~ ALEXANDER ~
Estúpido. Estúpido. Estúpido.
Por si no se notó aún, yo era un estúpido.
Siendo sincero, parte de besarla fue su culpa ¡¿Quién la mandó a provocarme?! Lo único que quedó en mi mente fue ella besandome a mi, pero no creí que tendria el coraje suficiente como para hacerlo.
El lunes me sentia patético.
No le había dicho a nadie sobre lo que hice, e incluso Murphy hizo como si eso nunca hubiera pasado, lo cual me dolio bastante, hubiese preferido hasta que se molestara conmigo y no me hablara, seria mucho mejor, al menos sabria que le provocó el beso.
¿Era bueno qué hiciera eso? ¿Era malo? ¡Dios! No tengo idea, necesito señales más claras. Diria que las mujeres son complicadas, pero sincermente entiendo la mayoria de las cosas que hacen y el por qué las hacen, aquí la complicada era Adams.
El sabado salí con Ben al parque, simplemente para que el pudiera andar un rato en su bicicleta y hablar con sus amigos raros.
Sabia los horarios de trabajo de Murphy — no porque fuera un acosador, sino que ella me los dijo una vez — y no era coincidencia que estuviera aquí ahora mismo, viendola caminar con su cabello sujeto en una coleta y sus auriculares puestos.
—¡Adams! —la llamé.
Ella levantó la cabeza y le hice una señal con mi mano para que viniera hacia aquí.
—Mmh... Alex ¿Qué pasa? ¿Qué haces en un parque? —preguntó confundida.
—Ah, solo traje a Ben para que esté con sus amigos —respondí.
—Bien, creo.
Sonreí nervioso y relamí mis labios. Lo que estaba por hacer era una locura.
—Murphy, necesito que hablemos —pedí—. Ya sabes sobre que, no te hagas la desentendida.
—Alex...
—¿Te gustó? ¿No te gustó? ¡Dios, Adams! Haces que me duela la cabeza.
—Tu solo te metes en estas situaciones ¿Quién te mandó a besarme?.
—¿Quién te mandó a ti a provocarme?.
Ella rodó los ojos y bufó, estaba molesta.
—Perdón, pero fue solo una broma, no creí que te lo tomaras así —afirmó.
—¡Sabes que me gustas! ¡¿Cómo pensabas qué lo iba a tomar?! ¿Acaso estás jugando conmigo o qué?.
—Yo que se, me quiero ir —se quejó.
—Todo se reduce a una simple pregunta, Murphy ¿Qué mierda quieres conmigo? ¿Somos amigos? ¿Somos novios? ¿Una mierda? ¡Dime!.
Lo proximo que dijo me hizo poner rojas hasta las orejas.
—No se —respondió y rodó los ojos—. No se, Alex, no s...
Tomé la cintura de Murphy y la acerqué a mi para poder besarla de nuevo. Ésta vez no me corrí, ni siquiera me arrepentí, al diablo lo que ella pensara ¿A quién le interesa? Ni siquiera sabe lo que quiere, pero lamentablemente yo si lo sé, y es a ella.
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El misterio entre Alex y Murphy.
Roman pour AdolescentsSi Alex describiera a Murphy en una palabra sería "imbecil" o eso fue antes de darse cuenta de que Murphy, en realidad, era una chica. Con grandes ojos claros y cabello corto como un chico. Murphy Adams lo único que hacia era soltar sarcasticos come...