El misterio entre Alex y Murphy.

Capitulo 26: Desacuerdos.

~ MURPHY ~

Britt se veía bonita con su vestido rosa palido, incluso la hija del señor Foster.

Yo simplemente me puse unos jeans y una camiseta blanca, en mi opinión era presentable, pero mi madre esperaba que me vistiera como actriz de Hollywood.

—Esto va en la mesa de allí —dije dandole una bandeja a Ben.

La fiesta se hacía en el patio trasero de mi casa y todos estabamos sumamente estresados, y con todos hablo solamente de mi.

Mi madre y Foster andaban más enamorados que nunca y yo sola me encargué de planear todo... esto ¡Y mis ayudantes me cancelan!.

—¿Yo que hago? —preguntó Alex.

No le daría ni una bandeja a él y sus manos de manteca.

—Tu comete un cupcake —respondí y le di uno.

Me acerqué a otra de las mesas y dejé una bandeja de sándwiches.

Algunas de las personas empezaron a llegar y tuve que dejar sus abrigos en el perchero de la entrada.

Cuando volví nuevamente, Alex comía con enfado su cupcake.

—Lo vas a asesinar —bromee.

Alex me miró con su cara manchada con migas y crema oara luego rodar los ojos.

No lo veía hace semanas, e intenté que no significara nada, no quiero depender de siempre hablar con Alex, somos amigos y eso es todo, porque ni siquiera somos "mejores amigos" como con Ellie y Bonnie, ¡Quienes no quisieron ser mis ayudantes! Dios... como las odio.

—Tu asesinaste mi corazón —dijo y le entregué una servilleta.

—Deja de ser tan dramatico.

Ben volvió y le entregue una gaseosa.

—Ofrecele a la gente, aquí tienes vasos descartables —afirmé y lo mandé de nuevo a trabajar.

Serían los ciento cincuenta dolares mejor invertidos, tal vez hasta le diera más.

—No soy dramatico —protestó.

—Aún tienes crema en la nariz —le avisé.

—¡Ah! —dijo y se la limpió entre risas para luego volver a estar serio—. ¡Pudiste llamarme a mi!.

—No me hablas desde la fiesta, pensé que estabas molesto, o que verme a mi con vestido fue traumante.

—No fue traumante —se quejó rodando los ojos—. Te veias linda con un vestido, como lo supuse, pero ese no es el punto.

—¿Y cual lo es?.

—No estoy molesto, solo que... no tuve tiempo de hablarte, eso es todo.

Yo tampoco había tenido tiempo, pero me negaba a darle la razón.

—¿Aún sigo invitado a la boda de tu madre? —preguntó haciendome reir.

—Claro, Alex —respondí rodando los ojos—. No seas imbecil.

Él sonrió.

—Te veré con tu vestido de dama de honor —rió—. Interesante...

—Eres un pervertido.

—No pienso en ti de esa forma.

—Si claro.

—¿De qué color será?.

Rodé los ojos y solté un bufido.

—Lila —me quejé—. Con decoraciones de flores.

Alex soltó una carcajada.

—Me veré horrible —protesté.

—Claro que no, te veras bonita y tierna.

—¿Qué? ¿Ahora no me veo así?.

—Yo nunca dije eso.

Sentí mis mejillas arder y tomé un sándwich de una de las charolas para disimular.

—No seas idiota —protesté y él sonrió.

—Tu me veras de traje.

—Dudo que sea diferente de como te veo todos los días.

—Seguro que seré el más galán de esa fiesta.

Espero que no...

—Tal vez lo seas —le aseguré—. Y lo arruines cayendote o algo así.

—¡Claro que no!.

—¡Oh vamos! Hasta tu lo sabes.

Alex rió y luego recibió un mensaje.

—Es mi mamá, debo volver, vendré a buscar a Ben y seguiremos con esta charla.

—Bien, te espero.

La fiesta continuó como siempre, Ben fue el mejor ayudante del mundo y aunque yo moría de sueño me quedé a esperar a Alex, pero cuando fue hora de que se vaya Ben, él no apareció.

No solo fue decepcionante, sino que me sentí una idiota.

No debes preocuparte por Alex, Murphy. Ni siquiera son buenos amigos...

Solo tengo que recordarme eso.