Un grupo de amigos son reclutados por los dioses para hacer frente a un mal ancestral que recientemente escapo de su encierro, una historia fantástica con suspenso, amor, acción y un toque cómico.
Las rejas doradas del gran palacio de Versalles se abrieron majestuosas ante su señor. _Al fin en casa pensó Gas, cansado por la larga marcha. Junto a él estaban Gustavo y Katie, tras ellos Talleyrand y Kutuzov. Entraron despacio sin llamar mucho la atención, eran las seis de la mañana y todos dormían.
_Ningún guardia vigilando las puertas se quejo Gas con Gustavo. _Es culpa de tu esposa bromeó el joven. _Si no te importa bebé iré a mi habitación a descansar dijo Kat. _Claro, ve. Ella desmontó y camino pero Gas hizo lo mismo siguiéndola. La tomó de un brazo y ella giró. Luego la tomó de ambas manos. _Gracias por estar conmigo todo este tiempo dijo Gas. _No seas tonto, ambos deseábamos tiempo juntos y lo tuvimos, espero que vuelva a pasar dijo ella. Gas sonrió y le dio un largo beso en la mejilla, luego en la frente. _Te adoro dijo Gas. _Y yo te amo contestó ella.
_Bien caballeros, ambos escojan un habitación y vayan a dormir dijo Gas a Talleyrand y Kutuzov... Gustavo, supongo que Fiama te estará esperando comento Gastón. Los otros dos asintieron y se fueron. _Si pero seguro está durmiendo, me voy a recostar también dijo Gus... ¿Tu que harás?
_Esperaré que Chloë se despierte para verla, Mientras estaré sentado leyendo. _Okay, te veo más tarde dijo Gus saludando un la mano a lo lejos.
Gas escogió un libro al azar y se sentó en una de las salas de estar a leer. Una hora más tarde de aburrió y fue a sentarse en uno de sus tronos para intentar descansar los ojos, pero fue en vano, Talleyrand no había dormido y se puso a revisar unos documentos luego se los llevó a Gas para que lo viera.
_Mi lady... mi lady... gritaba un guardia fuera de la habitación de Chloë. _Pase, contestó ella media dormida.
_Madame, la esperan en salón del trono del ala oeste avisó el hombre. _¿Quien? Preguntó ella. _Ya verá contesto es sujeto saliendo del lugar. Ella lo miró seria después se sentó en a cama.
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Se vistió rápido y fue hacia donde el guardia le dijo.
Gas estaba sentado en una gran silla color rojo y dorado, tras el grabada en una tela roja un gran águila de dos cabezas, bajo el un enorme alfombra del mismo color que cubría el suelo y hasta las escaleras.
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