Planes

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– Señora Granger.-

Escuchó en el subconsciente que estaba despierto, abrió los ojos tan despacio y se encontró con un hombre demasiado atractivo, una enorme sonrisa que mostraba sus grande y perfecta dentadura que cuando sonreía se le hacían dos agujeros en cada mejilla. Unos ojos tan bonitos, color avellana que iban en contraste con su piel blanca y su cabello con un moderno peinado levantado de las puntas. Debería de ser algún doctor porque traía consigo mismo una especie de bata blanca y un estetoscopio alrededor de su cuello.

– ¿sí?.- habló mientras se estiraba poquito y abría los ojos.
– Es su turno, ¿o no quiere conocer a su hijo?.-
– Disculpe, tenía cansancio.- se levantó del sillón y se puso a un lado del doctor, esperando indicaciones.
– Sígame.-

Camino frente a ella por un largo pasillo bien alumbrado, las paredes blancas y no había ninguna ventana de por medio, sintió un poco de miedo pues sería la primera vez que fuera a un lugar así, bueno si había ido a uno cuando tenía la edad de 10 años y se había caído en la primaria a causa de que un niño llamado Steve Johnson la había empujado de un columpio provocándole una seria fractura en el brazo izquierdo. Llegaron a una puerta, pasó primero y sintió miedo de nuevo al ver la camilla y un sin fin de máquinas, tenía mucho miedo.

– ¿Viene sola o acompañada de su esposo?.- la sacó de su trance y comenzó a llenar un formulario.
– Vine sola.-
– ¿Enserio? ¿Sin ninguna abuela que quiera conocer a su nieto? ¿Sin un papá que se muera por ver a su hijo?.-
– Mis padres están de viaje y no tengo esposo, fue por inseminación artificial.-
– Vaya, ¿dónde se atendió?.-
– En Londres.-
– Bueno, señora... Hermione Granger, mi nombre es Will Barron.- el doctor le sonrió y sus mejillas se sonrojaron. –Bueno, ¿empezamos? ¿Podría levantarse la blusa, Hermione? Sin pena.-

Hermione alzó su blusa y de inmediato sintió un gel frío en su vientre. Para seguido acto el doctor Will le presionó el vientre con una máquina y empezó a dar círculos en su vientre. Miraba por una televisión pequeña, el doctor le movió la pantalla para que ella viera también pero Hermione no entendía nada, sólo miraba formas negras pero eso si, escuchaba un latido que estaba seguro que no era de ella.

– ¿Escucha señora Granger? Es su corazón.- No pudo contener algunas lágrimas que le salieron de su rostro, sin duda alguna, era el corazón de su bebé pero seguía insistiendo que no podía distinguir nada.

– ¿Lo puede ver?.-
– Claro, ¿no lo ve?.- ella negó, entonces el doctor tocó la pantalla y empezó hacer círculos.
– Está parte que estoy señalando, es su cabeza, aún está pequeña, está otra parte es su pierna. Su bebé está muy imperativo pero está muy pequeño usted no lo siente pero vera que a partir de unos meses más lo sentirá a flor de piel.- le guiñó.
– ¿Y se puede saber el sexo del bebe?.-
– Es lo que trato pero no se deja ver, podemos estar seguros que su hijo no será un bebé exhibicionista.-

Hermione rió, volvió a ver a la pantalla y le encantaba escuchar el sonido de su corazón.

– ¿Cuál será su nombre?.-
– Anika o Alex, cualquiera de los dos me gusta.-
– Muy buenos nombres, bueno señora Granger, ya terminamos. Le daré algunas capturas de su bebé.- le limpió el vientre, le ayudó a bajarse la blusa y de la camilla y tan solo Hermione espero un poco de tiempo para que este le diera sus capturas.

– ¿Cuando volveré?.-
– En dos semanas más, esperemos que ahora sí se deje ver.- Hermione asintió, le estrechó la mano y salió del lugar.

Se sentía emocionada, quería anunciar a los 4 vientos la llegada de su bebé, quería compartir su alegría con sus amigos, sus papás y una parte de ella le decía que con Malfoy pero la sonrisa se le borraba cuando pensaba en él pues Draco no lo quería, para él no estaba planeado y para él sería un bastardo. Tenía mucho coraje con él y más coraje tendría si el bebé se pareciera a él físicamente, sólo rogaba a Dios que no fuera un rubio platino. Llegó a su casa, lanzó al aire los zapatos y se recostó en el sofá. ¿Qué debería de hacer? ¿Decirle a Malfoy de la salud de su hijo o simplemente ignorarlo? Sacudió su cabeza lento y sin querer cayó en un sueño.

Draco había llegado a su oficina, había citado a Theo y Blaise, ellos le ayudarían tan siquiera en algo "bueno". No había pasado ni 2 minutos cuando ellos ya estaban de pie en su oficina.

– Draco.- habló Theo con un cierto grado de preocupación, él si que no sabía nada de nada.
Draco lo miró con una mirada que reflejaba coraje y a la vez tristeza, claro que algo no andaba bien.
– ¿Todo bien?.- habló Blaise y Draco negó.
– ¿Astoria otra vez?.- volvió a negar.
– Granger.- y él asintió. Theo lo miró de volada.
– ¿Qué tonterías hablas?.-
– Que te lo diga él.- lo dijo en tono de burla cruzando sus brazos y dejándose caer al sofá. Sin duda alguna disfrutaría la escena. Draco solo le gruño y Theo abría los ojos en busca de alguna respuesta.
– Habla Draco.-
– Hermione está embarazada.-
– Ajá ¿y eso que? ¿Desde cuando le llamas Hermione?.- sin duda alguna Blaise disfrutaba ver la cara de su amigo todo eufórico.
– Theo, Theo...- está vez hablo Blaise en forma de burla. – Nuestro querido amigo no solo se echaba al plato a su querida Astoria sino también a Granger.- Blaise no pudo contener la risa y sin más rió causando molestia a Draco quien no se detuvo a pensar y lo jaló de las solapas del saco.
– Cuida tu boca Blaise.-
– Tranquilo Draco, solo trate de ayudarte.-
– Mucho ayuda el que poco estorba.-
– Ya, ya, tranquilos. Draco suéltalo y dime que lo que está diciendo Blaise es una cruel broma.- Draco soltó a Blaise y negó, no era broma.
– No es broma Theo, desearía que lo fuera.-
– Demonios, ¿y dónde está ella?.-
– No tengo idea, vino un día aquí, me dijo que estaba embarazada, le negué el hijo rotundamente y me dijo que lo abortaría. Que abortaría a mi propio hij...
– Bastardo, es lo que es Draco aunque se escuche mal.- le interrumpió Blaise, Theo estaba seguro que Draco ahora sí se le echaría encima y le daría una golpiza que no olvidaría pero no, no lo hizo porque Theo intervino.
– Blaise, es su hijo.-
– Es un hijo fuera del matrimonio, ¿no se han puesto a pensar lo que dirían Astoria, Cissy y la prensa? Solo te recuerdo que Rita Skeeter ha estado detrás de ti todos estos años.-
– Ya lo sé Blaise, pero me importa un comino lo que diga Astoria, mi madre y cualquiera.-
– ¿Y qué vas hacer?.-
– Recuperar a mi hijo, no a Granger porque no me interesa en lo más mínimo.-
– Pero...
– Entiende Blaise, ella lo quiere abortar, no permitiré perder otro hijo más, si Astoria lo quiere educar conmigo, que así sea sino, tengo el recurso suficiente para educarlo yo mismo. Pero antes que nada, ni una palabra de esto a nadie. Ayudenme a buscar a Granger y recuperar a mi hijo.-
– ¿Y qué pasará con Granger?.-
– Si la llegan a encontrar, quien sea de los tres un obliviate le deben lanzar.-
– ¿Estás seguro?.-
– Sin duda alguna Theo.-

La noche cayó de volada y cada amigo se retiró a excepción de Draco quien sacó una botella de vino, sirvió un poco y estaba a punto de beber pero este le produjo un asco inexplicable, decidió dejar la bebida a un lado y se puso a pensar dónde debería de buscarla, a donde huyó con su hijo en el vientre, debía admitir que le dolía no tenerla a su lado, de no poder disfrutar el embarazo de ella, se sentía una completa basura al no poder crecer con su hijo, si lo quería y lo deseaba, ya había perdido a varios y no se perdonaría perder a este. Sabía que si lo reconocía, Astoria tendría cierto odio hacia el pequeño pues estaría recordándole la aventura que su esposo tuvo con una "sangresucia", estaba un 100% que su madre lo amaría tal como él lo haría, pero ¿y él? Había dictado lanzarle un obliviate a quién la encontrará primero, se sentía fatal pues le harían borrar los recuerdos que ambos tenían. Oh vaya, algo produjo lágrimas en los ojos de Draco, sin duda alguna estaba triste. Pensar en todo eso le hacía daño. Draco se levantó de la silla y se paró frente a la gran ventana para observar la ciudad de noche, la mejor de las vistas aparte de Hermione sobre él, puso sus manos en el bolsillo y la recordó con su cara de ángel como cuando fue a decirle la noticia de su embarazo, aguanto las lágrimas y se dijo mentalmente; "no más lágrimas para Hermione Granger" ,  apagó las luces de la oficina y se retiró del lugar hacía su departamento, quería estar más solo.

El secreto de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora