Una vez que terminaron de mover sus cosas a Australia ambos cayeron rendidos al sofá, había pasado dos horas, ambos agradecían infinitamente a la magia por haberlos ayudado en esta ocasión. Con exactitud eran las 3:17 a.m. y Neville había dormido apenas 4 horas y su clase empezaría a las 8, "Tengo tiempo" pensó a si mismo.
– Hermione, ¿me dirás qué pasó con exactitud?.- Se mordió la mejilla internamente e hizo una mueca de lado.
– Estoy embarazada Neville.-
– Eso es asombroso Hermione, felicidades. No puedo esperar a ver a Ron para felicitarlo.- la alegría inundaba a Neville pero no a Hermione, quien bajo la mirada cuando está le confesó de su próximo embarazo, haciendo que Neville notará el cambio en ella. – ¿Qué sucede?.-
Alzó su rostro con una lágrima cayendo por la mejilla, no tenía vergüenza lo que le iba a confesar, tenía miedo que él la juzgará como Draco lo hizo.– En realidad, no espero un hijo de Ron.-
– ¿Qué dices Hermione?.-
– Es, es...- tragó hondo y dio un fuerte respiro. – Es de Malfoy, Neville. Estoy embarazada de él.- El muchacho se llevó la mano a la barbilla, no podía creer que Hermione llevando consigo misma aquel anillo que la hizo unir su vida con la de Ron le había traicionado de tal manera, pero tuvo compostura, y calló. Quería escuchar su versión.– Pero Hermione, estás casada y Malfoy también.-
– Lo se Neville, pero me sentía muy sola. Ron y yo ya no compartíamos el hogar no más del año, hubo muchas distancias, peleas e insultos entre nosotros. Ya nos estábamos volviendo tóxicos y no podía vivir así.- Neville se acercó abrazarla y le regaló el mejor de los abrazos, uno cálido y con sinceridad en su tope, agradeció infinitamente por el acto.– ¿Lo sabe Malfoy?.- aún seguían abrazados pero fue ella quien rompió el lazo.
– Sí, pero piensa que es de otro. Que solo me enrede con él para adjudicarle un hijo.-
– ¿Y Ron?.-
– ¿Por qué crees que me mudé? Neville no quiero que nadie a excepción de ti se entere de todo esto, no quiero estar para nadie salvo para ti que me has demostrado mucho apoyo y aquí estaré contigo y en cuanto a Ron, pediré el divorcio, será lo más correcto.-
– Creo que sí, te prometo Hermione que de mi boca no saldrá nada de ti, ni de tu hijo, ni de este lugar. Quiero estar contigo en las buenas y en las malas porque eres mi mejor amiga, y haz hecho mucho por mi, no tienes idea de lo agradecido que estoy hoy contigo y me siento muy feliz porque próximamente serás madre y serás la mejor.-
– Basta Neville, que ando muy muy sentimental.-
– ¿Cuánto tienes?.-
– No más de 9 semanas.-
– Apenas es un frijol.- Ella rió ante el comentario tan ocurrente de su amigo, y así siguieron hasta que terminaron de acomodar todo, de nuevo agradecieron a la magia por un favor más. A las 5 a.m Neville se despidió de la mujer para de nuevo volver a dormir mínimo una hora y media, la mudanza era algo terriblemente agotador.El día viernes cualquier trabajador lo espera con ansías para salir del trabajo corriendo y llegar a sus hogares para estar con su familia y/o amigos, desvelarse un poco, salir en fiestas y para que el lunes se presentarán con el mejor ánimo de todos. Draco Malfoy miraba desde su gran ventana como salían los trabajadores, sus trabajadores echando fiesta y arguendes, gritándose unos a otros los planes y así, Draco bufó celoso y cerró la cortina de golpe. Él no amaba los viernes, no los amaba porque cada vez que llegaba a su hogar en donde Astoria lo esperaba siempre hacia la misma escena de la víctima, no los amaba porque los viernes, eran los viernes especiales con Hermione, salían a todo el mundo disfrazándose de diferentes personalidades, adoptando acentos extraños y graciosos, eran los viernes especiales. Si tan solo esa mujer supiera cuánto Draco la amaba, no se desharía del hijo de ambos.
Retroceso
– Hoooola.- llegaba Draco Malfoy a la puerta de su oficina, recargándose en el arco de madera y con su sonrisa ladeada. Hacía que Hermione dejará de hacer aquello que estuviera haciendo para que está lo mirará de una forma tan exquisita que solamente ambos entendía. Ella se paraba para acercarse a él y él cerraba la puerta y un hechizo silencioso para que nadie escuchará nada. La abraza de su pequeña cintura y se sentía tan poderoso al ver que ella le llegaba debajo de su barbilla aún con tacones. Le encantaba el aroma de su shampoo, la sedosidad y suavidad de su cabello, los rulos que se hacía en las puntas, la manera en que ella ladeaba el cabello pero luego caía en cuenta, ella solo estaba con él porque él le ofreció el mejor sexo y él lo sabía. Sentía una tristeza por sí mismo pero ni modos, la tenía y no podía quejarse.
– Y dígame señor Malfoy, ¿a dónde iremos?.- Hermione le desbarataba el nudo de su corbata y los botones primero de la camisa.
– ¿Qué acento raro quieres aprender?.-
– Vayamos a Colombia, ese acento...- tronó sus dedos. – Tú entiendes.-
– Mm, nada mal. Entonces vayamos a Colombia. Pasó por ti a las 7:30 no habrá 5 minutos más de espera. ¿Entendido?.-
– Está bien Draco.- le sonreía ella.Actualidad
– Hey men.- una voz varonil le sacó de sus pensamientos. Draco se giró sobre sus tobillos con las manos en los bolsillos y alzó las cejas.
– ¿Qué quieres Blaise?.-
– Es viernes amigo, vamos a las Tres Escobas.-Draco hizo una mueca de negatividad y negó con la cabeza. Había algo que a Blaise no le cuadraba.
– ¿De cuándo acá dejaste las salidas los viernes con tu "misteriosa mujer".- Draco lo fulminó con una mirada penetrante que a muchos les daría miedo sin embargo Blaise soportó aquella mirada.
– ¿De qué hablas Blaise?.-
– Seamos honestos amigo, soy el único que se ha percatado de tus escapadas.- Draco se puso pálido, tan pálido que la sangre se había ido a sus pies o eso sentía. Según ambos eran muy cuidadosos y se fugaban disfrazados.
– ¡Está miando fuera del tiesto!.- La sonrisa de Blaise hizo enfurecer aún más a Draco.
– ¿Qué demonios hacías allí?.-
– Tomó cursos de Estudios Muggles...-
– Me has estado espiando.- Draco lo tomó por el cuello, su furia aumento demasiado.
– Cálmate Draco, no le diría nada a nadie.-Draco se calmó un poco y soltó del cuello a Blaise poco a poco, acomodó su cuello y lo giró.
– Era Granger, ¿cierto?.- Draco asintió y Blaise chasqueó la lengua. – Está casada amigo...-
– Lo sé Blaise.- arrastró sus palabras.
– Y tú también amigo.-
– Gracias por recordármelo Blaise.-
– Un placer.- sonrió su amigo.
– Y ahora afirma que está embarazada de mi.-
– Maldita seas Draco, ¿cómo pudiste follarte a la esposa de otro? ¿Astoria lo sabe?.-
– No y no se te ocurra bromear con eso.-
– ¿Cuándo te enteraste?.-
– Hoy por la tarde. Vino a verme y a decírmelo.-
– ¿Y qué pasó? Draco habla.-
– Le dije una estúpides, de que él hijo de ella no era mío.-
– Idiota. Búscala.-
– No, no recuerdo su dirección además lo abortará.- Draco se dejó caer en el asiento e inclinó el respaldo y se "relajo". Acariciaba el puente de su nariz y la cabeza le comenzaba a doler. Su mejor amigo estaba peor que una mujer, peor que Pansy, peor que Astoria. Eufórico y gritón.– Basta Blaise.-
– Tienes que buscarla y tomar al hijo. No permitas que ella lo mate. Draco date cuenta que Astoria no puede darte hijos y ahorita que se te presento la oportunidad...
– ¿Y si no es mi hijo?.-
– Cierto, esperemos a que nazca. ¿Cuánto tiene?.-
– Ni siquiera eso le pregunté.-
– Vete a la mierda Draco.-Blaise pateó la pata del escritorio y salió techando palabrería obsena, sin duda alguna Draco Malfoy se había vuelto un imbécil.
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El secreto de Hermione Granger
FanfictionDespués de acabar la Guerra Mágica, Hermione Granger se separa de sus inseparables amigos, dejando atrás el Mundo Mágico, amigos e inclusive familia, alejándose de ellos para ocultar un secreto, un secreto que solo un Slytherin conocía.