Una vez más, consulto su reloj de su muñeca, contemplando la hora, 10:20 de la mañana y ella estaba caminando de un lado a otro por un largo pasillo de hospital, bebiendo su café y maldiciendo a cierto rubio. Tenía demasiado trabajo y a él no le importó. En su pensamiento le lanzó miles de maldiciones al pobre de Draco quien una noche anterior había sufrido un desmayo debido a una extraña condición, al principio, Hermione temió que algo malo le sucediera sin embargo, el doctor le aseguró que el hombre estaba bien y no pasaría de allí.
Una mujer bajita, con ojos rasgados y una bata blanca salió de la habitación 218, Hermione seguía caminando.
—Señora Granger.- anunció la mujer sin tener éxito pues la morena seguía maldiciendo al muchacho. Una vez más se aclaró la garganta y le llamo por su apellido más fuerte, sacando de sus pensamientos a Hermione y acercándose a ella lo más pronto posible.
—Disculpe.
—Descuide Señora Granger.
—¿Y cómo está? ¿Ya nos podemos ir?.- parecía apresurada.
—No Señora Granger, el Señor Malfoy tuvo una crisis de reconocimiento. Hace unos minutos despertó de nuevo pero esta vez de un tono agresivo pidiendo verla a usted y mencionó a un hijo, ¿sabe usted algo sobre eso?.
—Tiene una hija, Charlotte, pero acaba de ingresar al colegio, le será imposible venir.
—Vaya, entonces estará un día más en observación, dependiendo de su evolución daremos una alta. Permiso.- la mujer avanzó unos pasos y Hermione le detuvo con su voz.
—¿Puedo pasar?.
—Claro, podía haber pasado desde ayer.La doctora le sonrió y provocó un leve enrojecimiento en las mejillas de esta, bebió de un sorbo el restante del café, se relamió los labios que aún sabían a la bebida que había ingerido, y entró a la habitación de Draco, solo tenía puesto un suero, nada de que alarmarse ah y un dedal en el dedo índice su mano izquierda. Lucía sereno, tranquilo, parecía un ángel, estaba dormido, quizás el suero había cumplido su función, Hermione se paró frente a él con los brazos cruzados y movía la cabeza negativamente. Poco a poquito, Draco iba abriendo los ojos.
—¿Qué?.- soltó de golpe.
—Eres pésimo fingiendo estar mal, Malfoy.Draco se acomodó de tal manera que pudiera quedar semi sentado y mirándola desde un buen punto de vista.
—No deberías estar aquí.
—No, no debería...Draco suspiró decepcionado.
—Sin embargo aquí estoy.
—Te lo agradezco, así como te agradecería que no le dijeras nada a mi madre.
—Tengo que hacerlo, acabo de perder un día de trabajo por estar aquí, cuidándote.
—No tardará mucho en que salga, mañana podrás reinstalarte de nuevo.
—Lo malo, es que según de cómo te vean, si para mañana no mejoras, te quedarás un día más.
—¿Cómo que si no mejoró? ¿De qué hablas Hermione?.Era la primera vez en 15 años que Draco llamaba a Hermione por su nombre, quería llorar no de tristeza de felicidad, se sentía tan bien escucharle decir su nombre, se sentía tan bien porque le trasmitía un poco de paz y tranquilidad, porque se sentía plena. Hermione ladeó la cabeza y por un segundo olvidó la pregunta que Draco le había hecho, pero el llamado de nuevo de "Granger" la sacó de sus pensamientos, y de nuevo Draco, volvía a ser el mismo apagado.
—Disculpa.
—Andas muy lenta, Granger.
—Por lo menos no sufro de desmayos.
—¿Y bien? ¿me dirás?.
—Exactamente, no saben qué tienes, tú desmayo se debió a un impulso o un recuerdo, no saben, quieren ver qué tan bien estarás para mañana porque déjame decirte que si no hubieras sufrido un ataque como el de hace rato, ahorita cada uno estaría en sus respectivos lugares.
—¿Adónde carajos me trajiste?
—Cálmate, es San Mungo, creí que te agradaría un hospital mágico que uno muggle.
—Muy graciosa.- soltó con ironía.
—¿Y cómo te sientes?.
—Con la cabeza dándome vueltas ¿es normal?.-
—Creo, oye Draco...
—Rápido, que siento que los ojos me pesan.-
—¿Recuerdas algo de la mañana?.
—Si, pero es una calumnia.-
—Dímela, por eso estoy aquí, perdiendo mi tiempo contigo y mi dinero y manchando mi récord de asistencia al 100%.
—No pensé que te importara mucho.
—Claro que no, ni quisiera te atrevas a pensarlo de nuevo, simplemente no podía dejarte allí tirado.- hubo un silencio. —¿Me dirás o no?.
—Sé que tengo un hijo.
—Hija, es hija y se llama Charlotte.
—No, tengo un hijo. Lo vi nacer pero no sé, no recuerdo absolutamente nada después de eso.
—¿Y dónde está tu supuesto hijo?.
—No lo sé, pero me destroza pensar que tengo uno, debe de ser con esa mujer de cabello corto y lunares en la espalda.
—¿Cu..cu...cuál mujer?.- titubeó y se apartó de él dándole la espalda.
—No la recuerdo, pero tendría que buscar entre todas las espaldas de mujer a ella, siento que yo debía de estar con ella, pero no debería de pensar eso porque debo guardar respeto a la memoria de Astoria.
—Astoria murió hace 15 años, Draco.
—Me es muy difícil, murió cuando dio a luz a Charlotte, ¿sabes lo difícil que es tener que vivir sin alguien a quien amas teniendo enfrente a tu hijo que es su misma réplica?.
—Sí, pero no por eso me distancié de Alex, él es mi adoración. Jamás salí con algún hombre, jamás sucedió nada, jamás llegaba después de las 10, para mi, mi tiempo, mi vida y mi alma eran para mi hijo aunque me costara verle porque me recordaba a su padre.
—¿Así que Alex si tiene padre?.
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El secreto de Hermione Granger
FanfictionDespués de acabar la Guerra Mágica, Hermione Granger se separa de sus inseparables amigos, dejando atrás el Mundo Mágico, amigos e inclusive familia, alejándose de ellos para ocultar un secreto, un secreto que solo un Slytherin conocía.