Capitulo 27: ¿Más qué una amistad?.

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~ ALEXANDER ~

—El mundo es una porquería —dijo Noah y mordió su manzana—. Me desagrada, aveces me gusta pensar que soy un alien que vino a la tierra por equivocación y tomé apareciencia humana, o tal vez lo aliens se ven igual que nosotros y no lo sabemos.

Noah y yo estabamos sentados en una rama de un árbol mirando a la misma nada.

El parque por la tarde siempre estaba vacio, y si no venía a fumar, vendría a alejarme un poco de mis preocupaciones.

Murphy estaba rara, Noah y yo casi no pasabamos tiempo juntos y Jeremy... es Jeremy. Con las únicas personas que tengo buena relación — afortunadamente — es mi familia.

—Tal vez —concordé—. Seguro tienes poderes y no los descubriste aún.

Noah sonrió.

—¡Sería genial! —afirmó.

Mi amigo amaba todo lo relacionado con otros planetas. Por lo que sabía, trabajaba en una especie de comic sobre un astronauta que quería ir a la luna, pero algo pasaba. No sé mucho del asunto, rara vez Noah habla — o me deja ver — acerca de lo que escribe.

—De todos los superheroes, me encantaría tener el poder de... ¡Superman! —gritó—. Sería alusinante.

—Deja de hablar de eso, tal vez piensen que somos dos adolescentes drogados —dije entre risas y él rodó los ojos.

—Como prefieras, mi sueño es ser como superman, y se viene mi cumpleaños —sonrió—. Es una indirecta.

—¡No puedo convertirte en Superman!.

Noah rodó los ojos y asintió lentamente.

Ninguno habló de nada por un rato y luego ambos volvimos a casa.

El lunes Murphy faltó a clase, el martes Murphy faltó a clase y el miercoles me di cuenta de que Murphy no es que faltó a clase los días anteriores, sino que me estaba evitando.

—Es Murphy —dijo Noah y se encogió de hombros—. Tal vez solo esté molesta por algo.

Jamas me había evitado a mi hasta donde sabía.

—¿Debería hablar con ella? —pregunté.

Pero Noah era pesimo dando consejos, y aún más cuando se trataba de chicas.

—Eh... como quieras —respondió.

Estuve en la duda existencial de hablarle o no hablarle.

Finalmente a la salida del miercoles había reunión de profesores, y Murphy esperaba en las escaleras leyendo un libro.

La miré por varios segundos y di varios pasos hacia delante y luego hacia atrás. Sinceramente no sabía que hacer.

—¿Qué quieres? —preguntó de repente, y pasó la pagina de su libro.

—¡Murphy! —respondí y ella asintió bastante irritada—. Hola...

No respondió.

—¿Esperas a tu padre?.

—No —cerró su libro—. Espero a Foster.

Pensé que diría que me esperaba a mi.

No todo se puede en la vida.

—Ah... —me senté a su lado—. Yo quería hablar contigo.

Murphy guardó el libro en su mochila y me miró. Pensé que estaría nerviosa o sonrojada — yo estaba así — pero simplemente me miraba como si quisiera largarse de una vez.

—Rápido —me apuró—. Se suponia que era mi momento feliz de lectura.

—Es que... tengo como que la sospecha de que me evitas.

—Porque te estoy evitando ¿Alguna otra cosa?.

Murphy era muy directa, eso incomodaba bastante.

—¿Por qué me evitas? —pregunté y ella rió.

—Que te importa —respondió tomando su mochila y levantandose.

—¡Me importa!.

Murphy me miró con el ceño fruncido por haber levantado la voz. Tenía miedo de que me asesinara.

—Me importa —repetí más relajado—. En serio.

Se encogió de hombros.

—Tengo que irme.

Un auto se estacionó y había una chica en él. Era rubia, bonita, me miraba fijamente, comenzó a darme miedo.

—¿Podemos hablar luego? ¿Puedo ir a tu casa? —dije tomando su brazo.

Ella me miró a mi y luego a mi mano, supuse que quería que la quitara, pero no quería.

—No estaré —respondió, pero al ver mi desesperación suspiró profundamente—. Puedes mandarme un mensaje.

Y finalmente quitó mi mano por su cuenta y se fue.

El misterio entre Alex y Murphy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora