Un grupo de amigos son reclutados por los dioses para hacer frente a un mal ancestral que recientemente escapo de su encierro, una historia fantástica con suspenso, amor, acción y un toque cómico.
Gas probaba a su nuevo corcel blanco, caminaba de un lado a otro dentro de un establo para practicas, hacia piruetas con él y demás.
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Junto a él se encontraba Caulaincourt, quien recién volvía de su misión diplomática en China.
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_Eso es perfecto sire... perfecto dijo el hombre a Gas por como manejaba al caballo.... ese caballo estaba destinado a vuestra majestad.
_Gracias Caulaincourt dijo Gas.
_Un placer sire... si la emperatriz de China lo viera se vería obligada reconsiderar su juicio dijo el marques.
_¿Porque? ... ¿Que ha dicho la emperatriz china? Preguntó Gas.
_Esa mujer sire, mejor dicho esa arpía ha estado diciendo a todo el mundo que usted, ese pequeño emperador, estas fueron sus palabras exactas sire, solo es un monstruo de las ciénagas dijo Caulaincourt.
_¡Ja! ¿Y ella, que me decís, es hermosa? Preguntó Gas.
_Ho no sire no, por los dioses, tiene bocio dijo el marques.
_¿Bocio?... ¿Que os parece? Jaja... la pobre dijo Gas.
_Sire, esa mujer no merece vuestra piedad... es una mujersuela, cruzo su capital junto a un regimiento de soldados y juro que los conduciría hasta el mismísimo París. Y añadió, que los sables eran innecesarios para derrotar a los imperiales, que bastarían los garrotes informó Caulaincourt.
_¡Jaja! Así que yo soy un monstruo, líder de pueblos de perros, tiene una gran imaginación esa mujer... he hecho bien en enviarte allí Caulaincourt.
_Gracias sire respondió el hombre inclinando la cabeza... pero lo que yo encuentro extraordinario sire, es la serenidad con la que vuestra majestad escucha mi informe.
_Mi serenidad se debe a que tengo a miles de hombres, sino es que millones, dispuestos a morir por mí, mi familia y amigos, tengo a reyes, el zar, el sultan y demás jefes de estados que me apoyan... con los que nosotros podemos someter, aplastar, aniquilar y no solo podemos, sino que vamos a hacerlo... no nos han dado otra opción dijo Gastón muy seguro.
