~ ALEXANDER ~
—¿En serio debemos seguir haciendo esto? —preguntó Noah y asentí.
—¡Quiere matarme! —protesté.
—Hasta yo te mataria —me aseguró y se sentó en el suelo.
—¡Noah!.
Él rió.
—¿Qué? Es verdad —afirmó y sonrió—. Aquí hace frío.
Rodé los ojos.
—Aguanta un rato.
Estabamos en el techo de la escuela, aún estaban los chicos del club de teatro, los de música y algunos cursos seguían en clase.
Yo estaba huyendo, no de Murphy, de Spencer. Ese chico escualido — pero fuerte, no estaría huyendo si pudiera vencerlo — quería matarme ¡¿Por qué?! ¡No se! Los rumores de que me asesinaria al salir de la secundaria se expandieron totalmente. Y yo, en vez de verificar si eso era cierto o no, decidí esconderme en la terraza arrastrando a Noah conmigo.
Estuvimos un rato ahí esperando a que todo se calmara. Entonces apareció Murphy.
—Que frío de mierda —se quejó.
El cortó cabello que tenía le cubria su rostro debido al viento, y ella intentaba quitarselo.
—¿Cómo es eso qué Spencer te quiere matar? —preguntó y se sentó junto a Noah.
Murphy hizo como si yo no le hubiera dicho que me gusta, como si nunca la hubiera ignorado unas dos semanas y que no quería saber nada de ella por el momento. Simplemente se sentó y me miró mientras se cruzaba de brazos.
—No se —respondí nervioso—. Es lo que escuché.
Ella rió.
—¿Sabes que te tendieron una trampa, no? Spencer acaba de irse como si nada —afirmó.
¿Cómo es qué ella sabia que estaría aquí?.
Mi vista se giró a Noah y él sonrió.
—¿Acaso tu... ?.
—Yo la llamé y comencé eso de Spencer —rió—. Detesto aconsejarte todo el tiempo, arregla esto con Murphy y ya para de joder con eso ¿Okay? Hasta a mi me rechazó, Alexander.
—Soy una rompe corazones —bromeó Murphy.
—Eres un imbecil —protesté.
—Ya se, ya se —respondió—. Adios Murphy, tiralo de la terraza si molesta.
Noah finalmente se fue y ella me miró con una sonrisa, como si le encantara esta situación.
—Si te hace sentir mejor... —comenzó—. Yo no tenía idea del plan de Noah.
No me hacia sentir mejor, pero no iba a decirselo.
—¿Qué quieres?.
—Que dejes de ser imbecil, pero como eso es dificil de lograr, me conformo con que me hables.
—Murphy...
—Al diablo tu y el amor —se quejó—. Es una mierda, una total mierda ¿Puedes olvidarlo y ser amigos? Yo no soy el tipo de persona que anda atrás de todo el mundo, sientete afortunado que quiera que seguir siendo tu amiga luego de ignorarme de tal manera.
Rodé los ojos.
—Perdón —me disculpé—. Pero no me arrepiento de nada, estaba lastimado emocionalmente.
—Mmh... yo tampoco —me golpeó en el hombro—. De todas formas esta bien, yo también siento rechazarte, pero no me gustas.
—No hacia falta repetir la ultima parte de nuevo.
—Uh, perdón —soltó una carcajada—. ¿Nos vamos? Debo llegar temprano a casa, hoy tengo trabajo.
Ella tomó su mochila y ambos nos levantamos del suelo.
—¿Quieres ir el viernes por una pizza? Britt y yo queremos jugar bolos, pero ninguna sabe jugar ¿Vienes?.
—Yo tampoco sé jugar —le advertí y comenzamos a bajar las escaleras.
—Exacto, así es más divertido —respondió—. ¿Vienes o no?.
—Mmh... bueno, voy.
—¡No te hagas el que tienes dudas! Me ignoraste durante dos semanas ¡Josh pensó que estabs depresiva y yo que sé y quiso besarme! ¡¿Sabes cómo me dolió la mano luego de golpearlo?!.
Reí.
—¡¿Lo golpeaste?!.
—¡Y nadie lo grabó! Fue horrible.
—Debí haber estado ahí.
—Aja —concordó—. Más vale que estes el viernes.
—Lo prometo.
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El misterio entre Alex y Murphy.
Roman pour AdolescentsSi Alex describiera a Murphy en una palabra sería "imbecil" o eso fue antes de darse cuenta de que Murphy, en realidad, era una chica. Con grandes ojos claros y cabello corto como un chico. Murphy Adams lo único que hacia era soltar sarcasticos come...