Un grupo de amigos son reclutados por los dioses para hacer frente a un mal ancestral que recientemente escapo de su encierro, una historia fantástica con suspenso, amor, acción y un toque cómico.
Una densa lluvia caía por todo el lugar mientras las tropas avanzaban.
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Gustavo, Caulaincourt y Wellington cabalgaban a la par adelante de todos, las chicas están juntas dentro del carruaje para no mojarse, Gas se había detenido con su corcel a observar a sus soldados marchar por el pantanoso suelo.
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_Siempre de frente soldados gritó Gas.
_Sire, buenos días saludo Tarleton.
_Buenos días coronel contesto Gas.
_¿No sería mejor que os resguardeis en el carruaje con mis ladies? A nadie le conviene que se enferme dijo Tarleton.
_¡Ja! Muy chistoso... no... mi lugar está aquí, junto a ellos... si mis tropas se mojan, yo también contestó Gas.
_Muy admirable mi señor contestó el coronel. Gas desmontó y camino un poco entre sus hombres palmeando a algunos, hablando y animando a otros.
_Y tu te preguntabas por que lo quieren tanto dijo Wellington a Gustavo soñalando a Gas.
_Ellos lo ven no solo como su lider si no tambien como si él fuera uno más de ellos, un amigo, dijo Caulaincourt.
_Eso parece respondió Gus.
Finalmente Gas se hizo a un lado y siguió observando sujetando sus manos tras él.
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