Alex

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Sentía la mirada pesada, podía sentir incluso sus movimientos, tenía demasiado miedo y en ese momento se maldijo mil veces por no encender la luz, se maldijo mil veces por no permitir que Will la acompañará adentro, podía sentir su corazón acelerado en la garganta, con un solo movimiento podía sacar su varita y atacar, sentía que unas manos la estaban rodeando, ni siquiera alcanzó a notar de quiénes serían pero Hermione fue veloz, cuando sintió que la persona ya estaba atrás de ella, rápidamente sacó su varita de la chaqueta, se dio media vuelta y apuntó tras de ella, y justamente había una persona, Hermione enterró la punta de la varita en la garganta de su contrincante, pero este no hizo ni dijo nada.

– ¿Quién eres?.- preguntó con miedo Hermione, no podía distinguir si era hombre o mujer, la luz no ayudaba mucho y la oscuridad del departamento menos, la persona traía puesto algo como una capa que la cubría hasta la cabeza, era de estatura una cabeza más alta que ella, ¿debía de sentir miedo? Sin duda alguna, no sabía a qué se estaba exponiendo. Sin embargo aquella persona dio unos pasos hacía atrás y encendió la luz, Hermione con la varita bien firme trataba de hallar algo que pudiera decirle quién era, pero nada y no fue hasta la aquella persona sacó las delicadas y delgadas manos blancas en las cuales en una de ellas traía dos anillos de matrimonio, era una mujer fina, las levantó para quitarse la capucha y...

– Astoria.- bajo su varita y susurró impresionada, quien estaba tras ella era Astoria, lucía terrible, un poco demacrada de su cara, ojeras y al parecer traía el rímel corrido como si hubiera llorado antes.

Retroceso

Después de que el medimago revisará a Draco por los síntomas que presentaba y la descarga de magia que emitió, Astoria se había quedado pegada a él, velando por su bienestar y por todo lo que pudiera necesitar.  Quería dormir a su lado cómo él lo hacía cuando ella tenía que estar en reposo, darle mimos como él lo hacía y hablarle en un tono meloso, pero tenía que dejarle el camino libre para el baño, pues los vomitos no cesaban del todo, Astoria sujeto la mano de Draco y entrelazaron sus dedos, Draco parecía un ángel caído del cielo cuando dormía, con la mano que tenía libre empezó a acariciar su cabello algo que ella nunca hacía y que al parecer a Draco le gustaba pues había emitido una sonrisa de lado de esas de las que te enamoras, bajo su mano por el rostro de él y empezó a notar que movía sus labios, lo que pronunciaba apenas lo podía escuchar. Se acercó más a él.

– ¿Draco?.- preguntó Astoria con el oído pegado a la boca de él.
– Hermione.- susurró él.

Se puso derecha y frunció el ceño confundida, aún no soltaba la mano de Draco y se preguntó así misma el por qué Draco nombraría a Hermione, no quería desconfiar de Draco pero ante la situación este la merecía, ladeo su cabeza para ver mejor a Draco y si cabeza hizo un cierto "click", había dejado de dormir con ella, cada viernes salía y ella no podía acompañarlo al dichoso departamento que él tenía, ella estaba enamorada de él por eso jamás desconfío ni pensaría que él la había engañado.

Soltó la mano despacito para que este no despertará, sacó del buró su varita y apuntó hacia a Draco. "Legerenme" susurró para adentrarse en las memorias de Draco.

Eran escenas cortas, de al menos 5 segundos, escenas claves, la primera escena mostraba a Draco y Hermione en la fiesta del Ministerio, ambos lucían increíblemente elegantes y guapos, ambos se coqueteaban, cambio a la segunda escena donde se mostraban a los dos en una habitación grande y lujosa que posiblemente podría ser de él, donde estaban teniendo relaciones, Hermione estaba sentada sobre él, moviéndose frenéticamente mientras que Draco acariciaba su espalda, ambos emitían gemidos de placer, esa escena rompió un pedazo de su corazón, la tercera escena cambio a la oficina de ella, donde le reclamaba algo, y decía "Son nuestros viernes, no puedes hacer a un lado lo que es nuestro" así que Draco no hacía juntas los viernes con sus camaradas sino con Hermione, luego de que ella dijera eso, Draco la tomó por las mejillas y la beso, esa escena rompió el otro pedazo de corazón de Astoria y la cuarta y última escena, estaban los dos en la oficina de él, Hermione lucía nerviosa y con miedo y claro pues tremenda confesión que le haría a Draco, "estoy embarazada" y el corazón de Astoria en miles de cachitos se rompió, Hermione le había confesado a Draco que estaba embarazada de él, no hubo respuesta por parte de Draco porque salió antes de las memorias, se cubrió la boca con ambas manos y miró de reojo a su marido quien la había engañado con Hermione Granger y que ahora ambos esperaban un hijo, le dolía el corazón y no podía estar más tiempo allí, así que dejo caer la varita y salió de la habitación con el alma en el suelo, el amor a la basura y con un corazón terriblemente partido.

Actualidad

– Hermione.- dijo la mujer. – ¿Ah si que es verdad?.- empezó a caminar alrededor de ella mirándola de pies a cabeza.
– ¿A qué te refieres?.-
– Tu lo sabes, a aquellos rumores que dicen que el padre de tu hijo es mi marido.- se detuvo  a su lado y le susurró, el tono fue agresivo, Astoria sin duda alguna estaba molesta y Hermione tenía miedo de que la fuese a dañar.

– No creas nada de lo que te dicen, es tu marido y debes de confiar en él.-
– Y si lo hago, pero en ti no.- le sonrió provocándole escalofríos. – ¿Cómo es posible que me haya engañado contigo? ¿Cómo fue posible que te hayas metido con él estando ambos casados? ¿Cómo es que puedes darle un hijo y yo no? Dime Hermione.- estaba a punto de las lágrimas, aquella mujer estaba dolida sin embargo Hermione no expresó ningún tipo de sentimiento pues si lo hacía le daría todo el crédito a Astoria.
– No debo responderte eso, yo ya te dije que yo no me metí con tu marido y mi hijo no es de él, y siento mucho que no puedas darle un hijo.-
– Mientes.- alzó la mano y cacheteó la mejilla de Hermione haciendo que está moviera su cabeza hacia un lado, le lloraron un poquito los ojos ante el golpe, se acaricio la mejilla y la mirada dulce de Hermione se volvió furia.

– ¿Quieres saber la verdad? Pues aquí te va... Si Astoria, si me metí con Draco, no una ni dos, varias veces ya fuera en mi departamento o en el de él porque... ¿si sabes que tiene un departamento, verdad?.- Astoria negó, estaba a punto de que las lágrimas salieran brotando en cualquier momento. – Y confías en él, qué ironía.- se burló Hermione.
– Debiste haberle dado algo, mujeres como tú hay en nuestras vidas sin embargo Draco no se atrevería a engañarme de tal modo, me ama y ama a nuestros...-
– Si te hubiera amado no se hubiera metido conmigo todas las noches cuando no estaba contigo, si te hubiera amado té hubiera sido fiel, si te hubiera amado no estaría esperando un hijo de él.-
– Eres una...-
– Cualquiera no porque yo elegí y él me prefirió a mi.-
– Porque te le metiste por los ojos.-
– Y por la boca, el aire, los poros, el corazón...- empezó a enumerar con los dedos cínicamente. – Vamos Astoria, soy inmune, yo le daré algo que tú no puedes pero no te preocupes, yo no quiero que mi hijo tenga nada que ver con su padre, tiene suficiente conmigo.-
– Eso lo veremos, porque al ser hijo de Draco tiene todo el derecho.-
– Podrá tenerlo pero para cuando me encuentre quizás ya habrá muerto.-
– Te detesto.-
– A veces también me detesto, ¿qué se le puede hacer?.-
– Te tenía en otro concepto, te tenía respeto y agradecimiento.-
– Pues tenlo porque te libere de un hombre que ya no te ama.-
– ¿Cómo te atreves a decirme eso?.-
– Porque los tengo suficientemente puestos para decirlo, porque no le temo a nada y no espero nada de ustedes ni de nadie, porque tengo a mi hijo, a mi Alex, y porque sé que Alex no necesitará de nadie más que de mi.-
– Cuida lo que dices Hermione.-
– A mi no me vengas con amenazas, ve y guárdatelas o si quieres pásalas a Draco.-

Astoria se dio la vuelta y pasó por su lado, mirándola de reojo.

– De verdad Hermione, creía que eras otra persona, no comprendo cómo pudiste engañar a tu marido.-
– Si te sirve de consuelo, ya estamos separados, no hubo infidelidad por parte de los dos.-

La elegante mujer bufó y giro en sus tacones para salir de la habitación. Hermione respiró hondo y sujeto su vientre, nunca se imaginaba que fuese Astoria quien estuviera allí, esperaba que fuera Draco pero no. Simplemente lo imagino.

El secreto de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora