VIII

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-Avanzas muy rápido. - dijo el mayor con los ojos abiertos de pura impresión. Al revisar el libro se dio cuenta de que Keith había leído varias páginas desde que se fuera del campamento, y no tenía duda de que lo estuviera haciendo a conciencia. La tarde anterior lo había visto aprender y absorber conocimiento como una esponja seca, fue cosa de un par de horas para explicarle el funcionamiento general del abecedario y que al minuto estuviera leyendo párrafos completos de sus tratados de alquimia.

-Pero hay muchas palabras que no entiendo. - le respondió muy serio. - como "Kadush" y "Latro"

Ambos se hallaban sentados en la cama. Lance de piernas cruzadas y Keith apoyando la espalda en su pecho y sosteniendo el libro contra las rodillas. Señalaba una a una las palabras nuevas sin poder imaginarse lo que significaban. Lance por su parte tenía que concentrarse muchísimo para ponerle atención y no dejarse llevar por el impulso de hundir la nariz en su cabello sedoso y negro.

-Kadush se refiere al sol. - explicó Lance. - y latro es otra manera de llamar al mercurio.

Keith estaba tan cómodo que no notaba los nervios del mayor a su espalda. Sentía que no estaría nada mal quedarse dormido en aquel lugar tan suave y lleno del olor de Lance. Sin embargo, un apretón en el hombro lo sacó de sus fantasías.

-Deberíamos salir de la cama. - dijo Lance turbado y con las mejillas rojas.

-¿Estás incómodo? - le preguntó el menor girando el rostro para verlo.

-No es eso... - dijo, pero sin explicarle a Keith nada de lo que estaba pasando. Nunca sabía cómo actuar frente a las personas, sobre todo si se encontraba en una situación nueva. Keith pensó que lo mejor que podía hacer era buscar una posición en la que Lance se sintiera cómodo, no quería alejarse de él.

Se giró aún sentado para quedar frente a Lance con una pierna doblada a cada lado de su cuerpo, pero por muy buenas que fueran sus intenciones, el mayor no hacía más que alarmarse más y más.

-¿Así está mejor? - le dijo muy de cerca y sosteniendo el libros sobre el pecho. Lance tragó saliva y ya sin poder resistir dejó que sus manos fueran a parar libres por el cuerpo del menor.

-¿Por qué tienes que hacerlo tan dificil? - dijo entre dientes. Keith lo miraba extrañado y muy confundido ¿Qué le pasaba a Lance? Se suponía que estaban estudiando.

Dejó el libro a un lado y sus manos acunaron las mejillas del contrario con tierna torpeza. Una nueva faceta de la persona tan extraña que era se iba revelando solo para Lance.

-¿Qué ocurre? - le preguntó en un susurro y demasiado cerca como para que el mayor pudiera mantener la cordura. Las manos de Lance se movían en su cintura haciendo círculos y terminaron bajando hasta sus caderas para alzarlo un poco y dejarlo sentado en su regazo. - ¿Lance?

Keith sintió la pesada respiración del mayor en su cuello y un escalofrío le recorrió la espalda. Sintió también las caderas de Lance apegándose a las suyas y el calor que emanaba de su cuerpo. Y como si fuera una bomba de tiempo, sintió su cuerpo arder también.

-Perdona... - dijo Lance antes de morderle el cuello. - no debería hacer esto

Pensó durante un único momento de lucidez a hacerse a un lado y quitárselo de encima, pero el cuerpo del menor se acercó aún más cortando cualquier escape. Lo que pasó después fue a causa del mero instinto, porque Keith no sabía lo que estaba haciendo. Solo sabía que se sentía demasiado bien.

Movió sus caderas hacia adelante y una corriente lo sacudió. Volvió a hacerlo mientras sus dedos de uñas cortas se agarraban de los hombros de Lance y sus ojos se cerraban contra su voluntad. Lance miraba todo el espectáculo atónito y bastante aturdido. El calor no hacía más que aumentar en la tienda y supo que las cosas no terminarían bien cuando de los labios de Keith salió un gemido.

GoldenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora