El secreto de Hermione Granger

Eres un Malfoy

Alejandro estaba en el baño de los Perfectos, llorando y maldiciendo el secreto que le había guardado su madre durante años, ¿qué tan difícil era decirle la verdad? En ese momento, detestaba a todos y a todo, sentía que le habían visto la cara, sentía que todos a sabían quien era su verdadero padre, se sentía no solo traicionado por su madre, sino por su mejor amigo, Charles.

Busco refugio entre sus brazos, ahora lloraba en silencio, cuando escuchó que la puerta se abría, no pensó en tomar la varita y atacar, simplemente alzó la cabeza y alcanzó a ver a la chica de la cena, Sofía llegando hacia él envuelta en una suave y cálida bata que cubría la pijama de abajo.

—¿Alex? ¿Qué haces aquí?.– pregunto quedándose estática en la puerta.
—Solo, déjame sólo, Sofía.–
—¿Te has teñido el cabello?.– abrió los ojos.
—No.–
—Mírame y dime, qué te sucede.– entro y cerró la puerta despacio, se iba acercando a él, una parte de Alex quería que no se acercará pero otra, sin duda alguna gritaba a gritos que ocupaba una compañía. Se movió un poco y le ofreció una parte de su túnica, la cual estaba usando como tapete.

Sofía se acomodó a su lado y chocó su hombro con el de él.

—Vamos Granger, dime qué te sucede.– le animo, pero al ver los ojos cristalinos entendió que algo no andaba bien.
—Sé quien es mi padre.–
—¿Y no te emociona el hecho?.–
—Sí, pero está no era la manera en que quería saberlo.–
—Cuéntame Alex.–
—Todos sabían que mi padre es Draco Malfoy, el maldito ex mortifago de Voldemort.– la chica se estremeció al escuchar aquello. —Sí, está para estremecerse, pero eso no es nada, mi madre me lo oculto durante 15 años y mi mejor amigo lo sabía.–
—¿Charles?.–
—Sí Sofía, Charles al parecer sabe más de mí propia vida que yo.–
—Quizás tú madre le pidió guardar el secreto.–
—A la familia y a los amigos no se les guarda secretos así, por algo son tus amigos, por algo es tu familia, porque hay confianza.–
—Se que estás molesto Alex, pero, habla con tu madre, tiene que tener una muy buena razón y estás aquí, lamentándote el hecho de que te ha ocultado algo sin saber sus motivos, quizás lo hizo para protegerte.–
—¿Protegerme de que?.– rio sarcástico. —Soy su viva imagen, mira...–

Alex se quitó la capucha y dejó ver a Sofía el 100% de sus cabellos rubios platinados y su rostro un poco más pálido.

—¿Ves? Soy un Malfoy, lo llevo en la sangre, llevo en la sangre la desdicha de serlo, no sé qué cualidades tenga una pero ahora entiendo a mamá cuando me daba brebajes y me decía todo ese tipo de palabrería, no debo molestarme con ella.–

—Alex...– la chica le acarició el cabello y le miró con tristeza.

Alex se pasó la mano por la cara y se levantó, ayudó a Sofía hacerlo y la miró a los ojos.

—Debo enfrentarme a... Malfoy, quiero saber la verdad.–
—Tendría que ser luego, recién acabamos de llegar.–
—No hay tiempo, entre más rápido, mejor.–

Pasó por lado de la castaña, dejándola confundida por su manera de actuar, sin embargo, la chica lo siguió fuera de los baños. Alex no caminaba, parecía que corriera, Sofía tenía piernas cortas mientras que Alex largas, un paso de Alex equivalía a 2 o 3 pasos de Sofía. Rendida, decidió correr un poco. Hasta que lo alcanzo y lo jalo del brazo, el rubio solo gruño.

—¿A dónde irás?.–
—A casa de Malfoy, anda. Acuéstate y no digas nada.–
—No te dejaré solo, Alex.–
—Lo apreció, pero tengo que ir yo solo.–
—¿Y si te sucede algo?.– sonó preocupada.
—Estaré bien.–
—Soy la mejor bruja de nuestra clase.–
—Estaré bien, lo prometo. No creo que me dañe.–
—¿Y sí si? ¿Alex?.– la chica giró su cabeza a los lados, tratando de encontrarlo, pero ¿cómo? Sofía solo había parpadeado un segundo y al siguiente segundo, Alex ya no estaba, se encontraba ella solo en ese pasillo, si rastro de que alguien estuviera con ella, dio manotazos al aire libre, quizás solo se había hecho invisible, pero no. No estaba.