"28 de septiembre, 1795
He decidido comenzar a escribir este diario para calmar mis tormentos, solo dios sabes que tengo pocas culpas, pero demasiado pesadas para que mis hombros las carguen todo el tiempo.
Querido diario te contare que hace un poco más de un mes que mi esposo Rupert falleció, una parte de mi murió con el, en verdad le quise... aprendí a hacerlo a pesar de todo... lo hice, no solo por los 11 años que llevábamos juntos, si no por que él, compenso mi tristeza con mi hermoso y perfecto rayo de luz, mi hijo adorado, mi Eddy, el fruto de un amor no correspondido... por que bien lo supo él que jamas lo ame. En mi corazón siempre estará mi caballero perfecto, mi querido conde, el hombre que me mostró que con un solo gesto o un solo beso se podía tocar el cielo, y que en los más simples gusto la felicidad.
Admito que en infinidad de veces quise las peores de las desdichas para mi padre, el hombre que en lugar de velar por mi felicidad me hundió en lo más profundo del abismo al venderme como si fuera una vaca en su ganado... pero, como siempre, mi adorada madre me convenció de perdonarlo. Jamas pensé mal de mi esposo -lo juro por dios- solo lo habia visto un par de veces acompañando a mi conde, quien me lo presento como un amigo... ¡vaya equivocación la mía! al enterarme que el fue mi comprador aun a sabiendas del profundo amor que nos teníamos Maurice y yo.
Nuestro primer año de casados fue el peor de los tormentos para mi, por que no solo tenia que convivir con un hombre que no conocía, que constantemente enfermaba y con actitudes un poco extrañas en algunas ocaciones... más nunca descuide mis labores como esposa, ¡no! jamas lo hice; por que a pesar de que prácticamente me obligo a casarme con el, siempre fue respetuoso y espero a que fuera yo quien me entregara por voluntad propia a su lecho. Cuando al fin el me explico el por que de pedir mi mano y de por que accedió a las peticiones de mi avaro padre, y de haberme suplicado muchas veces por mi perdón, acepte mi nueva vida y poco a poco el fue ganando mi afecto.
Aun era una tortura vivir en la casa, por que Rupert convirtió a mi Maurice en su socio, así que lo tuve siempre tan cerca de mi, pero a la vez tan imposible; aun después de tantos años el jamas se me habia insinuado ni yo correspondido, era una mujer casada y la duquesa de uno de los ducados más respetados de toda Inglaterra y sobre todo madre de un hijo maravilloso a quien le debo igual o incluso más respeto que a mis padres o mi marido.
Mi estimado Diario, en otra ocasion seguiremos conversando, mis deberes en la casa y con mi hijo reclaman mi presencia tuya Lilian."
"05 de octubre, 1795
Querido diario disculpa por la ausencia, estos días han sido muy pesados, demasiados deberes, si no fuera por Maurice no se que hubiera hecho... ¿Que que hace el aquí? bueno te contare; ya aclare que durante 11 años jamas tuvimos ningún encuentro, ni siquiera nos dirigíamos una mirada más del lo permitido, para el yo era la esposa de su amigo y socio y para mi el era solo una amistad de mi esposo... unas semanas antes de su muerte, Rupert se habia desfallecido al montar a caballo... yo en reiteradas ocaciones le pedí no hacerlo por las delicadas circunstancias de su enfermo corazón... pero como siempre me ignoraba y calmaba mi pesar con un ramo de flores cortadas del campo.
Esa fue la noche más larga que viví, pues el doctor no nos daba esperanzas, nos dijo que su corazón estaba ya muy débil y que debía guardar reposo absoluto y levantarse solo para hacer sus necesidades y asearse. A pesar de las noticias tan faltas de esperanza, mi Rupert hablo conmigo y me pidió perdón una vez más, por haberme alejado de mi amor y me pedía que fuera feliz a su lado cuando el ya no estuviera en este mundo, me dijo además, que se iba tranquilo pues Maurice era un buen hombre y un gran amigo a pesar de que el habia traicionado su amistad. Yo me arroje a sus brazos y lo bese, llore de pena y le dije que a pesar de nuestros inicios me habia hecho feliz y que me perdonara si le habia ofendido alguna vez, el solo sonrió y beso mi frente.
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El Duque de Hielo (1° Saga corazones traicionados)
Fiksi SejarahEL DUQUE DE HIELO La vida del duque de Weilburg no había sido nada fácil desde que murió su padre; había descubierto que no podía confiar en nadie, ni siquiera en la persona que se suponía debía protegerlo y amarlo. Desde ese momento se obligó a con...