El misterio entre Alex y Murphy.

Capitulo 8: Reunión de maestros.

~ MURPHY ~

Estaba afuera esperando a que Foster se dignara de salir de su reunión de maestros. Sabia que podía irme caminando, pero la lluvia torrencial me hizo cambiar drasticamente de opinión. Ni siquiera pronosticaron lluvia ¿Cómo iba a trar paraguas?.

Levanté la mirada encontrandome con Alex, el se sentó a mi lado.

—Yo tampoco traje paraguas —confezó.

—Foster está en una reunión, nos toca esperar a que pare —afirmé.

Esperar era aburrido y Alexander no es del tipo que habla por los codos.

Mi telefono estaba sin batería y la situación comenzaba a ponerse incomoda, bastante incomoda.

Comencé a pensar en que podría prepararme para comer en casa, lo más probable era sopa o fideos con queso, no soy experta en la cocina pero no pensaba morirme de hambre.

Estaba tan concentrada pensando que apenas noté a un grupo de personas saliendo con paraguas. Suertudos.

—Hola, Alex —dijo un chico rubio, me miró de reojo pero no me saludó.

—Jeremy —saludó y sonrió—. Olvide mi paraguas.

Volvió a mirarme de reojo y yo hice lo mismo.

—Usenlo —dijo entregando su paraguas y se colocó su capucha—. Despues de todo no llueve tanto, vivo cerca.

Reí.

—¿Qué te parece gracioso de la situación? —preguntó.

—La parte de la lastima que nos tienes —respondí.

—¿O simplemente no puedes aceptar que alguien esta siendo bueno con Alexander? No te conozco, no hablo contigo —palmeo el hombro de Alex y se colocó un auricular para luego sonreirme—. Adios, Alexander.

Jamas en mi maldita vida me puse nerviosa o me sonrojé. Pero ahora sentía un ridiculo calor en mis mejillas y tan solo pensaba en cuan idiota era ese chico.

Alex se levantó y abrió el paraguas, ambos caminamos juntos hacia nuestra casa, afortunadamente mi casa quedaba primero.

—¿Quién era ese chico? —pregunté.

—Jeremy —respondió sosteniendo el paraguas—. Es de ultimo año.

—Es irritante —me quejé, Alex rió—. No se de que te ries.

—Parece no tenerte miedo —dijo y yo rodé los ojos.

Era poco probable, todos me tenían miedo, Bonnie y Eleanor eran las únicas que realmente me conocian.

—Debe temerme en su interior, tu me temes.

—Mmh... no, al menos no ahora, pareces ser agradable —dijo haciendome reir.

—¿No lo soy? —pregunté.

—No me metas en tus juegos —respondió y me empujó suavemente—. Tendré que advertite de algo, ahora que aparentemente somos amigos.

Esto ya se volvia raro.

—¿Estas metido en las drogas? ¿Por eso mantienes perfil bajo?.

—Eh... ocacionalmente fumo un cigarrillo, pero no, no estoy metido en las drogas —sonrió—. ¿Sabes quién es Noah no?.

—Para ser sincera no conozco a nadie más que tu, mis mejores amigas y ese chico Jeremy que ya se ganó mi odio eterno.

Eso lo hizo soltar una carcajada.

—Noah es mi mejor amigo —me informó y asentí lentamente—. Y le gustas.

—Oh Dios, hay algo mal en su pobre mente —dije entre risas—. No me gusta nadie, la ultima vez que me gustó un chico lo hice comer tierra por una apuesta.

Alex me miró y no dije nada.

—¡Teniamos seis! Me parecia lo más coherente, pero luego lo empezaron a llamar "Gibby el come tierra" y no podía gustarme un chico al que le dijeran "Gibby el come tierra" así que mi amor terminó ahí mismo.

—Woah... que gran historia de amor, supera a Romeo y Julieta —se burló haciendome reir.

—En conclusión, dile que se olvide de mi —pedí—. No soy nada sutíl en eso de rechazar, ser amable... y todo eso que le sigue.

—Creeme, lo se, Murphy —afirmó y rodé los ojos.

—Esta es mi casa —dije deteniendome en frente de mi puerta—. Fue una interesabte charla, y yo que tu quemo el paraguas.

—¿Le haras la vida imposible a Jeremy no?.

—Haré que se arrepienta de decir cada palabra, gracias por acompañarme Alex.

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