, y con mucha dificultad se puso de pie con la ayuda de Louis y hecho un ultimo vistazo al cuerpo inerte en la planta baja.
-Vayan por la policía, usen mi caballo si es preciso y no toquen nada- intento sonar tranquilo, no podía dejarse quebrantar ante sus criados, el era el DUQUE DE WEILBURG y como tal, debía mantener el control sobre el caos- Louis haz que se calle tu mujer , sus gritos me están reventando los oídos, y Mary prepáreme algo para el dolor.
La anciana mujer paro su llanto y contemplo indignada el modo en que su joven amo actuaba tan indiferente y sintiendo la ira en su interior le comenzó a reprochar.
- ¿Como es posible que me pida eso ante lo que ha pasado? He visto morir a un hombre y usted me pide que le prepare algo... ¿que no tiene conciencia de lo que ocurre?... es un desalmado... es el hombre que lo crió todos estos años el que esta tendido abajo- Edmond se apresuro junto la mujer y la sujeto de los brazos
- Y que quieres que haga...¡ESTA MUERTO!... ¡muerto! ¿entiendes?... no se te olvide con quien estas hablando, por que la próxima vez que que me alces la voz te hecho a la calle- la anciana exclamo horrorizada y bajo la cabeza- ahora iras a la cocina y me prepararas un maldito te, después te quedaras muy callada hasta que llegue la policía, ¡¿TE QUEDO CLARO?!
- Si su excelencia- dijo con voz temblorosa y se dirigió a la cocina acompañada de Louis quien trataba de calmar a Rosy.
El lacayo habia salido como alma que lleva el diablo rumbo a la comisaria, mientras que el mayordomo y el cochero aguardaban junto a su señor a que llegaran con la policía; ninguno se atrevía a a mirar dos veces la escena. Edmond como pudo, bajo las escaleras y arrimo una silla al pie de esta, quedando frente a Maurice y sentándose a esperar pacientemente, dejando que los recuerdos del pasado lo acosaran.
Treinta y dos minutos, es el tiempo que tardo en llegar la policía a la residencia del duque de Weilburg en Londres, Liderados por el detective Epsson -conocido por su temida reputación de implacable- y seguido de su equipo de trabajo; se dejaron guiar por el lacayo del duque hacia el interior de la mansión; lo que encontraron al llegar los dejo horrorizados: el cuerpo sin vida del conde Maurice de Portmore se encontraba en una posición anti natural, pero mas escalofriante, fue ver al mismísimo duque sentado con los codos apoyados en las rodillas al pie de la escalera y sin ninguna expresión en el rostro; fue entonces que el asistente de Epsson comenzó a relatar su informe mientras que el caminaba lentamente observando cada detalle de la escena del crimen mientras se dirigía hacia el presunto homicida.
- Su excelencia- hizo una reverencia- una noche ajetreada al parecer- Epsson se irrito al ver que el hombre ni siquiera lo veía- soy el detective Epsson. Y bien, ¿Podría relatarme los hechos, si fuera usted tan amable lord Edmond?- Pregunto mordaz el detective.
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El Duque de Hielo (1° Saga corazones traicionados)
Historical FictionEL DUQUE DE HIELO La vida del duque de Weilburg no había sido nada fácil desde que murió su padre; había descubierto que no podía confiar en nadie, ni siquiera en la persona que se suponía debía protegerlo y amarlo. Desde ese momento se obligó a con...