CAPÍTULO 24 LA BATALLA POR ARGENTINA

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Las tropas del general Guido y Lady Bernadett marchaban hacía el enemigo.
Guido observaba todo con su prismático.
En el flanco derecho Gastón aguardaba pensativo.
Mientras que Fiama y Gustavo decidían espera a que los espectros estén más cerca.

_Mi mariscal, grito el capitán Gordon. La infantería de Guido ya avanza a paso firme.
_Empezó la fiesta. Dijo Gastón.
_ ¿Atacamos? Preguntó Ivana.
Gastón miro a su hermana y le sonrió.
_Te toca actuar Cornwallis, toma a tus tropas y acércate al enemigo.
_De inmediato sire.
_Suerte General deseo Ivana.
_ Gracias mi lady.

_¡Primer regimiento! Grito el general. ¡Arma en brazos¡... ¡Y!... ¡Avancen!
La infantería se puso en marcha y Gastón Sonrió.
_Siempre es hermosa cuando empieza. Dijo en voz alta.
_¿De que hablas? Preguntó su esposa.
_De las batallas cielo.
_Estas loco respondió Ivana.
_Wellington, que tu regimiento se posicione tras Cornwallis.
_Si mi Lord
Las tropas del segundo regimiento también avanzaron.

_ Mi Lord Gustavo, gritó un informante. Los ejércitos del Mariscal Gastón también ya avanzan.
_Entonces nos toca avanzar. Dijo Fiama.
_Mariscal Davout marche y formen una "ele" junto a las topas del general Guido.
_Bien pensado.
La infantería avanzó pero de la nada un grupo de trescientos espectros ataco a las filas de Gustavo. Ellos no tuvieron tiempo de disparar sus mosquetes solo pudieron luchar cuerpo a cuerpo.
_Maldición, ¿De donde han salido? Se quejo Gustavo
_ Tranquilo amor, somos muchos más.
Fiama estaba en lo cierto, pero ¿de verdad eso contaba?
Ella se adelanto un poco y animo la moral de las tropas.
_Señores, son lo mejor del imperio, contamos con ustedes, sus esposas e hijos los aguardan en casa, no los defrauden.
_Seeeeee, gritaron los hombres y empezaron a luchar más fuertemente.
_Aprende amor bromeo la joven.
_Ja ja

¡Soldados, Alto! Grito Ney. ¡Presenten armas!.... ¡Nivelen!.... ¡Fuego!
Los espectros caían y caían pero cada vez parecían ser más y más. Hasta el punto que la infanteria de Guido también se vio obligada a luchar cuerpo a cuerpo.
El campo era un lugar donde los gritos reinaban, de dolor, euforia, maldiciones. Gritos de todos tipos. Los cuerpos empezaban a apilarse con forme uno u otro avanzaba. Los cañones seguían disparando una y otra vez.
_Esto es una carnicería comento Berni.
_Si, general Kleber tome la mitad de la segunda linea y apoye a Ney y sus hombres.
Kleber inclinó la cabeza y obedeció.
_¡Granaderos, Seguidme!
Se pusieron en marcha de inmediato con la precaución de no herir a un amigo mientras disparaban.

El regimiento de Cornwallis resistía de momento hasta que una horda de espectros los embistió. Los soldados empezaban a huir del escenario.
Pero Wellington acudió a apoyarlos.
_¡Conmigoooo! Grito y cargaron contra los Enemigos.
Las espadas chocaban con las ballonetas, disparos se oían cada tanto pero ahora todo era más que nada cuerpo a cuerpo.
La infantería de Gastón azotaba y azotaba pero los espectros no cedían.
Un grupo de cien hombres formaron una línea, levantaron sus mosquetes, dispararon y luego con sus ballonetas puestas corrieron hacia los rivales apuntando a la cabeza.
Ha Gastón no le gustaba lo que ocurría. Pero permaneció tranquilo o al menos eso aparentaba.
_ Un general tranquilo tiene asegurada la victoria solía decir.
_Cielo, ¿no crees que es hora de mandar ha Murat?
Pensó un momento.
_ Murat, avanza con tu regimiento.
_Será un placer sire.
_Parece que Guido tiene muchas bajas comentó Ivana. Su hermano volteo a observar.
_Aguantará.

El flanco cubierto por Fiama y Gustavo había derrotado a esos trescientos espectros que de la nada salieron y se acercaban a los hombres de Guido, tal como se planeó.
¿Donde rayos esta la caballería de Gastón? preguntó el joven. Se supone que tiene que atacar por la retaguardia.
_Si, capas tienen la cosa difícil.
_Gage, envía un mensajero a Gastón preguntando porque demora la caballería, ahora.
_Si señor.
Las tropas de Gustavo seguían avanzando a punta de ballonetas, como si estas fueran lanzas que se clavaban en los cráneos enemigos y volvían a salir.
Los cuerpos se seguían acumulando en ambos bandos, uno tras otro los soldados y espectros caían.
Un oficial de Gustavo se detuvo en medio de los sablazos y tiros gritando.
_¿Porque, Porque luchamos así? Debemos vivir uno junto a los otros, como amigos, ¿No somos creaciones de los dioses acaso? Pero antes que se de cuanta recibido un hachazo en la cien.
_Mariscal Lannes, mueva a la guardia real más cerca del frente, por si son necesarios.
_A la orden
Los guardias reales izaron banderas y marcharon.

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