CAPÍTULO 23 DEL INFRAMUNDO AL OLÍMPO

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_¡Saimond! Grito Gastón.
_¿Si mi señor?
_Quiero que llames a los cinco jueces, debo hablar con ellos.
_Ha los cinco, ¿Juntos?
_Así es, y que sea cuanto antes.
_ como desee señor.
El sirviente se alejó rumbo a los juzgados.
Dentro del salón se encontraba Gastón y frente a él formando una especie de pasillo habían veinte guardias o preferentemente espectros del inframundo.

Pasaron más de dos horas para que el sirviente vuelva y tras el los cinco jueces.
Todos pasaron en medio de los guardias.
_Mi señor, a sus ordenes. Se inclinó Radamanthys. Siempre el más respetuoso de los cinco.
Los otros lo imitaron sin decir nada.
_Gracias pero no soy su señor, de pié.
_Esta sentado en ese trono y eso es suficiente intervino Éaco.
_¿Para que nos haces venir a todos juntos? Pregunto Hyperion.
_ En la superficie se libra una guerra... una guerra contra el señor oscuro y ustedes permanecen aquí atrincherados, sin hacer nada.
_Eso no es asunto nuestro Lord Gastón.
_Trench tiene razón expresó Minos.
_¿Que creen que harán si vencen alla arriba? ¿se sentarán miraran las estrellas?... por favor sean inteligentes. Vendrán por ustedes así como fueron por los demás.
_Puede que sea cierto, pero ¿que quiere que hagamos?
_Que luchen junto a nosotros.
Trench, Hyperion y Minos. Rieron del joven.
_Mi joven lord, nosotros no podemos dejar los juzgados muchos tiempo, ¿quien juzgará a las almas?
_Es por eso que los cinco escogerán un remplazo hasta su regresó.
_¡Jajaja! Rió Trench. Tu no eres el señor Hades para dar esa orden, en lo que a mi concierne solo eres un muchacho con suerte que se caso con Lady Chloë.
_¡Insolente! ¿Como puedes hablar así a tu señor? Grito Éaco.
El juez junto con Radamanthys se pusieron de pie para disciplinar a su compañero.
Gastón cerro los puños de la bronca, su anillo empezó a brillar y lo envolvió en un aura dorada que también envolvió al Trench y lo levantó en el aire.
_ ¿Que... Que es esto? Bajame.
El anillo brillo con mayor intensidad.
Lo cual provocó que el juez sea azotado una y otra vez contra un muro del palacio.
Cuando por fin lo soltó, Trench se puso de pié e intento arremeter contra Gastón, el anillo volvió a brillar pero esta vez de él salieron varias descargar eléctricas en forma de esferas que golpearon al juez y lo dejaron tendido.
_¿Eso lo hice yo? Se preguntó el joven.
_ Ese es el poder de Hades dentro del anillo que castigará a quien no respete sus ordenes. Respondió Radamanthys.
_Vaya.
_El dios te puso a cargo junto con su hija y ordenó que se los obedezca, aquél que no lo haga será castigado.
_Radamanthys y Éaco están en lo cierto excelencia. Si usted quiere que luchemos en la superficie así se hará dijo sonriendo Hyperion.
Minos asintió con la cabeza.
_ Bien, escojan a sus reemplazos y partan al combate.
_¡De inmediato!
_ Eso es todo, pueden retirarse.
Los cuatro dieron media vuelta y salieron hacia sus juzgados. Trench se puso de pie apenas e hizo una reverencia para después salir cojeando del lugar.

Gastón se puso de pie y también salio pero en dirección al baño, ya no aguantaba las ganas de orinar.

Al rato volvió al salón. Mientras se dirigía hacia allí pensaba en donde estaría su bella esposa.
Cuando entro la vio de pie junto a la gran silla.
Ella llevaba puesto un vestido bordo, cuando vio a su hombre hizo un gesto que a él volvió loco.

Ella llevaba puesto un vestido bordo, cuando vio a su hombre hizo un gesto que a él volvió loco

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