CAPÍTULO 70 RUSIA

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Chloë y Gustavo convocaron una reunión con los más allegados a ellos en un salón de conferencias.
_Hay algo importante que debemos tratar y ya lo hemos evitado por mucho tiempo dijo ella, Sentada a la derecha de Gustavo.
_Así es dijo Gus tomando asiento en la silla del emperador ubicada en la punta de la mesa.
_Como es de conocimiento de todos, hace un tiempo perdimos a uno de nosotros, Lord Guido, no tenemos un cuerpo al cual enterrar o cremar, es por eso que quiero proponer una tumba honorífica. Dijo Chloë.
Los demás aplaudieron por eso.
_Que los dioses tengan misericordia de Guido exclamó Wellington.
_Que así sea expresaron los demás.
Berni no hablo por ahora.
_¿Y donde propones colocar esa tumba? Preguntó Carlota.
_Aquí mismo mi lady, en uno de los jardines del palacio contestó la joven.
_¿Pero acaso estás loca niña?..¿una tumba aquí? Contestó la duquesa.
Berni se mordió los labios para no contestar.
_Si, él fue como un hermano para Gastón y se lo merece respondió Chloë.
_¡Ja! Eso no pasara en el palacio de mi nieto... ¿o ya olvidaste de quien es este lugar? Dijo la señora.
_Mi lady con todo respeto, interrumpió Gustavo, esto fue idea de Gastón, a él le gustará que ya este hecho cuando regrese.
_Entonces preguntesmole dijo la mujer, ha, no podemos porque no está.
_Señora dijo Chloë enfadada, este lugar es de mi esposo si pero yo soy su mujer por lo tanto también es mio... le agradecería que fuera más comprensible con todo esto.
_No te confundas lady Chloë, te diré lo mismo que le dije en su momento a Mirta, que estés casada con mi hijo, en este caso nieto, no quiere decir que todo sea tuyo, la ley es clara, tu solo eres la consorte y ya.
_No le hable así a mi señora dijo Wellington apretando sus puños.
_Lo lamento mis lords, no pretendía ofender dijo ella.
_¿Alguien más en contra de la lapida? Preguntó Gustavo.
Varios levantaron la mano. Carlota sonrió
_Tener una tumba aquí es de mala suerte mi señora dijo uno.
Los demás asintieron.
_¿Y que proponen? Preguntó ella.
_Que se haga una tumba donde murió dijo Carlota.
_¿En Itaca? Dijo Berni furiosa.
_Si, donde sea.
_El murió luchando por todos grito la demonio.
_No jovencita, el murió por no poder cerrar su maldita boca contestó Carlota.
Berni quiso saltar sobre ella pero rápidamente dos guardias divinos la detuvieron.
Carlota sonrió
_Ya veo Porque él iba a casarse contigo, eres una salvaje igual que él.
La mujer se puso de pie y se retiro escoltada por guardias.
_Ha... para aclara... no voy a permitir que hagan lo que quieran en este lugar, mucho menos una tumba dijo la mujer.
_¿Y si fuera para su hijo? Preguntó Gustavo.
_Claro que no, su tumba honorífica está en el cementerio de los héroes caídos, donde debe estar. Finalmente la duquesa salio del lugar.

_Conozco a esta mujer mi señora dijo Wellington y si dice que no va a permitir algo, no lo va a permitir, sin importarle la autoridad que usted tenga.
_¿Entonces que haremos? Preguntó Gus.
_Esperar que Gas regrese y que él decida contesto Chloë.
Fiama se levantó y fue hacia su prima.
_Vos vas a ser la emperatriz, la superior de Carlota, se va a hacer lo que vos digas, le guste a ella o no. Aparte esa tumba o nicho se hace si vos lo querés, solo debes dar la orden, no es necesario que hagas una reunión para eso. Deberías demostrar tu autoridad ahora mismo y no dejar que te pisotee dijo Fiama
_Lo se primita, gracias pero en parte tiene razón contestó Chloë.
_No tiene razón en nada, es un vieja resentida nada más, cuando Gas venga la va a poner en su lugar por decirte esas cosas dijo Fia.
_No, él no lo va a escuchar de mi boca, va a pensar que no puedo defenderme sola respondió Chloë.
_Entonces yo se lo voy a decir dijo Fia.
La reunión termino sin una decisión tomada.
_¿Que estará haciendo el pibe? Se preguntó Gus

A mediados del mar báltico el Der Große surcaba las aguas con mucha prisa, pese a la tormenta que azotaba Gas pidió no bajar la velocidad, el gran buque se movía de una lado a otro, montaba olas y volvían a descender.

A mediados del mar báltico el Der Große surcaba las aguas con mucha prisa, pese a la tormenta que azotaba Gas pidió no bajar la velocidad, el gran buque se movía de una lado a otro, montaba olas y volvían a descender

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